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El objetivo de la controversia era debilitar a Benedicto XVI
El secretario privado del Papa emérito responde.


Fuente: Zenit.org



El periódico italiano Il Corriere della Sera entrevistó a Mons. Georg Gänswein, secretario privado del Papa emérito y Prefecto en funciones de la Casa Pontificia del Papa Francisco. La entrevista se dio en el contexto reciente de las acusaciones vertidas injustamente contra Benedicto XVI y de su carta de respuesta. Mons. Gänswein ha sido el portavoz en foro público del Papa Benedicto en este periodo.

De hecho, a la carta del Papa emérito, Mons. Gänswein acepta llamarla “testamento espiritual”: “Es la imagen de su pensamiento, de sus sentimientos, de su sinceridad moral e intelectual. Mientras la escribía, pensaba en las víctimas de los abusos. Y frente a él, frente a sus ojos, tenía a Dios mismo. Verás, un hombre puede engañar a otras personas, pero no puedes engañar a Dios”.

Y es así que el entrevistador le interpela directamente cómo explica los ataques contra Benedicto XVI de la última semana: «Hay una corriente que realmente quiere destruir su persona y su obra. Nunca ha amado su persona, su teología, su pontificado. Y ahora hay una oportunidad ideal para llegar a un acuerdo, como buscar una damnatio memoriae. Muchos desgraciadamente se dejan engañar por este cobarde ataque, hay mucho barro. Una cosa triste».

Sobre la salud del Papa emérito, un hombre de 95 años, Mons. Gänswein dice que “Físicamente es un hombre muy débil, como es natural a su edad. Vivimos con él, rezamos con él, pronto rezaremos el rosario y las vísperas como cada día. Y su debilidad física no quita nada a su presencia espiritual e intelectual».

Por otra parte, en una entrevista al TG1 (noticiero italiano), el mismo secretario privado del Papa emérito reveló que el Papa Francisco escribió a Benedicto XVI: “Llegó una carta muy hermosa del Papa Francisco a Benedicto XVI, una carta en la que habla como pastor, habla como hermano y habla también como una persona que volvió a expresar su plena confianza, su pleno apoyo y también su oración».



En esa misma entrevista subrayó: «Quien lea la carta con sinceridad, tal como fue escrita, no puede compartir estas críticas o acusaciones. Pide perdón a todas las víctimas de los abusos». Y añadió sobre las acusaciones: “Si tienen pruebas, entonces tienen que decir «esto es una prueba de que efectivamente eres culpable», no es el acusado quien tiene que demostrar su inocencia. Pero en este caso no hay pruebas”.

Sobre este mismo tema de la falta de pruebas había contestado a Il Corriere della Sera: “El análisis de los hechos, junto con la carta, da una respuesta muy clara: sí, hay un pequeño equipo de personas cualificadas ayudando a Benedicto, hubo este error y lamentablemente ninguno se dio cuenta. Fue claramente un error editorial, no intencionado, y Benedicto lo lamentó mucho. Pero el hecho es que un error y una mentira son dos cosas diferentes. Y la sustancia no cambia. Los propios autores del informe respondieron que no había «pruebas». No puede ser”.







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