Menu


Ser perdonados y perdonar
Podemos dar gratis lo que gratis hemos recibido.


Por: P. Fernando Pascual, LC | Fuente: Catholic.net



Dios manifiesta su Amor hacia los hombres con el maravilloso regalo de la misericordia.

Desde ese Amor que perdona, los pecadores nos sentimos acogidos y recibimos fuerza para el arrepentimiento que nos acerca al sacramento de la penitencia.

La experiencia de ser perdonados nos lleva al paso del perdón: podemos dar gratis lo que gratis hemos recibido.

Igualmente, ser perdonados nos invita a no condenar, a no juzgar, a tener un corazón realmente comprensivo ante los defectos de los demás.

Entonces resulta posible perdonar. Y perdonar nos introducido todavía más en la ternura y amor de Dios.



Un texto de un autor anónimo lo explica de un modo breve y sencillo:

“Quien, al pensar en cuántas veces tuvo necesidad del perdón de Dios y de los hombres se abstiene de juzgar y mira con compasión a aquellos que sabe están en el error, tendrá la benevolencia de Dios” (Maestro de San Bartolo, Abbi a cuore il Signore).

Vivimos así la invitación del Señor: “Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados” (Lc 6,36-37).

Podemos evitar el riesgo de condenar a los otros desde esa sencilla experiencia: Dios no me ha condenado. Por eso yo estoy llamado a no condenar a mis hermanos.

Entonces abrimos el mundo a la misericordia divina, y nos hacemos un poco semejantes al Padre, que llama con lazos de amor a cada uno de sus hijos.









Compartir en Google+




Reportar anuncio inapropiado |