Menu



Clave conceptual: Desarrollo (integral)

Clave conceptual: Desarrollo (integral)
Fragmento de documentos vinculados con la Doctrina Social de la Iglesia para entender las implicaciones del Desarrollo integral.


Por: C.L. Rossetti | Fuente: Vatican.va



Se trata de toda la actividad humana desplegada a mejorar la condición del hombre, en cada dimensión: física, social, moral, cultural y espiritual. El verdadero desarrollo al que los Estados deben propender implica por tanto una serie de medidas sociales destinadas a asegurar un digno tenor de vida, la paz civil, la justicia social, el derecho a la instrucción y, sobretodo, la libertad de pensamiento y de religión. Norma del verdadero → progreso, el desarrollo integral posee por tanto como criterio el bien de la → persona. "El hombre vale más por lo que es que por lo que tiene. Asimismo, cuanto llevan a cabo los hombres para lograr más justicia, mayor fraternidad y un más humano planteamiento en los problemas sociales, vale más que los progresos técnicos. Pues dichos progresos pueden ofrecer, como si dijéramos, el material para la promoción humana, pero por sí solos no pueden llevarla a cabo" (GS 35). En la Populorum progressio, Pablo VI, describiendo el desarrollo integral como un proceso de mayor humanización, citaba así los pasos a cumplir: "lograr ascender de la miseria a la posesión del necesario, la victoria sobre las plagas sociales, la adquisición de la cultura...El aumento en considerar la dignidad de los demás, la orientación hacia el espíritu de pobreza, la cooperación al bien común, la voluntad de paz. Más humanas aún: el reconocimiento, por el hombre, de los valores supremos y de Dios, fuente y fin de todos ellos.

Más humanas, finalmente, y, sobre todo, la fe, don de Dios, acogido por la buena voluntad de los hombres, y la unidad en la caridad de Cristo, que a todos nos llama a participar, como hijos, en la vida del Dios viviente, Padre de todos los hombres" (PP 21). Esto equivale a la promoción de un "humanismo plenario", o sea "el desarrollo de todo el hombre y de todos los hombres" (PP 42).

"Un humanismo cerrado, insensible a los valores del espíritu y a Dios mismo, que es su fuente, podría aparentemente triunfar. Es indudable que el hombre puede organiza la tierra sin Dios: pero sin Dios, al fin y al cabo, no puede organizarla sino contra el hombre. Un humanismo exclusivo es un humanismo inhumano. Luego no hay verdadero humanismo si no tiende hacia el Absoluto por el reconocimiento de una vocación, que ofrece la idea de la vida humana. Lejos de ser la norma última de los valores, el hombre no se realiza a sí mismo sino cuando asciende sobre sí mismo, según la justa frase de Pascal: ´El hombre supera infinitamente al hombre´ " (PP 42), el verdadero desarrollo de la humanidad conduce por tanto al encuentro de la Fraternidad de los pueblos (PP 43-75) y se podrá entonces decir que es el nuevo nombre de la paz (PP 76-80).







Compartir en Google+




Reportar anuncio inapropiado |