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Autor: | Editorial:



María, modelo siempre fiel al Espíritu Santo




















UNIDAD 4 Jesús da vida a la comunidad eclesial por el Espíritu Santo

TEMA 15 Formamos la Iglesia de Jesús, comunidad de vida y armonía
TEMA 16El Espíritu Santo nos enriquece con sus dones en la construcción de la comunidad
TEMA 17 Somos la Iglesia de Jesús servidora en el mundo por el Espíritu Santo
TEMA 18 María, nuestro modelo siempre fiel al Espíritu Santo
TEMA 19 Nuestros mártires, testigos vivos del Espíritu Santo, ejemplos a seguir
TEMA 20Los frutos del Espíritu Santo nos impulsan a crecer
TEMA 21 El Espíritu Santo nos invita a compartir la fe y los bienes con los más necesitados
TEMA 22El Espíritu Santo nos compromete a construir la civilización del amor
TEMA 23Respondemos al Espíritu Santo integrados a la vida parroquial

TEMA 18 María, nuestro modelo siempre fiel al Espíritu Santo

OBJETIVO


Descubrir la acción del Espíritu Santo en María para tomarla como modelo por su docilidad y su fidelidad a Dios.

NOTAS PEDAGÓGICAS

Es importante en la catequesis sobre Confirmación ubicar la figura de la Santísima Virgen María como la que entra en la historia de la salvación del hombre y como modelo de docilidad al Plan de Dios por su fe y su fidelidad incondicional.

VEAMOS

Es por todos conocido el trabajo del alfarero; después de preparado el barro lo coloca en un aparato sencillo y con sus manos va moldeando la figura que él ha pensado obtener. Es maravillosa la obra que realiza, lo mismo se puede decir de un escultor que de un tronco de madera o de piedra modela toda una obra de arte.

PENSEMOS

Nuestra vida cristiana, la vida de cada uno, está en las manos de Dios. El modela cada corazón. Sí es muy necesaria la colaboración nuestra como lo hizo la Santísima Virgen Maria que siempre fue dócil a la acción del Espíritu de Dios.

En Ella comienzan a manifestarse las "maravillas de Dios", que el Espíritu va a realizar en Cristo y en la Iglesia. El Espíritu Santo preparó a María con su gracia. Convenía que fuese "llena de gracia" la Madre de aquél en quien "reside toda la plenitud de la divinidad corporalmente" (Col 2,9).

María es la Madre de Dios, la Hija predilecta del Padre, la Esposa del Espíritu Santo. El Espíritu Santo preparó a Maria con su gracia.

Ella es la obra maestra de la misión del Hijo y del Espíritu Santo en la plenitud de los tiempos. Ella fue concebida sin pecado, por pura gracia, como la más humilde de todas las creaturas , la más capaz de acoger el Don inefable del Omnipotente . En María el Espíritu Santo realiza el designio benevolente del Padre. La Virgen concibe y da a luz al Hijo de Dios con y por medio del Espíritu Santo (CIC 721723).

El Papa Juan Pablo II en su primera visita a México nos decía, hablando de la fidelidad: "De entre tantos títulos atribuidos a la Virgen , a lo largo de los siglos... hay uno de profundisimo significado: Virgen fiel, ¿qué significa esta fidelidad de María?, ¿cuáles son las dimensiones de esta fidelidad?

La búsqueda: Maria fue fiel ante todo cuando con amor se puso a buscar el sentido profundo del designio de Dios en Ella y para el mundo. ¿Cómo sucederá esto?... busco tu rostro Señor. Era una búsqueda de Dios en el Antiguo Testamento No habrá fidelidad si no hubiere en la raíz esta ardiente, paciente y generosa búsqueda; si no se encontrara en el corazón del hombre una pregunta para la cual sólo Dios tiene la respuesta.

Acogida, aceptación. Es la segunda dimensión: Que se haga, estoy pronto, acepto: este es el momento crucial de la fidelidad, momento en el cual el hombre percibe que jamás comprenderá totalmente el cómo; que hay en el designio de Dios más zonas de misterio que de evidencia; que, por más que haga, jamás logrará aceptarlo todo. Es entonces cuando el hombre acepta el misterio, le da un lugar en su corazón así como "María conservaba todas estas cosas en su corazón"(Lc 2, 19; ver Lc 3, 15). Es el momento en que el hombre se abandona al misterio, no con una resignación de alguien que está frente a un enigma, a un absurdo, sino más bien con la disponibilidad de quien se abre para ser habitado por Alguien más grande que el propio corazón. Esa aceptación se cumple en definitiva por la fe que es adhesión de todo el ser al misterio que se revela.

Coherencia. Es la tercera dimensión de la fidelidad Vivir de acuerdo con lo que se cree. Ajustar la propia adhesión. Aceptar incomprensiones, persecuciones antes que permitir rupturas entre lo que se vive y lo que se cree: ésta es la coherencia. Aquí se encuentra, quizás, el núcleo más íntimo de la fidelidad.

Pero toda fidelidad debe pasar por la prueba más exigente: la duración. Por eso la cuarta dimensión de la fidelidad es la constancia. Es fácil ser coherente por un día o algunos días. Difícil e importante es ser coherente toda la vida. Es fácil ser coherente en la hora de la exaltación, difícil serlo en la hora de la tribulación. Y sólo puede llamarse fidelidad una coherencia que dura a lo largo de toda la vida. El "hágase" de María en la Anunciación encuentra su plenitud en el "hágase" silencioso que repite al pie de la cruz. Ser fiel es no traicionar en las tinieblas lo que se aceptó en público.

De todas las enseñanzas que la Virgen da a sus hijos de México, quizá la más bella e importante es esta lección de fidelidad"
(Juan Pablo II, enero de 1979, Catedral Metropolitana, México, D. F. ).

Es muy importante que hoy tomemos con toda responsabilidad nuestro ser cristiano, contamos con toda la ayuda de Dios, la que nos ha dado por su Espíritu, y la de María que queremos tomar como modelo.

El sacramento de la Confirmación para nosotros cristianos es de mucha trascendencia, es lo que necesitamos para vivir, este es un Sacramento de Vida.

La sabiduría, la inteligencia, la fortaleza, la hemos recibido para ser fieles al Señor así como María, la siempre fiel que fue dócil al plan de Dios.

ACTUEMOS

La fidelidad es para vivirse con toda responsabilidad, somos cristianos de primera clase porque hemos visto con toda claridad lo que Dios hace en nosotros cuando somos fieles a sus planes. El Espíritu Santo sigue actuando en nosotros hoy como actuó en María.

En pequeños grupos pensemos:

¿En qué forma yo he sido fiel? ¿En mi familia?
¿En mi escuela?
¿Con mis amigos(as)? ¿A mi mismo?

El Papa Juan Pablo II en su visita a México nos habló de la fidelidad de María. Escribe las cuatro formas en que María fue fiel y en las que tú puedes imitarla. ¿Cuál va a ser tu compromiso concreto de este tema? Escríbelo.

CELEBREMOS

Canto:

Feliz porque has creído


Feliz porque has creído, oh Madre del Señor (se repite).

El alma de María estaba completamente poseída por la fe. A cualquier cosa que el Señor le pide, responde con un "sí" categórico, en el que no entran falsas ilusiones. No discute. Acepta, después de haber pedido luz.

Vamos a leer con la mejor disposición, para sacar gran provecho espiritual, el relato evangélico de la Anunciación.

Lector: Lc. 1, 26-39.

Animador: Reflexionemos, hermanos, sobre el texto que acabamos de escuchar.

María es figura de la humanidad que dice "sí" a Dios que le pide colaboración en este Plan de salvación, acepta su Palabra, no piensa para nada en si misma, no centra su atención en su propia persona, sino que se abre a los demás, hacia el infinito. Tales son las disposiciones del alma de Maria al pronunciar su ´´Sí” en la Anunciación.

Examinemos nuestras actitudes ante la invitación que Dios, por su Espíritu, nos ha hecho para colaborar en su Plan de salvar a nuestros hermanos. Hemos hablado de la fidelidad de María que desde la búsqueda, la acogida, la coherencia y la constancia, sabe escuchar a Dios y hacer lo que El le pide: generosa, alegre y prontamente.

¿Estamos convencidos de que un discípulo de Cristo, que ha recibido toda la fuerza de Dios, de su Espíritu por el Sacramento de la Confirmación debe tener un alma abierta, acogedora, siempre disponible como María?.

Después de un silencio de interiorización para responder a Dios, terminamos cantando

Madre de todos los hombres

Madre de todos los hombres,
enséñanos a decir: Amén (se repite)

Cuando aparece la luz
y nos sentimos felices.

Madre de todos los hombres,
enséñanos a decir: Amén

Cuando nos llegue la cruz y
no encontramos salida

Madre de todos los hombres,
enséñanos a decir: Amen.

Cuando me invite el Señor
a ayudar a mis hermanos

Madre de todos los hombres, enséñanos a decir: Amén

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