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Presencia real y verdadera en la Eucaristía
Escritores Actuales /Loring Jorge



46.- JESUCRISTO ESTÁ REAL Y VERDADERAMENTE PRESENTE EN EL SAGRARIO, AUNQUE ENCUBIERTO BAJO APARIENCIAS DE PAN, EN LA HOSTIA CONSAGRADA.




47.- JESUCRISTO TAMBIÉN ESTÁ ENCUBIERTO BAJO APARIENCIAS DE VINO EN EL CÁLIZ CONSAGRADO.


1. En la Eucaristía permanecen el olor, color y sabor del pan y del vino; pero su substancia se ha convertido en el Cuerpo y en la Sangre de Jesucristo17.

Esta conversión se llama transubstanciación. Es el tránsito de una cosa a otra. Cesan las sustancias del pan y el vino porque suceden en su lugar el cuerpo y la Sangre de Cristo.

La transubstanciación es una conversión milagrosa y singular, distinta de las conversiones naturales. Porque en ella tanto la materia como la forma del pan y del vino se convierten, en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Sólo los accidentes permanecen sin cambiar: seguimos viendo el pan y el vino pero substancialmente ya no lo son, porque en ellos está realmente el cuerpo, sangre, alma y divinidad de Cristo.

Substancia es aquello por lo cual algo es lo que es. Lo que hay de permanente en el ser, por lo cual subsiste. No lo que es transitorio y accidental, que no es esencial y constante, y que necesita una substancia donde residir: como son el color, el olor y el sabor
18.

Cristo está presente en el sacramento del altar por transustanciarse toda la sustancia de pan en su cuerpo, y toda la sustancia de vino en su sangre.




2. La Hostia, antes de la Consagración, es pan de trigo. La Hostia, después de la Consagración, es el Cuerpo de Jesucristo, con su Sangre, su Alma y su Divinidad.

Del pan sólo quedan las apariencias, que se llaman especies sacramentales.




3. En el cáliz, antes de la Consagración, hay vino de uva. En el cáliz, después de la Consagración, está la Sangre de Cristo, con su Cuerpo, su Alma y su Divinidad.

Del vino sólo quedan las apariencias, que se llaman especies sacramentales.

Jesucristo en razón de su única Persona está entero en cada una de las dos especies sacramentales; por eso, para recibirlo, no es necesario comulgar bajo las dos especies de pan y vino: basta cualquiera de las dos para recibirlo entero
19.


4. La palabra griega soma en la antropología hebrea significa «cuerpo» en su totalidad; no en contraposición con la sangre. Igualmente la palabra aima (sangre) significa lo que es el hombre en su totalidad.

Cristo repite la misma idea para confirmarla, para remacharla. Es un paralelismo llamado «climático» muy frecuente en el modo de hablar hebreo
20.




5. Cristo en la eucaristía está vivo, resucitado. «No se trata de una venerable reliquia, como sería el cuerpo muerto de Cristo; sino de Jesús vivo -como dice San Juan- pan vivo
21. Y por ello vivificante. Comer el cuerpo vivo y resucitado de Jesús nos llevará a nosotros mismos a la resurrección final gloriosa»22. «El que come mi carne y bebe ni sangre tiene la vida eterna y yo lo resucitaré en el último día»23.




48.- EL PAN Y EL VINO SE CONVIERTEN EN EL CUERPO Y EN LA SANGRE DE JESUCRISTO EN LA SANTA MISA POR LAS PALABRAS QUE EL SACERDOTE PRONUNCIA EN EL MOMENTO DE LA CONSAGRACIÓN, PUNTO CENTRAL DE LA MISA
24.


1. Por eso las normas litúrgicas dicen que durante la consagración los fieles deben ponerse de rodillas, si no hay motivo razonable que lo impida.
Y así lo han recordado varios obispos
25.

En la elevación podrías decir en silencio: «Señor mío y Dios mío, que tu santa redención consiga mi salvación eterna y la de todos los que han de morir hoy. Amén».


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  1. Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica nº 1374ssregresar
  2. JOSÉ Mª CIURANA: En busca de las verdades fundamentales, II, B, c, b´. Ed. Bosch. Barcelona. Breve pero excelente libro que responde acertadamente a su título.regresar
  3. DENZINGER: Magisterio de la Iglesia, nº 885 y 934ss. Ed. Herder. Barcelonaregresar
  4. JOHANNES BETZ: Mysterium Salutis, IV, 2. Ed. Cristiandad. Madrid, 1975regresar
  5. Evangelio de SAN JUAN, 6,51regresar
  6. CÁNDIDO POZO, S.I.: Resucitó de entre los muertos, II, 3. Cuadernos BAC, nº93. Madrid. 1985regresar
  7. Evangelio de SAN JUAN, 6,54regresar
  8. Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica nº 1413regresar
  9. ABC de Madrid del 7-III-94.Pg.71regresar