Participemos todos
Por: Redacción | Fuente: Catholic.net alianza con Voto Católico
Cuando pensábamos que el entuerto jurídico del Instituto Nacional Electoral, denominado “intercampañas”, un periodo que jurídicamente impide a los aspirantes a la Presidencia de la República, formular propuestaselectorales, representaría un descanso a la andanada de planteamientos sin fondo y ocurrencias que escuchamos durante las precampañas internas.
Los precandidatos y sus equipos de asesores han encontrado en el ataque, la descalificación, la denostación y calumnia, la fórmula idónea para no perder la notoriedad que obtuvieron durante los meses de diciembre y enero, y de pasada según sus cálculos políticos construir a partir de la ruina de sus oponentes, diferenciales y atributos que les permitan sumar puntos en las encuestas y ganar nuevos adeptos.
Bajo esta lógica en las últimas semanas hemos sido testigos de noticias, filtraciones, situaciones y hechos que se apartan totalmente de todo principio ético y de respeto hacia el adversario y los propios ciudadanos.
Una temeraria estrategia que sin bien puede ser aplaudida por los círculos más duros y recalcitrantes de los partidos políticos, es reprobada por la mayor parte de la sociedad, quien ve con profunda decepción e indignación, que lo que parecía ser el proceso electoral más grande e importante de la historia de nuestro país, en términos de replanteamiento y definición de objetivos y aspiraciones nacionales, no representa para los políticos, más que un botín sexenal, una lucha por el poder, que hay que disputar con uñas y dientes.
Uno de los fenómenos inmediatos que puede propiciar esta guerra sucia, y que ha salido a la luz y se ha fortalecido en los últimos días es el abstencionismo y el voto reaccionario e ideologizado.
Por más difíciles y complejas que estén las cosas, los mexicanos de buena fe, no podemos ausentarnos de tomar una posición y estudiar a quien le debemos dar nuestro voto, así como promover la participación de
todos.
Debemos exigir a los candidatos que dejen de lado la política del descredito y el litigio judicial actos de campaña y medios de comunicación, y que en su lugar expongan sus proyectos con los que piensan sacar a delante al país de los múltiples problemas que enfrenta.
Los católicos tenemos la obligación de revisar detenida y objetivamente las propuestas y compromisos que se refieran a la protección de la vida humana desde la fecundación, la promoción de la familia, entendida como la unión entre un hombre y una mujer, el derecho de los padres a educar a sus hijos, la educación en valores, aspectos que son imprescindibles para consolidar el desarrollo social.
Como individuos y sociedad debemos desarrollar una capacidad de reflexión, que nos ayude a no movernos a partir de reacciones inmediatas, a no movernos de una manera ideológica con la izquierda o la derecha, sino con el aquel candidato que nos garantice una mejor opción para el país, los niños y las familias.
Durante su primer encuentro con medios de comunicación como Arzobispo Primado de México, el Cardenal Carlos Aguiar Retes, llamo a los ciudadanos a dar un voto razonado, no un voto reaccionario, y preocuparnos por que participemos todos.
Involucrémonos en el proceso electoral, derrotemos la indiferencia y el odio. Asumamos nuestro compromiso. Para fortalecer la democracia y transformar la cultura, no hay otro camino, más que la participación ciudadana. El voto de todos es necesario e importante.