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Quinta Parte: La catequesis en la Iglesia Particular
QUINTA PARTE
LA CATEQUESIS
EN LA IGLESIA PARTICULAR
La catequesis en la Iglesia particular
«Subió al monte y llamó a los que él quiso; y vinieron donde él. Instituyó Doce, para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar con poder de expulsar los demonios » ( Mc 3, 13-15).
«Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia » ( Mt 16,17-18).
La Iglesia de Pentecostés, impulsada por el Espíritu Santo, va engendrando las Iglesias:« Iglesia de Jerusalén » (Hch 8,1); « La Iglesia de Dios que está en Corinto » (1 Co 1,2); « Las Iglesias de Asia » (1 Co 16,19); « Las Iglesias de Judea » ( Ga 1,22); « Las siete Iglesias: Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia, Laodicea » (cf Ap 1,20-3,14).
Significado y finalidad de esta parte
215. De cuanto queda expuesto en las partes precedentes acerca de la naturaleza de la catequesis, su contenido, su pedagogía y sus destinatarios, nace la pastoral catequética que, de hecho, se realiza en la Iglesia particular.
Esta quinta parte expone los elementos más importantes.
216. El primer capítulo trata del ministerio catequético y sus agentes. La catequesis es una responsabilidad común pero diferenciada. Los obispos, presbíteros, diáconos, religiosos y fieles laicos actúan en ella según su respectiva responsabilidad y carismas.
La formación de los catequistas, analizada en el segundo capítulo, es elemento decisivo en la acción catequizadora. Si es importante dotar a la catequesis de buenos instrumentos de trabajo, más importante es aún preparar buenos catequistas.
En el tercer capítulo se estudian los ´lugares´ donde, de hecho, se realiza la catequesis.
En el cuarto capítulo se analizan los aspectos más directamente organizativos de la catequesis: los organismos responsables, la coordinación de la catequesis y algunas tareas propias del servicio catequético.
Las indicaciones y sugerencias aquí propuestas no pueden llevarse a cabo de modo inmediato y a la vez en todos los lugares de la Iglesia. En las naciones o regiones donde la acción catequética no ha podido alcanzar un suficiente nivel de desarrollo, estas orientaciones y sugerencias señalan una serie de metas a alcanzar gradualmente.