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¿Querés salvar a tu familia? ... ¡Hacé como Noé!
Debemos ir a contracorriente y tratar de ser cada vez más fieles a los mandatos de Dios.


Por: Jerónimo Expósito | Fuente: Catholic.net



Noé recibió precisas instrucciones de Dios. Ciertas medidas de largo, ancho y altura; cierto diseño, cierta madera... ¡Un arca! Dios le pedía abandonarlo todo y construir un barco... en el desierto.

La historia del arca de Noé no habla de la ira de Dios. Habla de la obediencia de un hombre, gracias a la cual salvó a su familia.

Noé, aunque sin entenderlo, aunque sin poder explicarlo, se hizo obediente a Dios. No trató de hacer un barco a su medida o con sus maderas más a mano o con un diseño propio. Fue fiel al mandato de Dios. Confiando en que ESE era el que lo salvaría. Y gracias a eso, fue salvo el y su familia.

Quizás, para mantener a salvo a nuestras familias, debamos hacer como Noé: ser obedientes, con humildad y esperanza. Confiando en que ese es el camino seguro para nuestra salvación y el de nuestra familia. Esa gran inundación bíblica bien podría representar el mal en el mundo, del que tenemos el deber de mantener lejos de nuestras familias, y no ser germen de cultivo de conflictos, odios... del mal.

El diablo tiene por blanco a las familias. Más que nunca en estos tiempos. Sabe que ese es el futuro de la sociedad, de la Iglesia. Enfrentémoslo con la confianza puesta en nuestro Dios, en nuestra Madre que sabe vencerlo.



Entonces, a la manera de Noé, quizás debiéramos ceñirnos más "al diseño" de Dios, a sus mandatos. Aunque no los entendamos... aunque no podamos explicarlos... Sólo apoyados en la confianza de un Padre que nos ama como nadie más podría hacerlo. Un padre que no hará nada para nuestro mal o nuestro sufrimiento... Sino que todo lo que permite es para nuestro crecimiento y salvación.

A pesar de este mundo herido por el pecado, debemos ir a contracorriente y tratar de ser cada vez más fieles a los mandatos de Dios. ¡Aunque nos parezca que nos pide construir un barco en el desierto!

La santidad es, ni más ni menos, un camino seguro a la salvación.

¡Que Dios bendiga a tu familia!









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