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Adulterio
Hay imprudencias afectivas que comienzan por pequeñeces, pero que pueden terminar por destrozar un matrimonio.


Por: P. Jorge Loring | Fuente: Para Salvarte



 

c) Adulterio: El pecado de adulterioes uno de los más execrables. «Se comete cuando un hombre y una mujer, de los cuales, al menos uno está casado, establecen una relación sexual, aunque sea ocasional»101.
El adulterio es ya una falta grave desde el momento mismo en que se desee deliberadamente.Ya hay adulterio cuando hay infidelidad de corazón: cuando se pone a alguien por encima del propio consorte. Tal es el sentido de las palabras de Nuestro Señor: «Quien mira a una mujer con deseos deshonestos, ya ha cometido adulterio en su corazón»102.
Como pecado externo es uno de esos crímenes enormes que ya entre los judíos y los paganos era castigado con la pena de muerte103.
Las personas casadas deben ser de una prudencia extrema en este punto, y cerrar cuidadosamente la puerta de su corazón al menor síntoma de un afecto desordenado naciente hacia tercera persona.
Los antiguos amores de la juventud, los actuales amigos de la familia, los subordinados, los superiores, los compañeros de trabajo, pueden constituir un verdadero peligro para la virtud de los esposos.
Enrique Rojas, psiquiatra, en su libro El amor inteligente104, cuenta el caso de una joven esposa, de 32 años, con dos hijos, que a los seis años de casada se enamoró frívolamente, de un compañero de trabajo casado. Se encaprichó con él y dejó a su marido, excelente persona, que nunca le había negado nada, y que la tenía en un pedestal. Pero ella se cansó de él. No supo apreciar los detalles que tenía con ella, y se fue con el otro.
Pero, como dice el Dr.Enrique Rojas: el pronóstico de la nueva relación es incierto. El tiempo dirá. Es muy fácil que al poco tiempo ella se desilusione de su nuevo amor como se desilusionó de su marido, a quien tenía tantos motivos para amar.Enamorarse es fácil. Lo difícil es mantenerse enamorado. El mejor amor se desmorona si no se cuida. Es enorme la importancia de los pequeños detalles. Es necesario mantener la admiración sobre la otra persona. La comunicación es una pieza clave. No hay felicidad sin amor, y no hay amor sin renuncias. Es fundamental el respeto mutuo de palabra y de obra. La mujer, con su coquetería, es una artista para seducir al hombre; pero esto no basta para un amor auténtico. El amor debe apoyarse en valores<105.
Hoy no se valora la fidelidad matrimonial. «La perseverancia en el amor no está considerada, en la sociedad hedonista y permisiva, pero es de capital importancia. (...) La fidelidad hace a la persona coherente, y la coherencia es una de las puertas por las que se accede a la felicidad»106.
Hay que evitar los celos infundados, pero también el ser bobalicones poniendo en peligro la fidelidad del otro cónyuge.
Una aventura amorosa extramatrimonial puede hundir la felicidad de la familia, que no podrá recuperar el cariño de antes. Y esto no tiene precio.
No se llega ordinariamente al adulterio de golpe, sino después de una serie de ligerezas, de imprudencias y de concesiones. Al principio se resiste, y se ve con horror avecinarse la tragedia. Pero si se empieza a hacer concesiones pequeñas está todo perdido. Cada vez se cederá más. Siempre menos de lo que la tentación pide, pero las concesiones irán en aumento.La tragedia será casi irremediable.
Por eso deben tomarse toda clase de precauciones antes de que sea demasiado tarde. Los esposos deben ayudarse en este punto evitando las ocasiones. Pero también deben evitar el no menos grave peligro de celos infundados que son la ruina de la paz conyugal107.
Los pasos del adulterio pueden ser éstos:Un marido absorbido por su trabajo.
Su mujer se siente sola.Ella se encuentra casualmente con un hombre que resulta amable y atento.Se deja llevar con la imaginación lo que sería un matrimonio con este segundo hombre.Una circunstancia ocasional y un beso furtivo con este segundo hombre.Necesidad de repetir este momento.Después, el adulterio, una familia deshecha, y, puede ser, que la condenación eterna.
Es un proceso lento pero seguro, si no se corta al principio radicalmente.

El sentimentalismo suele ser una de las causas por las que una persona buena puede llegar también al adulterio:Se encuentra con otra que atraviesa una situación difícil. Su buen corazón le inclina a ayudarla, no viendo ningún peligro en ello. Nace el afecto entre los dos. Ella se siente agradecida y comprometida a complacerle en todo, etc. Si el hombre, premeditadamente, la engaña para encariñarla y aprovecharse de ella, eso es una canallada.

Hay imprudencias afectivas que comienzan por pequeñeces, pero que se van enredando y terminan con que una persona se mete en la cabeza de modo inconcebible y termina por destrozar un matrimonio108.
El adulterio puede arruinar un matrimonio.
Recuerdo que un hombre, cuya mujer había tenido una aventura amorosa con otro, me decía llorando, lleno de dolor y de rabia: «nunca más podré hacer el amor con ella. No podré evitar el pensar que ella está pensando en el otro».
En ambientes pervertidos, algunos matrimonios practican el intercambio de parejas, como un juego inofensivo: pero con esto han preparado una bomba de relojería que, antes o después, hará saltar, hecho añicos, su matrimonio.
La amante del hombre puede ser una profesional que va buscando hombres casados para vaciarles la cartera. Es una mujer de cuatro letras, que en lugar de trabajar en la calle lo hace en lugares lujosos: es una profesional del vicio.
Otras veces puede ser una mujer ingenua que insensiblemente se enreda en un amor prohibido. Aunque ingenua no deja de ser culpable pues sabe que aquel corazón ya tiene dueño.


101Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica nº 2380
102Evangelio de SAN MATEO, 5:28
103Deuteronomio, 22:22ss
104ENRIQUE ROJAS: El amor inteligente, II. Ed. Temas de hoy. Madrid. 1997
105ENRIQUE ROJAS: El amor inteligente, III. Ed. Temas de hoy. Madrid. 1997
106ENRIQUE ROJAS: El amor inteligente, XI. Ed. Temas de hoy. Madrid. 1997
107Mons. STRENG: Amor y vida conyugal, VII. Ed. Daimon. Barcelona. Cuarta edición
108ENRIQUE ROJAS: El amor inteligente, XI. Ed. Temas de hoy. Madrid. 1997

 







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