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Nuestro camino de fe está unido de manera indisoluble a María desde el momento en que Jesús, muriendo en la cruz, nos la ha dado como Madre diciendo: “He ahí a tu madre”. Desde ese momento, la Madre de Dios se ha convertido también en nuestra Madre. Y la “mujer” se convierte en nuestra Madre en el momento en el que pierde al Hijo divino. Y su corazón herido se ensancha para acoger a todos los hombres, buenos y malos, y los ama como los amaba Jesús (cf. Homilía de S.S. Francisco, 1º ene 2014).

Lleguemos a Jesús a través de María, que, como nuestra Madre del Cielo, sabrá guiarnos para alcanzar el Camino, la Verdad y la Vida. Catholic.net te ofrece artículos que te ayudan a conocer la belleza y bondad de María, sus virtudes y las gracias que Dios le pensó ya desde toda la eternidad.

Mayo nos da una excelente oportunidad de festejar a la Virgen, llevándole flores a su altar y rezando diariamente el Rosario. Y por las madres del mundo… haremos oración especial para que Dios las bendiga.

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Pilar Bacha de Camargo
Recaudación de Fondos,
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