Religiosidad popular, una oportunidad para evangelizar
Por: Héctor Martín Cervantes Hernández | Fuente: Semanario Alégrate
Si tenemos bien claro el objetivo de formar y atender adecuadamente a todo el pueblo católico a nivel masivo, utilizando todos los medios posibles; no faltarán iniciativas para alcanzarlo. De otra manera, seguirá pasando en el campo religioso lo que ocurre en el campo económico: de una parte hay unos cuantos afortunados, que cuentan con todo tipo de recursos, y de otra parte hay una enorme masa de desheredados, que no cuentan ni con lo necesario para una vida digna. Lo extraño es que, mientras muchos elevan el grito al cielo por las injusticias que se dan en el campo económico, no mueven ni un dedo para acabar con la enorme desigualdad que se está dando en el seno de la Iglesia.
La religiosidad popular no es cierto que haya que dejarla así como está. Es necesario purificarla en todos sus aspectos.
Es necesario aprovechar las prácticas de piedad para evangelizar al pueblo católico. ¿Cómo? Haciendo un uso abundante de la Palabra de Dios: Rosario Bíblico, Vía crucis Bíblico, Posadas Bíblicas, Novenario de difuntos Bíblico, etc. El enorme éxito que está teniendo este tipo de folletos, es un claro reflejo de la gran sed de Dios, presente en el pueblo católico.
Otra oportunidad son las fiestas religiosas populares. Hay que reestructurarlas en la medida en que sea posible: evitando verlas como pretexto para obtener recursos económicos, distribuyendo sacramentos al por mayor, con escasa preparación.
Aparte de esto, hay que ver cómo aprovecharlas para evangelizar:
Sustituyendo el baile con música profana por “discos católicas”, conciertos o concursos de coros y danzas o coreografías con alabanzas.
Desmitificando a los santos con sus relativas imágenes, mediante obras teatrales, concurso con disfraces de santos y carros alegóricos bíblicos o que representen al santo que se está festejando.
Si los agentes de pastoral empiezan a ver las fiestas religiosas populares en una perspectiva de evangelización, no les faltarán iniciativas para su imaginación creativa, propiciando un nuevo despertar en el arte popular: promoviendo algún concurso bíblico entre niños, adolescentes, jóvenes y adultos, concurso de poesía, declamación de salmos.