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Muerte digna o eutanasia
¿Qué mejor solución para una población envejecida que su muerte?


Por: Josep Miró i Ardèvol | Fuente: ForumLibertas



 

He recibido una pregunta de un nuevo periódico en catalán, que saldrá el próximo día 28, que dice así: “¿es necesario legislar la muerte digna como quiere el Gobierno central?”. Y la periodista continua: “Entiendo que E-Cristians está en contra y nos gustaría si lo pudiesen argumentar”.

He aquí un encabezamiento que manifiesta de entrada un estilo nítidamente manipulador, porque sitúa en el bando de los que no quieren la muerte digna, es decir, en el bando de la inhumanidad, a quienes nos oponemos a la eutanasia. Espero y deseo que el nuevo periódico, ´Ara´ de nombre, no refleje en su conjunto esta manera de intentar formatear las mentes de los lectores.

Mi respuesta ha sido aclararle que precisamente E-Cristians está a favor de la muerte digna, sin encarnizamiento terapéutico, con disponibilidad de cuidados paliativos para evitar el dolor, con capacidad para atender el 100% de la población concernida, y facilitando el acompañamiento personalizado y en la intimidad del enfermo. De lo que sí discrepa E-Cristians es del suicidio, asistido o no, una practica que me recuerda el seppuku japonés (dicho en términos de mal gusto, harakiri); también discrepo de la filosofía de “muerto el perro, muerta la rabia”, porque lo que es necesario suprimir es precisamente la rabia.

De todas maneras, para un Estado que tiene en crisis el sistema del bienestar; con una sanidad endeudada hasta las orejas; con unas pensiones insostenibles; y un compromiso con la ley de dependencia que no puede cumplir, la eutanasia puede ser su solución, el gran negocio, porque la presión psicológica que generarán los medios de comunicación adictos, los artistas de la ceja, y aquel tipo de familias que ven en el anciano un estorbo, creará un clima donde la gente de más edad tendrá progresivamente conciencia de que su vida es precisamente eso, un estorbo, una inutilidad, se sentirá sola entre los suyos, enferma y dolorida. Por consiguiente, la crisis del estado del bienestar abre la puerta al negocio público de la eutanasia; además, como lo constata el caso de Holanda, automáticamente quedarán frenados los gastos en cuidados paliativos.

¿Qué mejor solución para una población envejecida que su muerte? Así se completaría la cuadratura del círculo de intentar combinar la decadencia de una sociedad, que es incapaz de auto mantenerse por falta de nacimientos, con el mantenimiento de un cierto nivel de bienestar. Naturalmente, la historia enseña que éste es el camino para construir una sociedad radicalmente inhumana, que acaba siendo tan débil que se autodestruye.

Josep Miró i Ardèvol, presidente de E-Cristians y miembro del Consejo Pontificio para los Laicos
 

 







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