![]() Purificar aquellos impulsos del corazón que nos pueden llevar hacia el pecado y la injusticia. |

El mundo ha vivido en el pasado y vive en el presente una decisiva lucha por el lenguaje.

La humanidad necesita abrir los ojos a tantos dramas humanos que merecen ser conocidos.

El único juicio ajeno que puede ayudarnos a orientar bien los pensamientos y las acciones es el juicio de Dios.

Vale la pena no acostumbrarnos a esa ayuda humilde, cotidiana, que tanto necesitamos en nuestro mundo.

Lo importante es evitar que surjan heridas en quienes no ven sus propuestas acogidas.

Hay cansancios que triunfan, que nos paralizan, que no dejan ni siquiera espacio para dar un paso que nos libere de sus ataduras.

Tenemos algo que nos diferencia de los animales de modo sorprendente y radical.

En la estación de metro la vida aparece en una de sus facetas misteriosas y fascinantes.