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Salmo 20: "De tu poder, Señor, se alegra el rey"

¿Vas a tener rencor porque yo soy bueno?
Meditación al Evangelio 20 de agosto de 2025 (video)


Por: Mons. Enrique Díaz | Fuente: Catholic.Net



Constantemente estamos escuchando las continuas polémicas entre partidos y la lucha despiadada por el poder. Las declaraciones, las zancadillas, las descalificaciones y la ambición por el poder, no se pueden ocultar. Creo que sería muy provechosa, tanto para ellos, ganadores o perdedores, como para nosotros, una lectura pausada y reflexiva del texto de los Jueces que nos propone la liturgia de este día. Los israelitas piden un rey y escuchan esa famosa parábola de los árboles que buscaban quien reinara entre ellos. Ninguno acepta porque no está dispuesto a renunciar a sus propias habilidades y cualidades: la vid no quiere renunciar a sus uvas y a su vino; la higuera quiere seguir dando frutos; el olivo está feliz produciendo aceite; solamente la zarza acepta y les pide vayan a refugiarse bajo sus ramas. Quizás sea una apreciación muy crítica y adversa sobre las autoridades y reyes de la tierra, pero tiene un gran fondo de verdad: cuando la persona por ambición y poder quiere estar sobre los demás se convierte en una zarza que lastima y hiere. El libro de los Jueces nos muestra esta faceta dura del ser humano que con tal de alcanzar sus planes no duda en matar, en engañar, en destruir… Hay otros textos muy favorables a la monarquía y a la autoridad como venidas de Dios, pero esta fábula nos hace reflexionar en los riesgos que afronta el pueblo que se pone en manos de autoridades injustas. La autoridad asume una gran responsabilidad para en justicia y equidad dar este servicio y no convertir los puestos públicos en aprovechamiento, mentiras y dictaduras. También el texto de San Mateo nos ayudaría a reflexionar en este mismo sentido. El buen gobernante ve por las necesidades de todos sus ciudadanos y procura estar más cercano de aquellos que menos tienen. Necesita en su corazón los dos principios básicos para gobernar: la justicia y la generosidad. Ser justos para no abusar del poder ni dejarse manipular por los poderosos; ser generosos para estar atentos a los más débiles, a los que no tienen trabajo, a los que llegan a última hora. Y a todos corresponde asumir una actitud de responsabilidad, de discernimiento, de participación, de búsqueda de justicia.

 







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