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La defensa de la paz.

La defensa de la paz.
Todo ciudadano está comprometido en la preservación de la paz, más si se considera cristiano.


Por: Gustavo Daniel D´Apice | Fuente: Ediciones "Dialogando"





CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA.

LA DEFENSA DE LA PAZ.

LA PAZ (2302-2306)

2302. El corazón debe estar en paz, sin odio ni rencor, ni cólera homicida. La cólera desea la venganza.

2303. El odio voluntario que desea el mal al otro es una falta moral grave.

2304. La paz no es mera ausencia de guerra:
Es la tranquilidad en el orden y en la justicia.

2305. Jesús declara bienaventurados (dichosos) a los que trabajan por la paz (Mt. 5, 9).

2306. Validez de la defensa de los derechos humanos por medios pacíficos.

EVITAR LA GUERRA (2307-2317)

2307. No se puede destruir voluntariamente la vida humana.

2308. Todo ciudadano y gobernante debe empeñarse en evitar las guerras y mantener la paz.

Sin embargo, agotados todos los medios de acuerdo pacífico, no se puede negar a los gobiernos el derecho a la legítima defensa.

2309. Para que haya una legítima defensa mediante la fuerza militar, se debe tener en cuenta:

1. Que el daño causado por el agresor sea duradero, grave y cierto.

2. Que todos los demás medios para acordar la paz hayan sido impracticables o ineficaces.

3. Que se reúnan posibilidades ciertas de éxito.

4. Que el empleo de las armas no entrañe males mayores que los que se pretenden evitar.

Estos son los elementos tradicionales en la doctrina llamada de la “guerra justa”.

Es inmoral e ilegítima la recientemente llamada doctrina de la “guerra preventiva”.

2311. La objeción de conciencia para los que no quieran tomar las armas:
Deberán servir a la Nación de otros modos.

2312. El conflicto armado no está exento de leyes morales.

No todo es lícito entre los contendientes.

2313. Se debe tratar con respeto y dignidad a los no combatientes, a los heridos y prisioneros.

De lo contrario, habrá crímenes de guerra.

No exceptúa de éstos la obediencia debida a órdenes injustas y criminales (como el hundimiento del Belgrano fuera de las aguas de exclusión en la guerra de Argentina-Gran Bretaña por las Islas Malvinas).

Hay obligación moral de desobedecer órdenes injustas y criminales (ejemplo: los pilotos judíos que se niegan a hacer ataques “selectivos” sobre los palestinos).

2314. Es un crimen tratar de destruir ciudades enteras o amplias regiones con sus habitantes, ya sea con bombardeos o con gas tóxico, y hay que oponerse a ello (poder nuclear, químico o biológico).

2315. La carrera de armamentos (acumular más que el otro) no disuade ni asegura la paz.

Acrecienta la tensión y la posibilidad de conflicto.

Las sumas invertidas impiden el desarrollo de los pueblos, principalmente los más pobres, y hace mermar la ayuda hacia ellos.

2316. La producción y comercio de armas debe ser regulada.

La búsqueda de intereses personales o colectivos no legitima el FOMENTO de luchas armadas y fratricidas entre las naciones, ya sea de forma privada o por medio de grupos (cfr. El juicio a gobernantes argentinos por venta ilegítima de armas a naciones latinoamericanas en conflicto, cuando ellos era “garantes” de la paz entre ellas...

2317. Las injusticias y desigualdades sociales, la envidia, la desconfianza, amenazan sin cesar la paz entre los hombres y las naciones.

Todo lo que se haga para evitar estos desórdenes y desigualdades contribuye a edificar la paz y evitar la guerra.


Gustavo Daniel D´Apice
http: //es.catholic.net/gusdada
http: //webs.uolsinectis.com.ar/gusdada







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