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El VIH/SIDA repunta en la población gay
Bioética y pastoral de la vida /Consecuencias del Sida y de las enfermedades venéreas

Por: Comite Independiente Anti-Sida | Fuente: Comité Independiente Antisida

El SIDA parece estar creando alarma de nuevo. The Journal of the American Medical Association (JAMA) informa de que la incidencia de VIH/SIDA entre los homosexuales se está disparando.

El aumento de las infecciones entre los homosexuales más jóvenes, especialmente hombres hispanos y negros, es problemático, y el estudio expone la clara implicación de las personas con alto riesgo de contraer la enfermedad.

Las estadísticas recogidas por los responsables sanitarios de Nueva York muestran que los nuevos casos diagnosticados de VIH/SIDA en varones homosexuales por debajo de los 30 años se elevó un 32 por ciento entre 2001 y 2006. Entre los hombres negros e hispanos la cifra fue del 34 por ciento. El mayor problema que encontraron fue el número de nuevas diagnosis entre los hombres más jóvenes del estudio, con edades comprendidas entre los 13 y los 19 años, que doblaron el porcentaje.

Fuentes oficiales neoyorquinas creen que el aumento del consumo de alcohol y drogas puede tener parte de culpa, ya que se mantienen relaciones sexuales con más frecuencia y sin protección.

El único dato que aporta algo bueno en este desolador panorama es el 22 por ciento de descenso de las infecciones en hombres mayores de treinta años. Según el estudio neoyorquino, la concienciación de los devastadores efectos de la enfermedad, así como la madurez, pueden ser los factores que expliquen estas diferencias. Un gran número de hombres mayores de treinta llegaron a esa edad cuando el SIDA aún no tenía tratamiento.

Cuando la enfermedad era nueva y aterradora la comunidad gay ayudó a cambiar el comportamiento predicando en voz alta contra la imprudencia de ciertas prácticas sexuales. Se fomentó el uso del preservativo y también de las pruebas de VIH/SIDA. «Silencio igual a muerte» era el lema.

El silencio ahora parece estar ganando. Casi seis mil homosexuales murieron de SIDA en Estados Unidos en 2005 y aún existen muchos jóvenes que no parecen entender que la infección va más allá que un gran reto humano. Es verdad que la terapia antirretroviral ha mejorado las perspectivas para los infectados, pero los tratamientos son todavía demasiado novedosos para saber si pueden funcionar después de una década.

Los responsables de salud pública necesitan fomentar la realización de pruebas y la atención de los enfermos. Y los líderes de opinión necesitan empezar a predicar otra vez porque volvemos a alejarnos de los objetivos en la lucha contra el SIDA.

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