No tiene que ser algo muy costoso, un mantel lindo, un cirio, un crucifijo, una imagen de la Santísima Virgen y la Biblia al centro.

Esto no es un acto de idolatría sino de adoración a Dios porque la Biblia contiene La Palabra de Dios y en Juan 1, 1 nos dice “En el principio existió La Palabra y la Palabra estaba junto a Dios, y La Palabra era Dios” y en Juan 1, 14 dice también “Y La Palabra se hizo hombre, y habitó entre nosotros”.

Es así que al poner la Biblia en un altar es al mismísimo Jesús al que estamos exaltando y glorificando.

SEGUNDO.  Busca 30 citas para que las mediten en familia.

Podemos tomarlas al azar y que sean cortas o podemos buscar la lectura del Santo Evangelio de cada día del mes de septiembre y después meditarla en familia para tratar de sacar una enseñanza para cada uno.

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Si es una cita corta es más fácil recordarla a lo largo del día, si es el Santo Evangelio del día es para leerlo y meditarlo en familia, para acogerlo en el corazón.

TERCERO. Cada semana mediten el Evangelio del domingo.

Con la Sagrada Escritura también se puede hacer oración. La Lectio divina es una gran herramienta que nos ayuda a hacer nuestra La Palabra de Dios y así poder llevarla a la vida cotidiana.

Consta de 5 pasos sencillos:

Lectura. ¿Qué dice el texto?
Meditación. ¿Qué me dice el texto?
Oración ¿Qué le digo a Dios sobre el texto?
Contemplación ¿Qué me llama más la atención en el texto para llevarlo a mi vida cotidiana?
Acción. ¿Qué acción concreta voy a realizar durante esta semana?

Podemos comenzar a realizarla con el texto del Evangelio de cada domingo y siempre es mejor hacerlo en familia para que nuestros hijos aprendan a realizarlo.

CUARTO.  Los más pequeños deben estar incluidos también.

Ya sea en la oración o en la escucha de La Palabra de Dios, pueden participar ya que podemos hacerles dibujos para que los iluminen mientras hacemos la oración, ellos pueden dibujar lo que van escuchando de las lecturas que escogimos, etc.

Otra forma de involucrarlos es que los pongamos a ver las cápsulas que ya existen sobre la Biblia, las historias y los personajes de la Biblia, así los mantendremos en un ambiente bíblico.

Y QUINTO.  Que la Biblia sea la base de todo lo que hagas.

Primero que nada es importante que tengamos en cuenta que nadie ama lo que no conoce, por eso es necesario conocer La Palabra de Dios para amarla y hacerla parte de nuestra vida cotidiana.

Ya sea para nuestros deberes de estado, como para nuestros apostolados y hasta para la propia dinámica familiar es importante tenerla como base y guía.

Se trata de que se vuelva un estilo de vida familiar que tenga la Biblia como centro y base; y para eso debemos acostumbrar a nuestros hijos a estar en contacto con la Biblia en la vida cotidiana y como auxilio en las dificultades y en los momentos confusos.

Así la Biblia debe ser parte de nuestra vida familiar.