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El esplendor de la vida, el matrimonio y la familia.
Conferencia: La vida, es alegria, es abrazo.


Por: Redacción | Fuente: Catholic.net



El dia de hoy Catholic.net les presenta una reseña de la conferencia: El esplendor de la vida, el matrimonio y la familia. Impartida por Monseñor Vicenzo Piaglia, en el marco del Encuentro Especial de las  Autoridades de la cede central de Roma en México del Pontificio Instituto Teologico Juan Pablo II.

La conferencia comenzo con una introducción impartida por Alejandro Landero, Director Nacional del Instituto.

La vida, es alegria, es abrazo.

 

Los relatos de la creación en el libro del Génesis contienen, en su lenguaje simbólico y narrativo, profundas enseñanzas sobre la existencia humana y su realidad histórica. Estas narraciones sugieren que la existencia humana se basa en tres relaciones fundamentales estrechamente conectadas: la relación con Dios, con el prójimo y con la tierra. Según la Biblia, las tres relaciones vitales se han roto, no sólo externamente, sino también dentro de nosotros. Esta ruptura es el pecado.



(Laudato Si, 66)


Laudato Si, es un hermoso canto a la vida y una propuesta social de restablecer el plan De Dios con respecto a la vida.

El Papa Francisco, en continuidad con San Juan Pablo II y el Papa emérito Benedicto XVI, propone una nueva ecología humana, que favorezca el orden de la creación, las nuevas generaciones tienen una oportunidad, rescatar la armonía  con la naturaleza, es decir una ecología integral donde la cultura de la vida florezca.

 

Concluida la introducción, se dio pie al inicio de la intervención de Monseñor Vicenzo Paglia:



 

El ser humano debe de experimentar  un sufrimiento personal de lo que le pasa al mundo, para saber como cada uno puede aportar para mejorar.


Se trata de tener inteligencia emocional de la realidad que nos rodea, así en dicha perspectiva podemos entender los desafíos del mundo de forma propositiva.

Esto para captar, los signos de los tiempos, que indican la presencia de la acción de Dios en la historia de la humanidad.

ELl mundo no puede ser analizado desde uno de sus aspectos, el libro de la naturaleza es uno e indivisible incluyendo la familia y la vida, la degradación de la naturaleza esta estrechamente unida a la cultura que reina a la humanidad: el todo es superior a las partes.

Un horizonte increíble.

Existe una visión común que une los fenómenos de la bioética.

Poner entre paréntesis las dimensiones humanas significa considerarlas irrelevantes, la consecuencia es que el ser vivo sea estudiado dejando de lado la experiencia y el sentido de su existencia.

La ciencia a buscado mejorar el bienestar del hombre, sin embargo  no debe ser un paradigma exclusivo a expensas a otras dimensiones, ya que existe el riesgo que se imponga una especie de dictadura de la técnica.

El hombre no puede convertirse en el creador de sí mismo.

El humano, no es un producto por tanto no puede estar determinado por la técnica; Esta no es la unica religion del futuro: no es la guardiana de la verdad, por tanto es difícil creer que se convierta en la protagonista de la transformación del mundo.

¿Cuáles son los parámetros implícitos en "la mejora de lo humano"?

La técnica no es el problema, el problema es ver la técnica como lo único que determina al hombre.
Si la técnica aparece como defensa de lo humano, en la actualidad es lo inverso : hay que defender la creación de la explotación
Este es el resultado del imperialismo de la lógica instrumental .

El poder del conocimiento técnico, nos obliga a reconsiderar nuestros valores íntimos, y nos lleva a plantearnos la pregunta fundamental : la existencia del hombre y de  la creación.

La alianza entre el hombre y la mujer.

Los padres saben que la transmisión de la vida es un don del que son mas administradores que dueños, es una dispoción parcial: se acepta el ser padre y se es responsable de acoger la vida.

Cuando los padres perciben la paternidad como algo vinculante,  pasa por un acto de conciencia que interpela su libertad. Se dan cuenta que les fue dado el don. El descubrimiento de esta reciprocidad, se logra a través de un retorno sobre la experiencia divina: se le quiere dar al otro las mismas oportunidades y calidad al otro que a mi se me han dado. El hijo se hace así presente en el horizonte de los padres, con sus necesidades.

La noción de libertad pierde su carácter individualista, encuentra en los demás un punto de partida. Una libertad absoluta es el virus más peligroso de la conciencia contemporánea.

Una libertad sin limite pide ser dueña de lo que no es su propiedad: el comienzo y el fin de la vida, y esta es la razón del por qué se cuestiona el inicio y el fin de la vida. La raíz antropológica de esto: el individualismo radical, la mejor perspectiva que destruye la convivencia en la sociedad.

La generación

Los vínculos en los que estamos incorporados nos permiten existir, especialmente cuando contrarrestan la expansión del yo, en su ausencia la libertad no podría existir.

La generación introduce un elemento específico a la idea de relaciones

La relación bíblica y la tradición de la iglesia ayudan a comprender el significado de la genealogía

Es en el misterio de Dios donde se oculta el dinámismo del Ser que se dona y da la vida.
Es una relación Trinitaria: generar y ser generado; Dios es generación en sí mismo.

Sí extendemos la mirada  a la historia de los pueblos entendemos la vida.

Discernir los signos de los tiempos

En el Concilio Vaticano II  se insistió en observar los signos de la época, e interpretarlos a la Luz del Evangelio.

Esta expresión muestra la importancia de la historicidad del mundo y la Iglesia, todo lo que acontezca en el mundo, no le resulta indiferente a la Iglesia, el mundo es donde la Iglesia da testimonio y participa en el drama de la vida humana

Los últimos siglos ha presenciado muchos cambios sociales y culturales. La ambivalencia de la historia humana a llevado a la Iglesia a ser  cauta, tales actitudes se han ido modificando  gracias al diálogo de teólogos con las culturas.

A La luz del Evangelio se ha hecho un mayo discernimiento, para ver al Espíritu de Dios, hablar a través de los acontecimientos.

 







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