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Acompañados desde el amanecer
"El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará." (Deuteronomio 31:8)
Por: Rafael Moya | Fuente: Cristo en la Ciudad

Por: Rafael Moya | Fuente: Cristo en la Ciudad

Primer café del día. Ventanas empañadas. La ciudad apenas despierta.
Antes de salir a enfrentar el tráfico, las prisas y las conversaciones que no siempre son fáciles, hay un susurro que vale más que cualquier pronóstico del clima:
"Yo voy contigo."
Que Dios te acompañe no significa que el camino será perfecto, sino que nunca será solitario.
Él cuida en los pasos apresurados, protege en las esquinas inciertas y bendice incluso en medio de las interrupciones.
Hoy, mientras avanzas por calles llenas o pasillos silenciosos, recuerda que Su presencia no es un accesorio… es tu escudo invisible.
“El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará.” (Deuteronomio 31:8)
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