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El hilo que no se rompe
Por: Rafael Moya | Fuente: Cristo en la Ciudad

A veces, la ciudad también se siente así:
Una cuerda tensa, desgastada, al borde del colapso.
Relaciones, trabajos, cuerpos, esperanzas...
Todo parece a punto de romperse.
Pero Cristo camina justo ahí:
En el hilo que aguanta.
En la fibra que no se rinde.
En el suspiro que dice: "uno más, solo un día más".
Él no llega cuando todo está fuerte.
Llega cuando apenas se sostiene.
Y ahí, entre el desgaste y la fe,
—sin ruido, sin milagros de feria—
Cristo anuda con ternura lo que parecía perdido.
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