"El Señor ama al hombre justo" Salmo 145
El Reino de Dios ya está entre ustedes
Por: Mons. Enrique Díaz | Fuente: Catholic.net
En los tiempos de San Lucas sucedía exactamente lo mismo que en nuestros días: muchos querían ver de un modo espectacular el Reino de Dios y se desalentaban cuando encontraban dificultades que provenían de los mismos creyentes y obstáculos que provenían del exterior de la comunidad. Por eso recuerda San Lucas las palabras de Jesús que cuestiona a los fariseos que quisieran ver llegar el Reino de Dios de un modo espectacular y aparatosamente, cuando el Reino llega en silencio, en pequeñez, en humildad. El Papa Francisco nos dice que la gran tentación de nuestro tiempo es el desaliento porque no vemos claro que quienes dicen tener fe logren construir un mundo mejor. De repente aparecen predicadores que con entusiasmo contagian multitudes, pero al poco tiempo desaparecen y dejan una estela de dudas y descontentos. No han construido sobre las bases sólidas de la Palabra de Dios vivida diariamente, en la convivencia con las situaciones familiares, de trabajo y de lucha. Ciertamente el Reino de Dios tendrá que aparecer pero se requiere, como dice Jesús, “padecer mucho y ser rechazado por los hombres de esta generación”. Recuerdo que cuando el Papa Benedicto visitaba España, si bien la mayoría de las personas lo recibían con alegría, hubo grupos que se oponían a su visita y hacían mofa de sus declaraciones sobre la familia, la homosexualidad, el matrimonio y los valores de la vida. Hay quienes quisieran endulzar el evangelio para que no presentara tanto contraste frente a la vida actual, y ciertamente el evangelizador tendrá que aprender los códigos nuevos de comunicación, pero no puede abandonar los verdaderos valores de la justicia, de la verdad, del amor por la vida, de la defensa del pobre, de promoción de la fraternidad. Si alguien te persigue por ser honesto, veraz y recto, no te preocupes, estás construyendo el Reino de Jesús. Pero si la mofa es porque no somos coherentes entre lo que decimos y lo que actuamos, tendremos que reflexionar y poner nuestras acciones frente a las palabras de Jesús. ¿Cómo esperamos y estamos construyendo nosotros el Reino de Dios?