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El arte sagrado de la iconografía
La Fraternidad Monástica de la Paz ha ido desarrollando, desde 1980, el arte sagrado de la iconografía como expresión de su propio camino espiritual y como medio de comunicación entre Oriente y Occidente


Por: Fraternidad Monástica de la Paz | Fuente: www.fmdelapaz.org



«Uno solo es Cristo, Uno solo su Cuerpo»

Cada día, cada monje o monja, ofrece su vida a Dios por la unidad de la Iglesia. Es esta una misión que sienten y experimentan que el Señor les ha confiado, junto a otros hermanos y comunidades. Sienten que su vida es un instrumento que Dios quiere emplear para alcanzar la unidad del Cuerpo de Cristo y, en ello, emplean toda su existencia. Nada de lo que constituye lo específico de su vocación y la manera peculiar de vivir que el Señor les ha entregado tendría sentido, si no fuera para alcanzar esa unidad que, a semejanza de la que existe en el seno de la Trinidad, Dios quiere que tenga el Cuerpo de Cristo, la Iglesia.

Por ello, unirán en sí mismos una realidad occidental -sus propias personas, el lugar donde viven, la cultura en la que han nacido y la herencia recibida de la Iglesia latina, a la que pertenecen- a una espiritualidad oriental que han recibido de los Padres del Desierto -a quienes consideran sus maestros espirituales- y de la Tradición de la Iglesia.

Y esto lo viven desde el corazón. Pues, al igual que en el cuerpo humano, el corazón bombea la sangre y permite el funcionamiento de todos los demás órganos del cuerpo, así en la Iglesia, si el corazón permanece uno en el amor y en la comunión con Dios, alcanzará la unidad de todo el Cuerpo.

Por ello, desde «una vida escondida por Cristo en Dios» buscarán el Amor y vivirán con El en la seguridad de que El hará uno a todos los que creen en su Nombre. Y en lo exterior lo vivirán tomando elementos de la liturgia de rito oriental para enriquecer la propia liturgia latina y asumiendo -como legado recibido de la propia Iglesia- distintos elementos que unan, y conduzcan a los cristianos, a sentir con el corazón de la unidad y a sentir, como parte de un mismo todo, cuanto constituye ese patrimonio común que el Señor legó a su Iglesia y que los hombres han separado, roto, dividido.


El Monasterio de la Trinidad

Situado en la zona de influencia del nudo de carreteras entre Tángel, Montnegre y San Joan (en la provincia española de Alicante), fue edificado en el s. XVII y XVIII, sufriendo algunas reformas en la segundas mitad del s. XIX y restaurado por los monjes de la Fraternidad Monástica de la Paz que lo habitaron a partir del 26 de octubre de 1982. El 7 de julio de 1983, fecha en que se terminó de construir un edificio adecuado, las monjas de la Fraternidad trasladaron a él su residencia. En la actualidad podemos encontrar en él un edificio rectangular y principal que agrupa dos casas, una del siglo XVII en la que se encuentra la Iglesia del Monasterio, dependencias generales, una Sala Capitular que alberga la Colección Museográfica Permanente, la biblioteca y, en la planta superior, la Clausura de los monjes. Esta casa es notablemente mayor que la construida en el s. XVIII. Cuenta con un vestíbulo de grandes dimensiones que está dividido en dos tramos con hueco de gran luz en la zona intermedia; el ancho es superior a los cinco metros y la flecha del arco de medio punto queda muy elevada por estar alto el arranque.

En el tramo de la entrada se sitúa a la derecha el hueco de paso hacia la Iglesia de Santa María de la Paz y a la izquierda el inicio de la escalera de gran desarrollo con bóveda de sillería. Debido a su gran longitud atraviesa el ancho del pórtico central por un hueco de reducido tamaño rematado en arco de medio punto.

Al fondo del vestíbulo se encuentra el Refectorio de los monjes que ocupa toda la planta baja del edificio y une ambas casas. La otra casa de este edificio, construida en el s. XVIII, está destinada a «Casa de Acogida y Oración» con un gran vestíbulo de regular tamaño que está dividido en dos tramos con un muro intermedio perforado mediante un hueco rematado en arco de medio punto. En las plantas superiores se encuentran las habitaciones de vida familiar y social y los dormitorios para la acogida de personas que desean llevar a cabo unos días de retiro. El arco que da entrada al conjunto del Monasterio tiene un pórtico neoclásico rematado por un frontón triangular. Junto a dicho arco, en el lado opuesto del edificio principal, hay una pequeña capilla dedicada a la Madre de Dios Portaïtissa. Su planta es rectangular con puerta recayente a la plaza -llamada actualmente «Plaza de la Iglesia»- y con cubierta inclinada a dos aguas. La pendiente se refleja en la fachada principal donde hay una espadaña y un pórtico con arco de medio punto cubierto de teja.

Siguiendo por este lado y unido a la capilla de la Madre de Dios Portaïtissa, nos encontramos con la Sala 2 del Museo de Arte bizantino y una sala donde se exponen diversos trabajos de los monjes y monjas. A continuación: el taller de iconos. Sobre estas salas, encontramos los estudios de CETELMON TV Tras cruzar una valla con puerta de hierro de comienzos del s. XIX, nos adentramos en los jardines de «Sharon». Zona de oración y silencio rodeada de pequeñas casas o habitaciones para unos días de oración y residencia de familiares visitantes.

Tras cruzar otra zona de jardines que llevan por nombre «Belén» en conmemoración de la Familia de Nazaret y «Ain Karin» en memoria de los Santos Zacarías e Isabel -padres del Precursor- llegamos a la «Casa de las monjas». Zona acotada reservada a la clausura de las monjas. Y regresando por el perímetro exterior, tras pasar por los jardines denominados «Emaús» y «Mambré» en conmemoración de los pasajes bíblicos allí acaecidos, regresamos al edificio principal. Solamente nos queda señalar, que en el centro de la actualmente denominada «Plaza de la Iglesia», se encuentra la Iglesia de la Trinidad, desde la que se transmite la Eucaristía dominical a través de CETELMON, TV y cuyos frescos y ornamentación recuerdan el arte bizantino desarrollado en Rávena a partir del siglo V.


Un poco de historia

Desde el año 1980 hasta el día de hoy, la comunidad de monjes y monjas de la Fraternidad Monástica de la Paz -siguiendo la llamada del Señor, al tiempo que respondiendo a las palabras del Papa Juan Pablo II- ha ido desarrollando este arte sagrado como expresión de su propio camino espiritual y como medio de comunicación entre Oriente y Occidente, a la par que como medio de, como dijera en una ocasión Juan Pablo II, enriquecer a Occidente con los tesoros que permanecen en Oriente.

Primero el Monasterio de la Trinidad, en Muchamiel (Alicante- España) y, posteriormente el Monasterio de la Transfiguración del Señor en Castellón (España), abriría los propios «talleres de iconografía» que irán atendiendo la demanda de «iconos familiares», iconos para la liturgia propia de los Monasterios, así como el fondo de sus respectivos Museos.


El arte sagrado de los iconos

Desde el nacimiento de los iconos en la historia de la Iglesia, nunca éstos han sido considerados como una mera obra artística. Antes bien, los primeros iconógrafos, trataban de plasmar con colores y pinturas lo que los Evangelios expresaban con palabras (Concilio de Nicea II). Más aún, los iconos y, en general, la cultura bizantina, es una mezcla de cultura, arte, historia, fe... que se hace vida en el corazón de los habitantes del Imperio.

Desde los Emperadores hasta el campesino más humilde, vivían la experiencia de los iconos como expresión de la fe de un pueblo que experimentaba diariamente la intervención de Dios, de la Theotokos y de los Santos en su vida cotidiana, a semejanza de como lo vivían las primeras comunidades cristianas de Jerusalén.

Toda la cultura bizantina: arquitectura, escultura, pintura, orfebrería, bordados y manuscritos, entre otros, va a estar iluminada por esa fe que impregna cada una de las actividades y de la vida misma de los habitantes del Imperio.


Oriente y Occidente: Iconógrafos y artistas

Mientras Occidente va a expresar esa fe vivida mediante la experiencia personal del artista, Oriente va a atenerse a unos cánones establecidos por la Iglesia. El primero va a expresar su propia experiencia y los propios sentimientos que experimenta su fe, pintando con total y absoluta espontaneidad cualquier motivo religioso que le es sugerido, solicitado o que, simplemente, atiende a expresar lo que él siente o experimenta. Así lo observamos, por citar algunos artistas españoles, en el Greco, Velázquez, etc. Mientras tanto, en Oriente, los iconógrafos, siguiendo al Maestro Dyonisios y, en general, a las determinaciones de la Iglesia, buscan reproducir los mismos pasajes de los Evangelios, omitiendo cualquier experiencia o sentimiento personal vivido, tratando, simplemente, desde una profunda vida de oración, expresar el contenido de los Evangelios.

No en vano, los iconógrafos -hasta tiempos muy recientes en que ha pasado a ser objeto de ocupación de personas amantes de las manualidades- eran siempre monjes y la iconografía un ministerio conferido por la Iglesia. Nadie se dedicaba a la pintura de iconos, ni nadie era iconógrafo por su propio gusto o afición a los iconos, sino como un ministerio propio que se le había conferido.

Desde siempre, se ha comparado el ministerio del iconógrafo al del sacerdote. Primero porque ambos predican la Palabra de Dios, el primero con la pintura y los colores, el segundo mediante la palabra o la escritura. En segundo lugar, porque el primero hace presente «al Arquetipo que está en los cielos» y el segundo lo hace presente sacramentalmente en la Eucaristía.


Cómo llegar

Para llegar al Monasterio de la Trinidad Estamos en Alicante, ciudad situada en la costa este de España, a orillas del Mediteraneo. Desde cualquier lugar del mundo, se llega vía aerea a las ciudades de Madrid o Barcelona, desde las que hay fácil acceso a la cuidad de Alicante por avión, tren o autobús.

Una vez en la ciudad de Alicante, debes dirigirte a Tángel, un pueblo situado a 7 kilómetros de la capital, con muy buenos accesos. El autobús urbano que llega hasta Tángel es el número 26 de la empresa La Alcoyana.


Para ponerte en contacto con nosotros

Monasterio de la Trinidad
Partida El Senyal, 1
03110 Muchamiel (Alicante)

Si quieres ponerte en contacto con nosotros, puedes hacerlo: Por teléfono llamando al 902.877.379
Por correo electrónico monasterio@fmdelapaz.org







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