
Santo Evangelio según San Mateo 9,35-10,1.6-8. Sábado I de Adviento.

La compasión es fruto del amor. Es buena la compasión, y en la práctica vemos los eficaces resultados de la compasión de tanta gente que ama a sus hermanos y que hace algo por ellos

No reprimamos este cariño y cuando recibamos a Jesús en la hostia consagrada.

Este Salmo 3, lo podemos orar de corazón y con toda confianza en los momentos de angustia.

La oración constante y confiada nos alcanzará seguro la victoria.

"Cuando crucemos esta puerta, atráenos más profundamente hacia tu Tu presencia"

Si escuchamos a Dios, tomaremos las decisiones con más calma, desde una luz interior.