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Mi querida Misa
La belleza de la Eucaristía y del domingo.Librito para padres de primera comunión, adolescentes quedejan de ir a Misa, etc. es decir una explicación catequética que motive a ir a Misa, y que entiendan desde los 10 años.


Por: P. Llucià Sabaté | Fuente: catholic.net



Nietzche achacaba a los cristianos algo que suena como una bofetada: “No se les nota rostros de resucitados”: no se les ve felices, y si no se les ve felices es porque no aman, y si no aman es porque no han comprendido el amor. San Juan es el que dice precisamente: “hemos comprendido el amor de Cristo”. Hasta que no llegamos a eso, no empezamos a ser cristianos, y la oración se hace imposible; por eso el problema y la solución de la oración es el amor, comprender el amor de Cristo a nosotros, y sentir que necesitamos amarlo a Él en respuesta. ¿Qué es, por tanto, la Eucaristía? El amor de Cristo hasta el extremo, por ti, por mí, durante toda la vida. Porque la Eucaristía significa poner a tu disposición toda la omnipotencia, toda la bondad, todo el amor y la misericordia de Dios, todos los días, todas las horas, de tu vida. Y así, en cada sagrario del mundo, en cada Misa, se está originando un incendio, una hoguera de amor; pero, ¿quién se calienta?, ¿quién se quema?, el que se acerca. Él dijo: ‘Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”. La Eucaristía es ese lugar, es esa manera misteriosa pero real, con la que Cristo se queda a lo largo de toda nuestra vida, con cada uno de nosotros. Y decir “con vosotros” es decir contigo (Mariano de Blas).


Juan Pablo II, al trazar el programa del Nuevo Milenio, pedía dar “un realce particular a la Eucaristía dominical y al domingo mismo, sentido como día especial de la fe, día del Señor resucitado y del don del Espíritu, verdadera Pascua de la semana... No sabemos qué acontecimientos nos reservará el milenio que está comenzando”, pero “en las manos de Cristo… cada domingo, la Iglesia seguirá indicando a cada generación «lo que constituye el eje central de la historia». Por tanto, quisiera insistir… para que la participación en la Eucaristía sea, para cada bautizado, el centro del domingo”. De la mano de este santo Papa y de san Josemaría Escrivá, quien vivía su día centrado en la Misa nos animamos a entrar en este misterio para vivir mejor centrados en Jesús como nuestro modelo. Si queréis ayudarme a mejorar el texto, hacer sugerencias, etc., me tenéis en llucia.pou@gmail.com.


Quería dedicar estas páginas a la Virgen, la Mujer eucarística, y a la Iglesia y a todas las personas que nos rodean y nos ayudan a entrar en el misterio de la Misa, esos santos que nos encontramos día a día; a quienes nos han enseñado la piedad desde pequeños, y en primer lugar a mi madre.


Agradecimientos:
Agradezco a Enrique Cases, Joaquín Monrós, Pilar V. Padial y Cristina Moreno Alconchel su ayuda en la corrección del texto.

Llucià Pou Sabaté, sacerdote, Granada, 1 de Septiembre de 2009 - Año de oración por los sacerdotes-, 18º aniversario de mi ordenación sacerdotal de manos del Siervo de Dios Álvaro del Portillo, mi Prelado del Opus Dei.



ÍNDICE:

1. Sentido de la Misa del Domingo

2. La Misa, misterio de fe y amor

3. ¿Qué es la Misa?

4. Catequesis de la Misa: Explicación de sus partes

Conclusión

Bibliografía



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