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Aunque su informe no es preceptivo ni tampoco la ministra de Igualdad lo ha reclamado, la Comisión Nacional de Bioética, nacida al amparo de la Ley de Biomedicina, ha admitido que el “nasciturus” es un ser humano, en contra de la afirmación temeraria que hizo la ministra Bibiana Aido meses atrás en la que dijo que el feto es un ser vivo pero no humano “porque no existe evidencia científica”

La Comisión Nacional de Bioética le ha parecido oportuno hacer esta consideración en la creencia de que si no se manifiesta sobre este tema, su finalidad y funcionalidad resultará todavía más discutible. El texto que se ha llevado a debate parte de la premisa indiscutible científicamente de que el ‘nasciturus’ es un ser vivo y humano. Pocos dudan, sin embargo, de que el resultado final de la reunión del Comité sea un mensaje de apoyo al gobierno, si bien matizado con muchos términos complejos y muchos vericuetos intelectualess pero, finalmente, de apoyo.

En todo caso, la afirmación de la humanidad del ‘nasciturus’ proclamada por el Comité no conllevaría la petición de su protección que, sin embargo, si está garantizada por la sentencia del Tribunal Constitucional. Se espera, por tanto, la comisión de Bioética hará complejos equilibrios para concluir que aunque ‘aquello’ es vida humana, puede quedar al pleno arbitrio de su madre durante las primeras 14 semanas. Una incoherencia intelectual que sólo se puede explicar por la mediocridad de la naturaleza humana.