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Debate contra la Nueva Era
Demostración de las diferentes falacias que manejan en este movimiento


Por: Catholic,net | Fuente: Catholic.net



Aspectos importantes en el debate contra la Nueva Era
Lo que debiéramos conocer de los simpatizantes del cristianismo y la New Age

Curiosamente nuestros lectores cercanos a la Nueva Era o que dialogan con este círculo de pensamiento reconociéndose todos a si mismos "cristianos" parecen despreciar las Sagradas Escrituras y conciliar irracionalmente ambas doctrinas, adaptando siempre los textos revelados y nunca las aberraciones orientalistas.

En esta ocasión deseamos dar un breve vistazo argumentativo para quienes deseen combatir con mayor eficacia este error, considerando siempre que el rechazo es hacia el mal y no hacia quienes profesan el mal. Por el contrario, siempre deberemos cuidar que el tono y la inteligencia puesta en el debate mantenga abierto el corazón del pecador y no se cierre por heridas o mofas.

Mediums, channeling, videntes, mancias y adivinación

Leemos en el Deuteronomio (18,10-14): "No se encuentre entre vosotros (pueblo de Dios) quien... practique adivinación, astrología, hechicería o magia, ningún encantador ni consultor de espectros o adivinos, ni evocador de muertos. Porque todo el que hace estas cosas es una abominación para tu Dios y por causa de estas abominaciones desaloja Dios a esas naciones delante de ti."

En Levítico (20,6) dice Dios que la persona que practique el espiritismo sería repudiada por Él: "Yo volveré mi rostro contra él y lo exterminaré de en medio de mi pueblo" En Isaías , vemos que se trata del espiritismo, cuando Dios habla de hechicera, adivino, etc. pues en el capítulo 8,19, se lee la queja de Dios: "¿Acaso no consulta el pueblo a su Dios?, ¿Ha de ir a hablar con los muertos acerca de los vivos?" En Jeremías leemos: "No os seduzcan vuestros profetas, ni vuestros adivinos... Yo no los envié" (19, 8,9). En el Levítico (20, 27), Dios ordena la pena de muerte de apedreamiento contra los pitonizos y adivinos, que serían y eran de verdad como los médium y esoteristas de hoy (esto se ve especialmente en Isaías 47, 13). En Deuteronomio (13, 1-5) se encuentran pasajes bien sugerentes de cómo Dios se indigna contra los forjadores de religiones falsas: "Cuando un profeta o vidente en sueños se levantare en medio de ti y te diere una señal o prodigio y sucediere tal señal o prodigio... no oirás las palabras de tal profeta o vidente, por cuanto el Señor Dios vuestro os prueba para ver si amáis al Señor vuestro Dios... Y aquel profeta vidente de sueños morirá, pues predicó rebeldía contra el Señor vuestro Dios."

¿El Antiguo Testamento no tiene más valor?

Contrariamente a la creencia nuevaerista, Nuestro Señor Jesucristo no derogó la Ley Antigua. Él mismo declara que no vino ni a modificarla ni a dejarla sin valor sino que vino a perfeccionarla. Hubieron, eso sí, alteraciones respecto a cuestiones secundarias y nunca en cuestiones morales (como la invocación de muertos, reencarnación, etc.)

Reencarnación y negación del juicio inmediato tras la muerte: ¿segunda oportunidad?

San Lucas (16, 19-31), comentando sobre la muerte del rico avariento, dice en su evangelio que él murió y fue sepultado y de las "profundidades del infierno" pedía alivio, que le fue negado, porque ya había recibido sus bienes en vida. Al mismo tiempo, él pidió reencarnar o avisar a sus hermanos que estaban vivos. Nuestro Señor dice que eso era imposible!

Otra frase de Nuestro Señor: Diciendo al "buen ladrón": "Hoy estarás conmigo en el Paraíso" (S. Pablo, Carta a Hebreos, 9, 27). Es bueno recordar que, según (Gal. 1, 12), S. Pablo afirma que recibió el evangelio directamente de Nuestro Señor.

Aún podemos recordarles lo que Dice sobre el infierno: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno, preparado para el diablo y sus secuaces" (Mt. 25, 41).

"E irán estos (los malos) al suplicio eterno y los buenos a la vida eterna" (Mt. 25, 46) etc, etc.

Espiritismo y channeling

¡Pobres espiritistas!, podemos exclamar, porque algún demonio introducido en el cuerpo de algún médium les habla de cosas de otro mundo, ya creen incluso contradiciendo las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo. Acuérdense que San Pablo recomienda esto: Galatas 1, 8: "Se yo mismo un ángel del cielo viniese a predicar un Evangelio diferente del que os he predicado - sea anatema".

Y el espiritismo vino tan tarde, enseñado por un tal Allan Kardec, que no era ángel, ni San Pablo! Y aún cuando lo fuese, vino con un evangelio diferente. No es algo como para ser oído. "Sea anatema".

Consta en la Sagrada Escritura: "El hombre sólo morirá una vez y después será juzgado"

Sobre los demonios, que los new age quieren llamar ‘almas descarnadas’, ‘ángeles malos’ o incluso ‘maestros alternativos’, Nuestro Señor se refiere a ellos de la siguiente forma: "Yo veía a Satanás caer del cielo como un relámpago" (Lc. 10 , 18). "El Demonio fue homicida desde el principio, y no permaneció en la verdad" (Jo. 8, 44).

Las Sagradas Escrituras se refieren a los "espíritus malos" de la siguiente forma: "Espíritus Inmundos" (Lc. 8, 29); "Espíritus Malignos" (Ef. 6, 12); "Espíritus peores" (Lc. 11,. 26), etc, etc

Todos esos pasajes demuestran que existieron seres espirituales, anteriores a la creación del hombre. Entre esos seres (ángeles), unos se rebelaron y otros no: "Y hubo en el cielo una gran batalla: Miguel y sus ángeles peleaban contra el dragón, y el dragón con sus ángeles peleaban contra él; pero estos no prevalecieron y no hubo ya en el cielo lugar para ellos. Y fue arrojado el gran Dragón, la antigua Serpiente, el llamado Demonio y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus Angeles fueron arrojados con él." (Apoc. 12, 7-9).

Decir con los nuevaeristas que el hombre de la época no podía entender el espiritismo, que habría sido ocultado por Nuestro Señor, y llamar a la Biblia ‘mentirosa’ (como lo hacen los más radicales y profundos) es ir contra el buen sentido, pues era mucho mas fácil para los hombres creer en el espiritismo en una época de idolatría y paganismo que en los postulados del cristianismo.

Defender la reencarnación es negar la redención de Nuestro Señor (que murió por nosotros en la Cruz). Ya no es Dios que nos salva, sino el hombre que reencarna. También es negar la resurrección (relatada en varios pasajes bíblicos), pues un hombre sólo puede resucitar en un cuerpo y no en varios cuerpos (que tuvo en varias reencarnaciones) (...)

"Yo soy Eso"... ¿la criatura igual a su Creador?

En ningún lugar está escrito que Dios y la criatura son la misma cosa. Siempre se dice lo contrario. Dios es el creador y la criatura es la criatura! ¡¡¡Es obvio!!!

Todos nosotros, por medio de la gracia divina, nos volvemos ´Dioses´, lo que no significa que somos iguales a Dios. La gracia vive en nosotros, Dios vive en nosotros por medio de ella, pero no se confunde con nosotros. Decía San Pablo: "Ya no soy yo que vivo, sino es Dios que vive en mí!". Si fuesen la misma persona, el diría algo muy diferente: "Yo ya me iluminé y descubrí que soy igual a Dios". (Esa es la frase de Lucifer).

A tentación de Lucifer, así como la del pecado original (que no es simbólico) es siempre la misma: igualdad entre criatura y el criador. Dice Nuestro Señor: "No es el siervo mayor que el Señor". Cuando escuchemos estas locuras, preguntemos con simplicidad: ¿Nuestro Señor mintió? ¿Somos iguales a Dios?

No ganan nada sacando el sofisma de la vuelta al "Pan", pues esa es la mayor burrada que un gnóstico dice.

La verdad es transcendente, basta ver que ella independiente de nosotros. No gano nada si digo que puedo atravesar una pared, ¡porque no puedo! Ella es superior, transcendente, etc. Jamás, jamás ella será inmanente o panteísta.

El hombre fue creado del barro (que fue creado por Dios). Ya en eso se percibe que, en el fondo, nosotros somos apenas polvo. Es una pretensión loca y satánica querer ser iguales a Dios.

Lucifer no es citado tan sólo en el Génesis, sino en diversos otros pasajes, hasta el nuevo testamento. El Reino de Dios está dentro de nosotros, CUANDO ESTAMOS EN ESTADO DE GRACIA, o sea, sin pecado. ¡Porque Dios vive en nosotros! Para eso Él se encarnó (y no se reencarnó) y redimió al género humano, que estaba sin la gracia de Dios tras el pecado original.

Así hablamos para los new age ´cristianos´ y para todos aquellos que pretenden engañar a las personas mintiendo con la mentira abominable que dice que Cristo decía sus aberraciones, o que como un ´maestro más adhiere a una cadena antiquísima de enseñanzas: la gnosis. Ya demostramos la falacia de la reencarnación. Ya demostramos la falacia de la negación del infierno. Ya demostramos que la falacia de los argumentos panteístas y gnósticos (frutos del orgullo) está completamente fuera de la ortodoxia católica.

 

 

 

 



 

 

 

 

 









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