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Alzheimer juvenil

Alzheimer juvenil
Resulta más doloroso cuando la pérdida de la memoria afecta a la gente joven


Por: Máximo Álvarez Rodríguez | Fuente: Catholic.net



Mi buena feligresa y conocida poetisa Carmen Busmayor ha publicado recientemente un libro sobre la enfermedad del Azheimer basado en la triste experiencia de su madre, mujer cordial y extrovertida, que poco a poco fue desconectándose mentalmente de este mundo hasta perder totalmente la memoria.

Se trata de una patología cada vez más frecuente entre nuestros ancianos, como si fuese el mal de la moda que viene a ahogar la fiesta de una longevidad cada vez mayor. Personajes famosos como Rita Hayword o Ronald Reagan forman parte de esta cada día más larga lista. Es una pena que siendo tan propio de la vejez recordar y recrearse en el pasado esta enfermedad anule los recuerdos.

Pero aún resulta más doloroso cuando la pérdida de la memoria afecta a la gente joven. Sinceramente me parece preocupante lo que les ocurre a algunos jóvenes:

-Desconocen el pasado

-Sólo viven el presente

-Olvidan lo que la humanidad ha tenido que luchar en tiempos pasados

-Disfrutan de los inventos, pero no tienen en cuenta el esfuerzo que supuso llegar a ellos

-Su expriencia del pasado no puede ser muy grande, pero hay una manera de conectar con él: a través de las personas mayores (padres, abuelos, profesores, libros, enseñanza de la historia... ). No obstante con frecuencia miran hacia atrás no sólo con ignorancia, sino como con desprecio y autosuficiencia

-Se olvidan fácilmente los compromisos adquiridos. Muchos niños una vez que hacen la primera comunión, ya se olvidan de Jesús y no vuelven a pasar por la Iglesia. Otro tanto ocurre con los que se confirman, que una vez confirmados caen en aquello de "si te he visto no me acuerdo". Digamos otro tanto del matrimonio. "Ya no te quiero" le dice la mujer al marido, o viceversa. Han perdido la memoria de cuando prometieron que serían fieles en las alegrías y en las penas, todos los días de su vida, convirtiéndose en objetos de usar y tirar.

Al hombre le ha costado mucho alejarse de sus más antiguos progénitores del reino animal, lograr unas normas de convivencia y de civilización, pero con frecuencia se constata la facilidad con que se rompe con todo, tirando por tierra el esfuerzo de siglos. No es extraño que a veces los profesores y los padres se desesperen.

Antes tal vez se insistía demasiado o en exclusiva en la memorización, pero ahora nos hemos pasado al extremo contrario, como si los estudiantes se fueran a herniar mentalmente por utilizar la memoria. Estamos haciendo de la mente humana una especie de disco duro de ordenador que de vez en cuando se formatea con la consiguiente pérdida de la información para empezar de nuevo desde cero. En honor a la verdad no podemos generalizar y decir que todos la gente joven sea una desmemoriada, pero ello no nos impide constatar el aumento de esa especie de "alzheimer juvenil", que puede llegar a las cuotas más altas cuando se condimenta con la droga, el alcohol u otras formas alienantes de embotamiento de la mente.

Por desgracia, para lo malo parece que la memoria falla menos. Incluso muchas veces no es que la gente olvide cosas, es que no las llega a aprender. Si nos ceñimos al tema religioso, la fe cristiana se fundamenta en el pasado, en la historia de la salvación, y ésta se desconoce cada día más.

Tal vez muchos se pregunten a qué viene todo ésto. Por una parte se trata de advertir sobre la existencia de un mal que afecta a mucha gente que aún no es anciana. Y por otra, de subrayar la importancia de luchar contra ella.
 







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