Camino de Santiago
Por: Antonio Albalá | Fuente: Viajes Mundiplus
La historia del Camino de Santiago relata que las primeras peregrinaciones nacen en la Edad Media como peregrinación cristiana hacia la tumba de Santiago de Zebedeo, también conocido como Santiago el Mayor, uno de los Apóstoles principales de Jesucristo. La leyenda nos cuenta que, una vez decapitado por orden de Herodes, en el año 44 de nuestra era, sus restos fueron trasladados por sus discípulos, desde Palestina hasta un lugar situado en Gallaecia (actual comunidad gallega), en una “barca de piedra” donde, después de múltiples adversidades, traslados y vicisitudes, reposan en el interior de una urna de madera repujada en plata, situada debajo del altar Mayor de la Catedral de Santiago, junto a sus discípulos Atanasio y Teodoro.
Desde entonces, Santiago de Compostela junto con Roma y Jerusalén, constituyen los tres lugares Santos de Peregrinación en el mundo del Cristianismo.
El Camino de Santiago está considerado por la UNESCO, Bien de Patrimonio Mundial, Premio Príncipe de Asturias a la Concordia, así como Gran itinerario Cultural Europeo por el Consejo de Europa, entre otra multitud de reconocimientos internacionales.
Las diferentes rutas de peregrinación hacia Santiago de Compostela, atesoran más de mil años de historia, transitando por pueblos, villas y ciudades con una gran tradición histórica, riqueza cultural, monumental, arquitectónica y gastronómica que atrae cada año a cientos de miles peregrinos y turistas de todas las partes del mundo, bien sean o no creyentes y que podréis disfrutar en vuestro Camino.
Peregrinar a Santiago, como peregrino, como viajero o turista, no es simplemente realizar un recorrido turístico o deportivo, es todo eso, pero mucho más. Es encontrarse con las raíces religiosas de cada persona y revivir un camino de transformación interior, es caminar, al ritmo de otros siglos, es peregrinar….
Para muchas personas la peregrinación, a pie, a Santiago de Compostela es una de las experiencias más gratificantes de su vida, después de haber recorrido jornadas de camino a través de paisajes de excepcional belleza, haber compartido experiencias de vida con otros peregrinos de diferentes culturas y nacionalidades.
Llegados a vuestro fin de peregrinación, sentiréis un “cosquilleo” y un cúmulo de emociones de difícil explicación, ante la llegada a la Plaza del Obradoiro, con la Catedral de Santiago como testigo.
Cumpliréis la tradición de la visita a los restos del Apóstol, asistir a la misa del peregrino, dejarse purificar por el incienso que desprende el Botafumeiro con su espectacular vuelo y recoger vuestra Compostela, que os acreditará como “peregrinos” que habéis realizado vuestro Camino de Santiago.
Sea cual sea vuestra motivación, os invitamos a realizar esta experiencia de vida, única para los millones de personas que a lo largo de 1400 años han realizado y realizan su Camino de peregrinación, buscando “algo” y que estamos completamente seguros que os dejara un recuerdo imborrable que perdurará de por vida.
QUÉ ES EL AÑO SANTO O XACOBEO
El primer Año Santo/Jubilar/Jacobeo fue establecido por el Papa Calixto II en 1122 para el año 1126. Los Años Santos se celebran, desde entonces, cuando la festividad de Santiago (25 de Julio), cae en domingo. Periódicamente, como norma general, se sucede estos años en una secuencia de 6, 5, 6 y 11 años. Próximos años santos en 2027, 2032 y 2038.
QUÉ ES EL JUBILEO
Desde el Siglo XII, la máxima autoridad de la iglesia cristiana establece mediante bula papa la indulgencia plenaria (el perdón de los pecados) a todos los devotos arrepentidos que visiten la Catedral de Santiago de Compostela durante el Año Santo.
Sea Año Santo o no, la peregrinación a Santiago puede realizarse cualquier año que uno desee y la motivación de la misma depende de cada peregrino.
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