Nos es muy grato poder transmitir la maravillosa experiencia que hemos vivido y estamos viviendo con Vida y Familia A.C.; antes que nada nos gustaría comentarles que somos un matrimonio que estamos por cumplir nuestros primeros 16 años de casados y en realidad siempre quisimos tener familia pero por voluntad divina esto no fue posible, nos realizamos una cantidad de tratamientos y pasamos por situaciones muy difíciles que finalmente nos unieron más como pareja, pero desgraciadamente no podíamos conseguir o tener la bendición de poder tener en nuestros brazos a ese pequeño ser.

Fue por medio de una amiga de la familia como nos pusimos en contacto con Vida y Familia y desde el primer momento en que llamamos para solicitar los requisitos nos gustó mucho el trato que tuvieron hacia nosotros, siempre muy amables y aclarándonos las muchísimas dudas que teníamos, en fin nos propusimos reunir los requisitos y cuando tomamos el curso Paternidad con Ilusión, nos dimos cuenta que no éramos los únicos en buscar a ese pequeño ser que nos hacía falta. Se formó el maravilloso grupo 8.

Compartimos con Vifac, los principios de esta noble labor de NO al aborto, de darle la oportunidad de vida a este pequeño ser que Dios nos envío, este angelito que llego a nuestras vidas en mayo del año 2003, ha sido para nosotros el complemento a nuestra felicidad, tan anhelada por 15 años de matrimonio, no tenemos palabras para describir la alegría que Vifac nos ha brindado, damos gracias a Dios que exista esta clase de Instituciones que realizaron una labor tan trascendental en nuestras vidas y sin duda alguna de muchísima dedicación que finalmente nos dan la esperanza y la ilusión de poder ver realizados nuestros sueños como futuros padres, siempre hemos encontrado en ellos un apoyo. Como lo mencionamos anteriormente nuestro hijo llegó en Mayo de 2003, y estamos ya en trámites para que la familia crezca, con el apoyo de Vida y Familia.

Por este medio nos gustaría poder expresar nuestra gratitud para Vida y Familia y definitivamente darle gracias a Dios por ponernos en el mismo camino.

Alma y Enrique.