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San Juan Crisóstomo

¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego?
Meditación al Evangelio 13 de septiembre de 2024 (video)


Por: Mons. Enrique Díaz | Fuente: Catholic.net



De todos es conocido que es muy difícil encontrar un consejero sincero y sabio. Podremos tener consultores económicos y fiscales, consejeros de negocios, pero encontrar a alguien en quien confiar nuestra vida, es bastante difícil. Ya decía un escritor que nadie acepta consejos, en cambio todos estamos dispuestos a aceptar dinero, entonces, concluía, es más importante el dinero que los consejos. ¿Y quién se arriesga a dar un consejo?

Todavía más difícil, porque tendríamos que ponernos en los zapatos del otro, en sus circunstancias y limitaciones, para poder aconsejar con sabiduría. Pero a lo que con frecuencia estamos dispuestos, es a criticar y a acusar. Lo vemos en nuestra patria: son muchas las acusaciones de partidos y de personajes, y pocas las aportaciones y compromisos. Esto sucede también en los grupos pequeños, en la comunidad y en la familia. Por eso es la invitación de Jesús a buscar primero la armonía y el equilibrio interior antes de buscar dar a otros la paz que nosotros no hemos encontrado.

San Pablo en su carta a los Corintios nos manifiesta la forma en que él está predicando el evangelio: “sin estar sujeto a nadie, me he hecho todo a todos para ganarlos a todos”. Se necesita estar muy cercano al otro, participar de sus necesidades y forma de sentir, escuchar, atender para poder entender. No, de ninguna manera se trata de solapar o condescender con el mal. Ser muy claro para denunciar qué está mal, pero no condenar al que se ha equivocado. Ser duros con el pecado, pero no con el pecador. Y también esto es lo que hace Cristo como nos lo manifiesta a cada momento San Lucas.

Siempre está dispuesto a la misericordia, pero también siempre tiene una gran claridad para desenmascarar el pecado y la mentira. ¿Quiénes son ahora nuestros guías y hacia dónde nos están llevando? Tendremos que pensar si la sentencia de Jesús condenando a “guías ciegos”, no se hace duramente real en nuestros ambientes. ¿De dónde toman los jóvenes sus modelos? ¿Cuáles son las aspiraciones que van poniendo en su corazón? Son muchas las preguntas y las reflexiones que hoy nos podemos hacer delante de Jesús. Que solamente Él sea nuestro guía y nuestro maestro.







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