La lucha contra la vida y sus contradicciones
Por: Salvador I. Reding Vidaña | Fuente: Catholic.net
Aprovechando los nuevos canales de comunicación universal, por la Red y la toma del poder en gobiernos y entidades internacionales, los promotores del aborto ganan terreno, con su eufemismo “interrupción del embarazo” o sin rodeos: aborto, tanto en una abrumadora promoción del mismo, como en cambios legales que permiten hacerlo sin penalidad alguna, y hasta visto como un “derecho” de la mujer a nivel de leyes e incluso de alguna constitución nacional.
Uno de sus principales argumentos, es que “el feto” no es persona humana, y que por tanto no puede ser objeto de culpa destruirlo, y de allí sin penalidad alguna. Llegan también en su lucha los proaborto, que presionan porque el personal médico se vea obligado a realizar abortos en los centros médicos en donde trabajan, y con feroz lucha para que no se reconozca el derecho a la objeción de conciencia, por la cual un profesional de la medicina pueda negarse a llevar a cabo un acto criminal conforme a su conciencia.
Y aunque los proaborto niegan la calidad humana de un recién concebido o de pocos días o semanas de vida intrauterina, dedican grandes esfuerzos para oponerse a las leyes que protegen la vida humana desde la Concepción. Insisten en que esa “bola de células” no son aún persona, y por tanto no se asesina a nadie. Sin embargo, pelean el “derecho” a destruir a un ser que ya tiene forma humana en el vientre materno, con un corazón que late y sus partes corporales ya en incipiente desarrollo, que se mueve por sí mismo.
Van aún más lejos, pues tratan de obtener protección legal para destruir un bebé ya completamente formado y en crecimiento en un vientre materno, con varios meses de gestación, y llegando a veces al extremo de pedir que se legalice el aborto justo momentos antes del alumbramiento y, peor aún, de matar a un bebé justo al acabar de nacer, cuando ya es una persona sin poder dudarlo.
La contradicción entre lo que ven y lo que dicen respecto a la vida de un ser intrauterino es más que patente, quedando en claro que no solamente no les importa que se mate a una persona humana en el vientre materno, sino que en muchos casos eso es precisamente su objetivo: matar millones de seres humanos para detener y reducir la población del mundo.
Si para los proaborto la vida intrauterina no es de personas humanas, ¿por qué atacan feroz y hasta legalmente a quienes buscan que en las legislaciones nacionales se proteja la vida antes del nacimiento? Si se habla del derecho a la libre elección de las personas, de sus valores y de expresión, ¿por qué insisten en que se castigue penalmente a los defensores de la vida antes del nacimiento, y en su caso en contra de la eutanasia?
Las posiciones y las luchas en contra de la vida humana antes del nacimiento por aborto y cercana a la muerte por eutanasia son indefendibles. Quienes luchan contra la vida claramente son partidarias de la muerte de niños y ancianos, con intentos de argumentación que fácilmente demuestran no tener sustento. Sufren una falta absoluta de conciencia, como es el caso de asesinos seriales, para ellos la vida de seres humanos (pero aparte de la suya propia, claro) no tiene valor alguno.
En la defensa de la vida ante los partidarios de la muerte, es importante no atacarlos, sino desenmascararlos en su falta de valores y de la maldad intrínseca de la defensa del aborto y la eutanasia, y de los intentos de imponerlos en el mundo, forzosamente en legislaciones y acuerdos internacionales. Demostrar que sus argumentos promuerte son espurios y sofísticos, inválidos ante los derechos humanos que inician con el de la vida. Y, por supuesto, orar al Señor para que les abra la mente a los abominables crímenes que son esas acciones que matan impunemente y propician el asesinado de personas con derecho a vivir.
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