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En Uruguay una decana universitaria propone violar la laicidad
El marxismo cultural gramsciano parece que está triunfando


Por: Carlos Alvarez Cozzi | Fuente: Catholic.net



Si no fuera por nuestra reacción la noticia que salió publicada recientemente en el Semanario Búsqueda de Uruguay hubiera pasado naturalizada. Tan grave es lo que propone la decana Mangarelli, de la Facultad de Derecho estatal, que amerita este comentario. ¿Pero que es lo que dijo la decana? Transcribo el link de la nota.

Lo que afirmó muy suelta de cuerpo es que el Derecho en esa Facultad va a ser enseñando desde la perspectiva de género, atravesando la misma todas las asignaturas. No solo las referidas a familia sino a todas las asignaturas.

Sabido es que la perspectiva es un nombre menos llamativo que ideología, en este caso la de género, a la que dicha perspectiva tributa naturalmente. Y esa ideología no sólo es anti científica sino que atenta contra la laicidad que debe observar todas enseñanza sea o no estatal. Porque el Estado no puede adoptar ni enseñar ninguna ideología como propia sin violar flagrantemente la laicidad.

En dicho estudio fundamos claramente nuestro aserto: “La laicidad del estado es incompatible con la promoción oficial por parte de este de cualquier ideología como suya”.

Y esto es ni más ni menos que lo que propone la decana. Lo que significa además que se enseñará Derecho en esa Facultad en perspectiva marxista porque eso es la perspectiva de género: el desconocimiento de la realidad biológica sustituida por una ideología falsa que estima que el hombre es el enemigo de la mujer y que vivimos en un estado de lucha de sexos, remedo de la marxista lucha de clases. Y esto es muy diferente que la igualdad ante la ley que preceptúa el art. 8 de la Constitución de la República o los justos derechos a la igualdad que la mujer tiene derecho a reclamar por su propia dignidad y en respecto de sus derechos humanos! Con lo que estamos totalmente de acuerdo. No, lo excede largamente convirtiendo ese reclamo justo en una lucha desaforada y propia no de la igualdad y complementariedad hombre-mujer sino como forma de lucha abierta contra lo que llaman risiblemente la cultura del “patriarcado”. Esa es la ideología que propugnan los grupos LGBTIQ y feministas radicales de género.

Enseñar Derecho o cualquier disciplina desde la perspectiva de género es contrario al estudio científico y serio de cualquier disciplina y sería lo mismo que enseñar desde la perspectiva de raza, nacionalidad, ideología política o filosófica o credo religioso. Es precisamente lo contrario de lo que debe hacer la Universidad. A este estado hemos llegado. Y lo más grave es que pocos lo advertimos. El marxismo cultural gramsciano  parece que está triunfando: se han adoctrinado y adormecido las conciencias.







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