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Homosexualidad y esperanza: consideraciones
Ningún tema ha causado más revuelo en la década pasada que el de la homosexualidad y, por ello, la Asociación Medica Católica Americana (AMCA) presenta el siguiente resumen y examen de la cuestión en el momento actual


Por: Asociación Médica Católica de EEUU | Fuente: interrogantes/buzoncatolico



Declaración de la Asociación Médica Católica de EEUU.


Índice:


-Introducción
-No es innato.
-Atracción por el mismo sexo, como síntoma.
-La atracción por el mismo sexo puede prevenirse.
-Se está al riesgo, no predestinado.
-Terapia
-Fines de la terapia.
-Notas


Introducción

La Asociación Médica Católica de EEUU se dedica a mantener los principios de la Fe Católica en todo lo que se relaciona con la práctica de la medicina y a promover los principios éticos Católicos en la profesión médica, incluyendo profesionales de salud mental, el clero y el público en general.

Ningún tema ha causado más revuelo en la década pasada que el de la homosexualidad y, por ello, la Asociación Medica Católica Americana (AMCA) presenta el siguiente resumen y examen de la cuestión en el momento actual. Este resumen se basa en gran medida en las conclusiones de varios estudios, y pone énfasis a la consistencia de las enseñanzas de la Iglesia y de estos estudios. Es de esperar que esta revisión servirá también como instrumento de educación y de referencia para el clero Católico, los médicos, el personal de salud mental, educadores, padres, y para el público en general.

La AMCA apoya las enseñanzas de la Iglesia Católica, como ha sido expuesta en la versión revisada del Catecismo de la Iglesia Católica (CIC), especialmente las enseñanzas en materia de sexualidad. “Todos los bautizados están llamados a vivir la castidad” (CIC, n.2348), “Los casados están llamados a vivir la castidad matrimonial; los demás viven la castidad en forma de continencia” (CIC 2349) “… la tradición ha afirmado siempre que los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados… No pueden ser aprobados bajo ninguna circunstancia.” (CIC 2333)

“Es posible, con la ayuda de la Gracia de Dios, para todas las personas el vivir la castidad, incluyendo aquellos que sienten atracción homosexual”, tal como el Cardenal George, Arzobispo de Chicago, ha expresado en lenguaje muy fuerte, en su discurso a la Asociación Nacional Diocesana Católica para el ministerio a Lesbianas y Homosexuales. “Negar que el poder de la Gracia hace que aquellos que experimentan atracción homosexual, puedan vivir la castidad, es negar, en efecto, que Jesús ha resucitado de entre los muertos” (George, 1999).

Ciertamente hay circunstancias tales como desórdenes psicológicos y experiencias traumáticas, que pueden, a veces, hacer tal castidad más difícil, y aún hay condiciones que pueden disminuir significativamente la responsabilidad individual, en casos de faltas contra la castidad. Sin embargo, tales circunstancias y condiciones, no niegan la libertad de conciencia, ni eliminan el poder de la gracia. Aunque muchos hombres y mujeres que se sienten atraídos homosexualmente, dicen que esos deseos sexuales fueron experimentados como un “hecho dado” (Chapman, 1987-1), esto no puede implicar una predeterminación genética o una condición inmutable. Algunos se rindieron a la atracción por personas del mismo sexo porque se les dijo que habían nacido con esa inclinación, y que era imposible cambiar el tipo de atracción sexual. Tales personas pueden creer que es fútil y sin esperanza el resistir tal atracción, de modo que abrazan la identidad gay.* Estas personas, entonces, pueden sentirse oprimidas por el hecho que la sociedad y la religión, en especial la Iglesia Católica, no acepta que tales deseos se expresen a través del acto sexual. (Schreier 1998-2) Los trabajos citados en este informe contradicen el mito de que la atracción homosexual sea genéticamente predeterminada y que no se pueda cambiar, y ofrece esperanzas para la prevención y el tratamiento.


No es innato


Un número de investigadores han intentado encontrar una causa biológica para la atracción homosexual. Los medios de comunicación han popularizado la idea de que un “gene gay” ya habría sido descubierto (Burr 1996-3), pero a pesar de los numerosos intentos, ninguno de los estudios mas difundidos (Hamer 1993-4; LeVay 1991-5) han podido ser reproducidos (Gadd 1998). Un número de autores han revisado cuidadosamente tales estudios y encontraron que no sólo no demuestran una base genética para la atracción homosexual, sino que ni siquiera pretenden tener evidencia científica para tal afirmación (Byne 1963-6; Crewdson 1995-7; Goldberg 1992; Horgan 1995 8; McGuire 1995-9; Porter 1996; Rice 1999-10).

Si la atracción homosexual fuera genética, entonces uno esperaría que los mellizos idénticos tuvieran la misma orientación sexual. Sin embargo, hay numerosos casos de mellizos idéntidos que no son idénticos en su orientación sexual (Bailey 1991-11; Eckert 1986; Friedman 1976; Green 1974; Heston 1968; McConaghy 1980; Rainer 1960; Zuger 1976). La historia de casos con frecuencia revela factores del medio ambiente que explican el desarrollo de distintos modelos de atracción sexual en niños genéticamente idénticos, lo que apoya la teoría de que la atracción homosexual es el producto de la interacción de una variedad de factores ambientales (Parker 1964-12). Sin embargo, hay intentos frecuentes de convencer al público que la atracción homosexual tiene base genética (Marmor 1975-13). Tales esfuerzos pueden ser motivados por política, porque la gente tiende a responder más positivamente a exigencias de cambio en política o en doctrina religiosa , cuando están convencidas de que la atracción sexual es genéticamente determinada, e inmutable (Ernulf 1989-14; Piskur 1992-15). Otros han intentado probar la base genética de la atracción homosexual para poder apelar a las cortes en busca de derechos basados en la inmutabilidad" (Green 1988-16).

Los católicos creen que la sexualidad fue estructurada por Dios como un signo del amor de Cristo, el novio, a su novia, la Iglesia, y por consiguiente, la actividad sexual es adecuada solamente dentro del matrimonio. Un desarrollo psico-sexual saludable lleva naturalmente a la atracción de personas por el sexo opuesto. Traumatismos, errores educacionales y el pecado puede causar una desviación de esta conducta. Las personas no deben ser identificadas por sus conflictos emocionales o de desarrollo, como si tal fuera su identidad esencial. En el debate entre esencialismo y estructuración social, el que crea en la ley natural aceptará que los seres humanos tienen una naturaleza esencial —ya sea macho o hembra— y que la inclinaciones pecaminosas —tales como el deseo de envolverse en actividad homosexual— son estructuras que pueden, por lo tanto, ser desestructuradas. Es por lo tanto probablemente prudente evitar siempre que sea posible, usar las palabras "homosexual" y "heterosexual" como sustantivos, ya que tal uso sugiere un estado inmutable y una equivalencia entre el estado natural de hombre y mujer, como Dios los creó, y aquellos que experimentan atracción o conducta hacia personas del mismo sexo.


Atracción hacia el mismo sexo, como síntoma


Las personas se sienten atraídas por personas del mismo sexo por distintas razones. Si bien hay modelos de desarrollo con aspectos similares, cada individuo es único, con una historia personal. En las historias de personas que se sienten atraídas por otros del mismo sexo, uno encuentra frecuentemente uno o más de los siguientes:

Alienación del padre en la infancia, porque el padre fue percibido como hostil, distante, violento o alcohólico (Apperson 1968-17; Bene 1965-18; Bieber 1962-19; Fisher 1996-20; Pillard 1988-21; Sipova 1983-22).

La madre fué sobreprotectora (niños hombres) (Bieber, T. 1971-23; Bieber 1962-24; Snortum 1969-25).

La madre era necesitada de afecto y exigente con los niños (Fitzgibbons 1999-26).

Madre emocionalmente vacua (niñas) (Bradley 1997-27; Eisenbud 1982-28).

Los padres no fomentaron la identificación con el propio sexo (Zucker 1995-29).

Ausencia de juegos más o menos violentos (niños) (Friedman 1980-30; Hadden 1967-31).

Falta de identificación con sus iguales del mismo sexo (Hockenberry 1987-32; Whitman 1977-33).

Aversión a los juegos por equipo (niños) (Thompson 1973-34).

Falta de coordinación de la mano con la vista, que lleva a pullas de los iguales (niños) (Bailey 1993-35; Fitzgibbons 1999-36; Newman 1976-37).

Abuso sexual o violación (Beitchman 1991-38; Bradley 1997-39; Engel 1981-40; Finkelhor 1984; Gundlach 1967-41).

Fobia social o timidez extrema (Golwyn 1993-42).

Pérdida de un padre por muerte o divorcio (Zucker 1995)

Separación de un padre durante una etapa crítica del desarrollo (Zucker 1995)

En algunos casos, la atracción sexual homoerótica o la actividad ocurre en un paciente con algún otro diagnóstico psicológico, tal como:

Depresión grave (Fergusson, 1999-43).

Ideas de suicidio (Herrell 1999).

Neurosis de angustia generalizada.

Abuso de drogas.

Desórdenes de conducta de adolescentes.

Personalidades psicopáticas marginales (Parris 1993-44; Zubenko 1987-45)-

Esquizofrenia (Gonsiorek 1982-46).

Narcisismo patológico (Bychowski 1954-47; Kaplan 1967-48).

En unos pocos casos, la conducta homosexual aparece tarde en la vida como respuesta a un trauma, tal como el aborto (Berger 1994-49; deBeauvoir 1953) o profunda soledad (Fitzgibbons 1999).


La atracción homoerótica puede prevenirse


Si las necesidades emocionales y de desarrollo de cada niño se satisfacen adecuadamente, tanto por la familia como por sus iguales, el desarrollo de atracción homoerótica es muy poco probable. Los niños necesitan cariño, alabanzas y aceptación por ambos padres, por sus hermanos y por sus iguales.

Tales situaciones familiares y sociales, sin embargo, no siempre se establecen con facilidad y las necesidades de los niños pueden no ser fácilmente reconocibles. Algunos padres pueden estar luchando con sus propios problemas y ser incapaces de proporcionar la atención y el apoyo que el niño requiere. Algunas veces los padres hacen esfuerzos grandes, pero la personalidad del niño hace que el apoyo y la educación sean más difíciles. Algunos padres reconocieron signos incipientes y buscaron atención y consejo profesional, y se les dio consejos inadecuados y a veces erróneos.

El Diagnostic and Statistical Manual IV (APA 1994-50) de la Asociación Psiquiátrica Americana ha definido la Desordenada Identidad de Género (GID) en niños como una fuerte y persistente identificación con el género opuesto, insatisfacción con el propio sexo, y preferencia por papeles del sexo opuesto en juegos o fantasías. Algunos investigadores (Friedman 1988, Phillips 1992-51) han identificado otro sindrome no tan pronunciado en niños —sentimientos crónicos de no ser masculinos (unmasculinity). Estos niños, si bien no se envuelven en ningún juego de sexualidad cruzada, o tales fantasías, se sienten profundamente inadecuados en su masculinidad y tienen una reacción casi fóbica a los juegos violentos en la infancia y mucha aversión a deportes de equipos. Varios estudios han mostrado que niños con Desordenada Identidad de Género y niños con sentimientos crónicos de no ser masculinos están expuesto al riesgo de homoeroticismo en la adolescencia (Newman 1976; Zucker 1995; Harry 1989-52).

La identificación temprana (Hadden 1967-53) y la intervención profesional adecuada, si es apoyada por los padres, puede superar la Desordenada Identidad de Género (Rekers 1974-54; Newman 1976). Desgraciadamente, a muchos padres que expresan esta preocupación a su pediatra, se les dice que no se preocupen por eso. En algunos casos los síntomas y la preocupación de los padres pueden parecer que disminuyen, cuando el niño entra a la segunda o tercera preparatoria, pero a menos que reciban el tratamiento adecuado, los síntomas pueden reaparecer en la pubertad como intensa atracción homoerótica. Esta atracción parece ser resultado de la incapacidad de identificarse positivamente con el propio sexo.

Es importante que aquellos envueltos en el cuidado y educación de niños estén informados de los signos de la Desordenada Identidad de Género y la antimasculinidad juvenil crónica, y que conozcan los recursos disponibles para obtener ayuda adecuada para estos niños. (Bradley 1998, Brown 1963-55; Acosta 1975-56) Una vez convencidos de que la atracción homoerótica no es un desorden de origen genético, se puede esperar el éxito de la prevención y uno puede también tener esperanza de encontrar un modelo terapéutico que vaya a mitigar significativamente, si no a eliminar, la atracción homoerótica.


Se está al riesgo, no predestinado


Mientras un número de estudios han mostrado que niños que han sido abusados sexualmente, niños que exhiben síntomas de GID, y niños con antimasculinidad crónica juvenil se encuentran al riesgo de la atracción homoerótica en la adolescencia y la edad adulta, es importante darse cuenta de que un porcentaje significativo de estos niños no llegan a ser homosexuales activos en la edad adulta (Green 1985-57; Bradley 1998).

Para algunos, experiencias negativas en la niñez pueden ser contrarrestadas por interacciones positivas. Algunos hacen una decisión consciente de evitar las tentaciones. La presencia y el poder de la gracia de Dios, si bien no puede ser medido en todos los casos, no puede ser ignorado como factor que puede ayudar a los sujetos al riesgo para evitar la atracción homoerótica. El etiquetar a un adolescente, o peor, a un niño, como "homosexual" sin remedio hace un muy flaco servicio a la persona. Tales adolescentes o niños pueden, dada la intervención positiva adecuada, recibir consejos adecuados para poder superar el problema de traumatismos emocionales anteriores.


Terapia


Aquellos que defienden la idea de que la orientación sexual es inmutable frecuentemente citan una discusión publicada, entre los Doctores C.C. Tripp y Lawrence Hatterer en la que el Dr. Tripp afirmó: "…no hay un solo caso registrado de cambio de orientación homosexual que haya sido validado por jueces o tests independientes. Kinsey no pudo encontrar uno solo. Ni tampoco Dr. Pomeroy ni yo hemos podido encontrar tal paciente. Nos gustaría mucho recibir alguno del Dr. Hatterer." (Tripp & Hatterer 1971) Pero no citan la respuesta del Dr. Hatterer: "Yo he ´curado´ a muchos homosexuales, Dr. Tripp. El Dr. Pomeroy o cualquier otro investigador puede examinar mi trabajo que está documentado por diez años de grabaciones en cinta. Muchos de estos pacientes ´curados´ (prefiero usar la palabra ´cambiados´) se han casado, tienen familias y viven una vida feliz. Es un mito destructivo que ´una vez homosexual, siempre homosexual´. Esto ha hecho, y hará en el futuro millones de homosexuales convencidos. Y aún más, no solo yo sino muchos otros psiquiatras de prestigio (Los Doctores Samuel B. Hadden, Lionel Ovesey, Charles Socarides, Harold Lief, Irving Bieber, y otros) han reportado sus éxitos terapéuticos de homosexuales tratables." (Tripp & Hatterer 1971).

Un número de terapeutas han publicado numerosos trabajos sobre resultados favorables en el tratamiento del homoerotismo. Tripp prefirió ignorar la abundante literatura sobre tratamientos y encuestas de terapeutas. Trabajos de revisión de resultados del tratamiento del homoerotismo muestran que ha tenido tanto éxito como el tratamiento de problemas psicológicos similares: alrededor del 30% se siente liberado de los síntomas y otro 30% se encuentra mejor (Bieber 1962-58; Clippinger 1974-59; Fine 1987-60; Kaye 1967-61; MacIntosh 1994-62; Marmor 1965-63; Nicolosi 1998-64; Rogers 1976-65; Satinover 1996-66; Throckmorton 67; West 68).

Informes de terapeutas individuales han sido igualmente positivos (Barnhouse 1977-69; Bergler 1962-70; Bieber 1979-71; Cappon1960-72; Caprio 1954-73; Ellis 1956-74; Hadden 1958-75; Hadden 1967b-76; Hadfield 1958-77; Hatterer 1970-78; Kronemeyer 1989-79). Esta es solamente una muestra representativa de los terapeutas que han reportado resultados con éxito en el tratamiento de individuos que experimentan atracción homoerótica.

Hay también muchos informes autobiográficos de hombres y mujeres que creyeron alguna vez estar irremisiblemente amarrados con homoeroticismo y conducta homosexual. Muchos de estos hombres y mujeres (Exodus 1990-2000-80) se describen ahora como libres del homoeroticismo, de las fantasías y la conducta. La mayoría de estos individuos encontraron la libertad a través de participar en grupos de apoyo basados en la religión, aunque algunos también han buscado ayuda de terapeutas. Desgraciadamente un número de personas y grupos profesionales influyentes han preferido ignorar esta evidencia (APA 1997-81; Herek 1991-82) y pareciera haber un esfuerzo coordinado de parte de los ´apologistas de la homosexualidad´ de negar la eficacia del tratamiento de la atracción homoerótica, o afirmar que tal tratamiento es dañino. Barnhouse se mostró admirado de estos esfuerzos: "La distorsión de la realidad inherente en la negación que la condición pueda ser curada, por los apologistas de la homosexualidad, es tan inmensa que uno se pregunta qué pueda motivarla." (Barnhouse 1977).

Robert Spitzer, el famoso investigador psiquiátrico de la Universidad de Columbia, que estuvo envuelto directamente en la decisión de 1973 de retirar la homosexualidad de la lista de desórdenes mentales de la Asociación Psiquiátrica Americana, recientemente se ha envuelto en un estudio sobre la posibilidad del cambio. El Dr. Spitzer afirmó en una entrevista: "Estoy convencido de que muchas personas han hecho cambios sustanciales hacia llegar a ser heterosexuales… Creo que eso hace noticia… Empecé este estudio escéptico. Ahora afirmo que tales cambios pueden ser mantenidos." (NARTH 2000).


Fines de la Terapia


Aquellos que sostienen que el cambio de orientación sexual es imposible, generalmente definen el cambio como la liberación total y permanente de toda conducta homosexual, de fantasías o de atracción en una persona que había sido anteriormente homosexual en su conducta o su inclinación (Tripp 1971-83). Aun cuando el cambio sea definido en esta forma extrema, la afirmación no es cierta. Numerosos estudios reportan casos de cambio total (Goetz 1997-84).

Aquellos que niegan la posibilidad de un cambio total, admiten que cambio en el comportamiento es posible (Coleman 1978-85; Herron 1982-86) y que personas que han estado envueltas sexualmente con ambos sexos parecen más capaces de cambiar (Acosta 1975-87) Al leer cuidadosamente los artículos de aquellos que se oponen a la terapia de cambio, revela que los autores ven tal terapia como no ética (Davison 1982-88; Gittings 1973-89); lo hacen así porque en su opinión esa terapia es opresiva contra aquellos que no quieren cambiar (Begelman 1975-90; 1977-91; Murphy 1992-92; Sleek 1997-93; Smith 1988-94) y ven a aquellas personas atraídas por el mismo sexo que expresan el deseo de cambiar como víctimas de opresión social o religiosa (Begelman 1977-95; Silverstein 1972-96)

Debe notarse que casi sin excepción, aquellos que consideran la terapia como contraria a la ética, también rechazan la abstinencia de actividad sexual extramatrimonial, como una meta mínima (Barrett1996-97) y entre los terapeutas que aceptan los actos homosexuales como normales, son muchos los que no encuentran nada malo en la infidelidad dentro de relaciones comprometidas (Nelson 1982-98), contactos sexuales anónimos, promiscuidad general, auto-erotismo (Saghir 1973), sadomasoquismo, y varias parafilias. Algunos llegan a propiciar la reducción de restricciones sobre relaciones sexuales entre adultos y menores (Mirkin 1999-99) o niegan el impacto psicológico negativo del abuso sexual de niños (Rind 1998, Smith 1988-100).

Algunos de los que consideran la terapia como no ética también disputan las teorías establecidas de desarrollo infantil (Davison 1982-101; Menvielle 1998-102). Ellos tienden a culpar de opresión social a los problemas innegables que sufren los adolescentes y adultos homosexuales activos. Todas las conclusiones de las investigaciones tienen que ser evaluadas teniendo en cuenta la parcialidad de los investigadores, lo que afecta sus resultados. Cuando la investigación está impregnada de un agenda política reconocida, su valor está muy severamente limitado.

Debiera señalarse que los católicos no pueden apoyar formas de terapia que fomentan el reemplazo de un pecado sexual con otro (Schwartz 1984). Algunos terapeutas, por ejemplo, no consideran a un paciente como ´curado´ hasta que pueda envolverse cómodamente en actividades sexuales con el sexo opuesto, aunque el paciente no esté casado (Masters 1979). Otros estimulaban al paciente a masturbarse empleando imaginaciones heterosexuales (Blitch 1972; Conrad 1976).

Para un Católico con atracción hacia su mismo sexo, la meta de la terapia debiera ser la libertad de vivir castamente de acuerdo a su estado en la vida. Algunos de los que han bregado con atracción por el mismo sexo creen que están llamados a una vida de celibato. No debiera hacérseles creer que han fracasado en el intento de adquirir libertad, porque no experimenten deseos sexuales por el sexo opuesto. Otros pueden querer casarse y tener hijos. Hay buenas razones para esperar que muchos van a poder alcanzar esta meta a su debido tiempo. Sin embargo, no debiera estimulárselos a precipitarse a un matrimonio, ya que hay abundante evidencia de que el matrimonio no es cura para la atracción por el mismo sexo. Con la ayuda poderosa de la gracia, los sacramentos, apoyo de la comunidad y un terapeuta con experiencia, un individuo bien decidido debiera ser capaz de alcanzar la libertad interior que Cristo ha prometido.

Terapeutas experimentados pueden ayudar a individuos a descubrir y comprender las causas profundas de los traumatismos emocionales que dieron origen a la atracción por el mismo sexo y poder seguir la terapia que va a ayudar a resolver ese problema. Hombres que experimentan atracción por su propio sexo, a menudo descubren que su identidad masculina fue afectada negativamente por sentimientos de rechazo por parte de su padre, o de sus iguales, o de una imagen corporal pobre que resulta en tristeza, rabia e inseguridad. Al mejorar el sufrimiento emocional en la terapia, la identidad masculina es reforzada y la atracción por el propio sexo disminuye.

Las mujeres con atracción por su mismo sexo pueden llegar a ver cómo el conflicto con sus padres u otros hombres importantes las ha llevado a desconfiar del amor de los hombres, o cómo la carencia de afecto maternal la ha llevado a una profunda necesidad de amor femenino. Perspicacia para entender las causas de ira y tristeza pueden, es de esperar, llevar al perdón y a la liberación. Todo esto necesita tiempo. Con respecto a esto, individuos que sufren de atracción por el mismo sexo no son diferentes de los muchos hombres y mujeres que tienen sufrimiento emocional y necesitan aprender a perdonar.

Terapeutas Católicos trabajando con individuos católicos debieran sentirse autorizados para usar las riquezas de la espiritualidad Católica en el proceso curativo. Aquellos con heridas causadas por el padre pueden ser animados a desarrollar su relación con Dios como padre amante. Y los que fueron rechazados o puestos en ridículo por sus iguales cuando jóvenes, pueden meditar considerando a Jesús como hermano, amigo y protector. Los que se sienten ignorados por sus madres pueden buscar el apoyo de María.

Hay muchas razones para esperar que con tiempo, los que busquen liberación la encontrarán, pero debemos reconocer al estimular la esperanza, que algunos no van a lograr llegar a esa meta. Podemos encontrarnos en la misma situación de un oncólogo pediatra que dio una charla sobre cómo cuando empezó su práctica, prácticamente no había esperanza para niños con cáncer, y el deber del médico era ayudar a los padres a aceptar lo inevitable y no botar su dinero en pos de una "curación". Hoy por hoy casi el 70% de los niños se recuperan, pero cada muerte deja al equipo médico con una terrible sensación de fracaso. A medida que mejore la prevención y tratamiento de la atracción por el mismo sexo, los individuos que estén luchando van, más que nunca, a necesitar apoyo compasivo y razonable.


Notas



Chapman y Brannock
(1987) encontraron que el 63% de las lesbianas en su encuenta, declararon que habían elegido el serlo, el 28%, que no tenían otra alternativa, y el 11% que no sabían. * Gay quiere decir alegre, festivo, dada la manera de presentarse de algunos homosexuales. Volver al artículo.



Schreir
escribe en apoyo de un terapeuta (Wolpe 1969) que rechazó la petición de un paciente de que la terapia fuera destinada a cambiar la orietación, de homo a heterosexual: “Es posible que en vez de reorientación sexual, los individuos podrían buscar reorientación religiosa, porque hay un gran número de organizaciones religiosas en EEUU que apoyan a personas de orientación homosexual… No todas las religiones enjuician y condenan tales actos. El ser partidarios de reorientación sexual, y criticar la reorientación religiosa revela exclusivamente prejuicios.” (p.308).




Burr:
Artículo principal de The weekly Standard, “Supongamos que hay un Gene Gay… entonces, qué?”.




Hamer
sostuvo haber encontrado una señal de homosexualidad en el cromosoma X.


LeVay
sostuvo que habría encontrado que cierta parte del cerebro de homosexuales que murieron de SIDA sería distinto del de hombres y mujeres heterosexuales.




Byne:
"Una revisión crítica muestra que la evidencia favorable a una teoría biológica no existe. En un modelo alternativo, rasgos de personalidad y temperamento interactúan con el medio social y familiar, al desarrollarse la sexualidad del individuo."(p.228). "Investigación de la herencia de algunos rasgos de personalidad sugieren que algunos de ellos pueden ser hereditarios, incluyendo curiosidad por novedades, evitar daños y dependencia de recompensas. Si uno aplica tales rasgos al escenario anterior, uno podría predecir que un niño con mucho afán de novedades y poca prudencia para evitar daños y poca necesidad de recompensas, tendría tendencia a ignorar los consejos de su madre contra el baseball. Por otra parte, uno que tuviera bajo nivel de curiosidad por cosas nuevas, pero muy prudente para evitar daños, y con gran necesidad de recompensas, sería más probable que necesitara el apoyo de la aprobación de la madre, y que estaría menos inclinado a buscar y encontrar modelos de comportamiento fuera de la familia, y tendería a evitar a baseball por miedo a ser herido. En la ausencia del apoyo de un padre entusiasta, o de otro modelo alternativo, tal niño tendería a sentirse distinto de sus compañeros, y como consecuencia podrí tener experiencias no eróticas en su niñez, que podrían contribuir al desarrollo de tendencias homoeróticas más tarde. Tales experiencias podrían incluír las descritas por Friedman como frecuentes en niños prehomosexuales, incluyendo pobre imagen masculina de sí mismo, aislamiento, echarle la culpa a otros y rechazo por los compañeros hombres y por hombres mayores, incluyendo el padre". (p.237).



Crewdson:
"...no other laboratory has confirmed Hamer´s findings."



Horgan:
"Los hallazgos de LeVay no han sido reproducidos todavía por otros investigadores. Y en cuanto a Hamer, un estudio ha contradicho sus resultados".


McGuire:
"....algunas personas quieren que la homosexualidad sea biológica o genética porque creen que habiendo los homosexuales nacido así, entonces serán mejor tolerados. Otros invocan causas del medio ambiente, puesto que esto justifica su opinión de que los individuos "eligen el ser gay"" (p.141) "Y aunque supiéramos todo con respecto a los genes, y todo con respecto al medio ambiente, todavía sería imposible predecir el fenotipo de cualquier individuo".(p.142).



Rice et al.
Trató de reproducir el estudio de Hamer, sin éxito.


Bailey:
Un estudio de los hijos hombres de padres homosexuales activos encontró que el 52% (29/56) de los mellizos monozigóticos, el 22% (12/54 de mellizos dizigóticos y el 11% de hermanos adoptivos eran homosexuales… y la tasa de homosexualidad entre hermanos biológicos no mellizos, de acuerdo a la información de ellos, es del 9,2% (13/142). (p.1089).

Parker:
Caso A: "La madre, de 39 años de edad, supo sólo unos pocos días antes del parto que iba a tener mellizos, y como ya tenía un niño de 7 años, estaba ansiosa de que uno de ellos debiera ser mujer. La enfermera, al darse cuenta de su desilusión de haber dado a luz dos hijos varones de 6 libras cada uno, la consoló al sugerirle que el mayor, que eventualmente fue homosexual, era tan bonito como si fuera una niña. Aunque eran tan parecidos que no era posible distinguirlos, la madre se fijó en esta idea, le colocó una pulsera al primer mellizo para asegurarse de que no iban a ser confundidos, y desde ese momento lo trataron como si fuera niña." (p. 490).



Marmor:
"El mito de que la homosexualidad no puede tratarse es una creencia muy común en el público en general y entre los homosexuales. Esta idea está frecuentemente relacionada con la creencia de que la homosexualidad es constitucional o genética. Esta convicción de que no hay tratamiento, sirve como mecanismo de defensa del yo para muchos homosexuales. A medida que se ha encontrado que el comportamiento homosexual tiende a ser esencialmente de adaptación, se ha desarrollado mayor optimismo respecto a las posibilidades de cambiar, y resultados más prometedores han sido reportados… Hay pocas dudas de que un cambio auténtico en la elección de objeto sexual puede darse, y de hecho tiene lugar en unos 20 a 50% de pacientes homosexuales activos que buscan psicoterapia a ese fin".(p1519).



Ernulf
encontró que aquellos que creían que los homosexuales "nacieron así" tenían una actitud significativamente más positiva hacia los homosexuales que aquellos que creían que los homosexuales "eligen su propia vida" y/o "aprenden a serlo".




Piskur:
"El principal hallazgo de este estudio fue que el estar expuesto a un resumen de investigación que apoyan la determinación biológica de la homosexualidad pueden afectar los resultados de los estudios de actitudes hacia los homosexuales, cuando se miden inmediatamente después de leerlos".(p.1223).



Green:
"La Corte Suprema decidió en Bowers v Hardwick que no existe un derecho básico, en ley bien aplicada, para envolverse en conducta homosexual. Por consiguiente, la única posibilidad legal de proteger a los homosexuales contra la discriminación es la cláusula de la décimocuarta modificación de la Constitución, que establece el derecho a igual protección. Para obtener el mayor nivel posible de protección, un grupo de personas tienen que ser declarado ´susceptible´. Para obtener tal calificación, el grupo tiene que demostrar, entre otras cosas, que el rasgo por el que se le discrimina es inmutable"(p.537).



Apperson:
"La importancia de la relación —o su ausencia— con el padre, debe ser enfatizada, con los sujetos homosexuales exhibiendo diferencia marcada con respecto al grupo control, viendo al padre como crítico, impaciente y que los rechazaba, y menos como un agente de socialización."(p.206).


Bene:
"Un número mucho menor de homosexuales que de hombres casados pensó que sus padres habían sido alegres, ayudadores, de confianza, cariñosos y comprensivos, y muchos más pensaron que sus padres no tenían tiempo para ellos, no los querían, y los habían hecho sentirse infelices." (p.805).



Bieber:
"Problemas interpersonales profundos se ven de continuo en la relación padre-hijo cuando este es homosexual. Ni uno solo de los padres (de hijos homosexuales)… podría ser considerado un padre normal. (p.114) Hemos llegado a la conclusión que un padre afectuoso, constructivo, protector, excluye la posibilidad de un hijo homosexual; actúa como un agente protector y neutralizante si la madre pudiera hacer esfuerzos para seducir al niño o para dominarlo." (p.311).


Fisher:
"Fisher analizó los 58 estudios e informó que una gran mayoría apoyaba el concepto que los hijos homosexuales perciben a sus padres como figuras negativas, distantes, poco amistosas". Revisión de la literatura sobre las experiencias de la niñez de hombres homosexuales encontró "Con muy pocas excepciones, el hombre homosexual considera que el padre ha sido una influencia negativa en su vida. Se refiere a él con adjetivos tales como frío, poco amistoso, castigador, brutal, distante, despegado. No hay un solo estudio moderadamente bien controlado que hayamos podido encontrar en el cual los homosexuales varones se refieren a sus padres en forma positiva o cariñosa ". (p.136).



Pillard:
"Alcoholismo se da más frecuentemente en los padres de hombres homosexuales (14 padres de homosexuales masculinos, contra cinco padres de hombres heterosexuales)" (p.54).


Sipova:
"Se encontró que los padres de homosexuales y transsexuales eran más hostiles y menos dominantes que los padres del grupo control, y por consiguiente menos deseables como modelos para identificarse con ellos (p75).



Bieber:
En alrededor del 75% de los casos,las madres habían tenido un vínculo inadecuadamente estrecho, opresivo e íntimo con sus hijos. Más de la mitad de estas madres fueron descritas como seductoras. Eran posesivas, dominantes, sobreprotectoras y desmasculinizantes". (p.524).




Bieber:
En el momento que el hijo homosexual ha alcanzado el período de la preadolescencia, ha sufrido un extenso daño de la personalidad. Excesiva preocupación maternal sobre la salud y las heridas, restricción de actividades apropiadas para su edad y potencial, que interfieren con una conducta afirmativa, actitudes desmasculinizantes, e interferencia con la sexualidad —entremezclada con rechazo, hostilidad y falta de apoyo por parte del padre— produciendo un niño excesivamente tímido, patológicamente dependiente de su madre e inquieto por sentimientos de inferioridad, impotencia y autodesprecio. El se resiste a participar en actividades de niños, pensando que pueden herirlo - generalmente sobreestima la prudencia. Sus compañeros responden con sobrenombres humillantes y no raras veces con ataques físicos, que la timidez suele invitar entre los niños... De este modo él se ve privado de la importante interacción proporcionada por los grupos de sus pares ". (p.316).



Snortum
estudió 46 varones, excluídos del servicio militar por conducta homosexual y concluyó: "Pareciera que de la relación entre una madre controladora y amarradora y un padre rechazador y desligado no es exclusivo de la subcultura de la clase media alta sofisticada, que va al psicoanalista." (p769).


Fitzgibbons:
"La segunda causa más comun de la atracción sexual anormal entre los varones es falta de confianza en el amor de la mujer...Niños hombres en hogares sin padre con frecuencia se sienten demasiado responsables de sus madres. Al entrar a la adolescencia, pueden considerar el amor de la mujer como agotador y muy cansador". (p.89).



Bradley:
"Niñas con identificación sexual anormal... tienen dificultad conectándose con sus madres, las que son vistas como débiles e ineficientes. Vemos tal percepción como originándose en los niveles más profundos de la psicopatología observados en esas madres, especialmente depresión grave y personalidad psicopática marginal". (p.877).



Eisenbud
"Hogares deshechos y alcoholismo en el hogar de la niñez de mujeres lesbianas, y también relación maternal inadecuada, no proporcionan la oportunidad para una inclusión cariñosa. La muerte de una madre querida produce aislamiento muy frío. Aún cuando la madre está presente, la muchacha lesbiana frecuentemente se siente abandonada por ella después de 18 meses ." (p98-99).



Zucker:
"…nos parece que la toleracia paterna a la conducta del sexo opuesto en el momento de su aparición es instrumental en permitir que tal comportamiento se desarrolle… Lo que es único entre los niños que desarrollan un problema con la identificación sexual es que ocurren juntos una multitud de factores en un período sensitivo en el desarrollo del niño - es decir, típicamente en los primeros años de vida, el período en el que se forma y consolida la identidad del género. Debe haber un número suficiente de factores para inducir un estado de inseguridad profunda en el niño, tal que necesita una solución defensiva para poder combatir la ansiedad. Esto tiene que suceder en un contexto en el que el niño percibe que el papel sexual opuesto proporciona un sentido de seguridad o de protección." (p.259) "...nos fue imposible encontrar alguna publicación de un clínico que pensaba que los padres habían estimulado claramente la identidad masculina en sus hijos." (p.277).



Friedman:
"Trece de los 17 sujetos homosexuales (76%) reportaron terror crónico y persistente de pelear con otros niños durante la niñez y temprano en la adolescencia. La intensidad de esta reacción era cercana al pánico. Que pudieran recordar, estos niños nunca respondieron al desafío de un compañero varón con algún desafío de su parte, una amenaza o agresión. El temor obsesionante de la agresión entre varones era una idea dominante . Ansiedad por anticipado resultó en reacciones fóbicas a ciertas actividades sociales; la fantasía de que una pelea pudiera ocurrir llevó a evitar una amplia gama de interacciones sociales, especialmente diversiones más o menos violentas (definidas en nuestro estudio como deportes de contacto físico, tales como el fútbol y el fútbol Americano). "Estos sujetos informaron que sufrieron de pérdida penosa de autoestimación y de soledad como resultado de su aversión extrema a interacciones juveniles violentas. Todos menos uno (12 de 13) sentían una necesidad crónica de sentirse más cerca de otros niños. Al no ser capaces de superar su temor a la posible agresión, para poder ganar aceptación y respeto, estos niños fueron considerados como poco hombres por sus compañeros. Estos doce sujetos dijeron que ellos tenían el último lugar en el estrato social del grupo durante los años de niñez y comienzo de la adolescencia. Eran alternativamente eliminados y les echaban la culpa de todo, y eran los blancos de humillaciones continuas. Todos ellos negaron el haber sido afeminados..."(p.432-433) "Ningún muchacho prehomosexual tenía ninguna experiencia de haber peleado o de haber tenido diversiones violentas en su juventud. Ninguno se envolvió en las actividdes the connotación sexual más modestas, descritas por los jóvenes heterosexuales menos agresivos."(p.434).



Hadden:
"Un examen analítico de el período preescolar de la vida, por lo general reveló que el niño que llegó a ser homosexual nunca se sintió aceptado por sus compañeros, y nunca se sintió a gusto en sus relaciones con ellos. Muy a menudo debido a interferencia de parte de los padres no se le permitió participar en los juegos de otros niños y tuvieron pocas oportunidades para correr, travesear, rodar por el suelo, tironear, luchar y otros juegos de esa clase, con sus coetáneos, desde la infancia hasta entrar al colegio."(p.78).



Hockenberry:
"La conclusión alcanzada fue que de las cinco actividades (jugar con muchachos, preferir los juegos de muchachos, imaginarse ser un gran deportista, leer libros de aventuras o de deportes y ser considerado poco hombre) fueron los elementos predictivos y discriminatorios más poderosos entre los hombres adultos para su orientación sexual. También se observó que la ausencia de conductas y rasgos masculinos parecía ser un predictor más potente de una orientación homosexual más adelante, que los rasgos y conductas tradicionalmente consideradas femeninas o del sexo opuesto". (p.475).


Whitam
desarrolló un grupo de seis elementos y los administró a 206 homosexuales y a 78 hombres heterosexuales, con respecto a sus intereses en la niñez para vestirse como mujeres, preferencia de jugar con muñecas, de jugar con muchachas o mujeres mayores, el ser considerado poco hombre por sus iguales, y la clase de juegos de tipo sexual de la niñez. Prácticamente todos los homosexuales (97%) informaron tener uno o más de estos "indicadores de la infancia", mientras que el 74% de los sujetos heterosexuales informaron una ausencia completa de cualquiera de esos indicadores en su niñez. (en Hockenberry, p. 476).



Thompson
comparó 127 hombres homosexuales con 123 controles: "Los siete factores más discriminatorios en orden descendente fueron : (a) jugaron baseball… con los homosexuales concentrados en nunca o a veces…; (b) jugaron juegos de equipo, competitivos (los homosexuales nunca o a veces…); (c) el niño pasaba tiempo con su padre (homosexuales, muy poco); (d) aptitud física cuando niño (homosexuales, delicado, torpe o coordinados, heterosexuales: atlético); (e) se sentía aceptado por su padre (homosexuales, un poco o nada…); (f) jugaba con niños antes de la adolescencia (homosexuales, a veces…); y (g) la madre exigía ser el centro de atención del niño
(homosexuales, a menudo o siempre)" (p.123).



Bailey:
"Hombres homosexuales eran recordados por sus madres como menos masculinos y



Fitzgibbons:
"Una identidad masculina débil es fácil de identificar y, en mi experiencia clínica, es una de las causas mayores de atracción homosexual en hombres. Lo que es sorprendente es que puede provenir de problemas de coordinación de la vista y las manos que lleva a la incapacidad de jugar bien a los deportes. Tal condición se acompaña de rechazo por los iguales… La "herida deportiva" afectará negativamente la imagen de sí mismo, sus relaciones con sus iguales, su identidad de género y su imagen corporal." (p.88).


Newman:
"La experiencia de ser rechazado y puesto en ridículo puede que juegue un papel más importante que lo que se ha pensado, llevando alcompletoabandono del rol masculino en fechas más tardías." (p.687).


Beitchman:
"Entre los adolescentes, secuelas (de abuso sexual en la infancia) reportadas frecuentemente incluyen insatisfacción sexual, promiscuidad, homosexualidad y un riesgo mayor de volver a ser víctima. (p.537).



Bradley:
En nuestras adolescentes con Desordenada Identidad de Género , la historia de abuso sexual o temor a la agresión sexual ha aparecido frecuentemente."(P878).


Engel:
Algunas pacientes lesbianas [víctimas de abuso sexual] sufren un tiempo de confusión, no estando seguras si ellas están con otras mujeres por su propia elección o lo hacen solamente porque están asustadas, enojadas y asqueadas de los hombres, dado el abuso sexual." (p.193).




Gundlach
informó que 39 de 217 lesbianas, contra 15 de 231 no-lesbianas reportaron que habían sido víctimas de violación o intento de violación a los 15 años o antes. (p.62).


Golwyn:
"Concluímos que la fobia social puede ser un factor oculto que contribuye en algunos casos a la conducta homosexual." (p.40).



Fergusson et al.
Encontraron que en una muestra de cohorte de nacimiento, los "gay", lesbianasy bisexuales tienen una tasa significativamente más alta de : Ideas de suicidio (67,9%/29,0%), Intentos de suicidio (32,1%/7,1%) y desórdenes psiquiátricos entre las edades de 14 y 21 - Depresión mayor (71,4%/38,2%), Neurosis de angustia (28,5%/12,5%), desórdenes de conducta (32,1%/11,0%), dependencia nicotínica (64,3%/26,7%), Abuso/dependencia de otras sustancias (60,7%/44,3%), Patologías múltiples (78,6%/38,2%) que la muestra heterosexual (p.879).


Parris
en un estudio de admisiones consecutivas encontró que la tasa de homosexualidad en los desórdenes marginales de personalidad (DMP) fué de 16,7% comparado con 1,7% de un grupo control (sin DMP). El grupo de homosexuales con DMP tenía una tasa de haber sido abusados sexualmente en la niñez de 100% comparado con el 37,3% para el grupo heterosexual con DMP. Es interesante que 3 de 10 pacientes homosexuales con trastorno marginal reportaron incesto de padre a hijo". (p.59).


Zubenko:
"La homosexualidad fue diez veces más común entre los hombres y seis veces más común entre las mujeres con desorden psicopático marginal que en la población general o en un grupo control de deprimidos." (p.748).



Gonsiorek
discute el tratamiento de homosexuales que son también esquizofrénicos. (p.12).



Bychowski:
"...aquellos homosexuales en los cuales el ego ha permanecido fijado en la etapa de narcisismo temprano, encuentran imposible reemplazar en forma permanente y resolver con éxito la realidad de los actos homsexuales, que ellos interpretan como mágicos. La estructura de tales individuos es en muchos aspectos cercana a la esquizofrenia." (p.55).


Kaplan:
"En cierto sentido, el homosexual tienen mucho en común con el narcisista, que tiene una relación amorosa consigo mismo. El homosexual, sin embargo, es incapaz de amarse tal como es, ya que está demasiado insatisfecho consigo mismo; en vez de ello, ama su ego ideal, representado por el compañero homosexual que ha elegido. De tal modo, para esta clase particular de individuo, la homosexualidad se transforma en una extensión del narcisismo." (p.358).



Berger:
"Un posible factor etiológico que no ha sido mencionado en la literatura, el aborto de un embarazo concebido por el paciente masculino que puede haber llevado a que el paciente "salga"y declare su homosexualidad, se discute."(p.251).


American Psychiatric Association:
"La Desordenada Identidad de Género puede distinguirse de la mera rebeldía a los papeles estereotípicos de conducta por la magnitud y convicción de los deseos de género opuesto, sus intereses y actividades." (p.536).



Phillips:
"La función discriminadora de 16 items… produjo una clasificación correcta del 94,4% de los hombres héterosexuales y del 91,8% de los hombres homosexuales. Estos resultados indican que los hombres hétero u homosexuales se clasifican con precisión equivalente en base a sus recuerdos de haber tenido o no haber tenido experiencias conforme a su género (masculino) en la niñez."(p.550).



Harry:
"Estos datos sugieren que alguna historia de femineidad infantil es casi siempre precursora de conducta homosexual en la adolescencia ."(p.259).



Hadden:
"En mi experiencia con homosexuales masculinos, casi sin excepción reconocen que estaban mal ajustados ya al comenzar la escuela. Muchos padres se dieron cuenta de que necesitaban ayuda psiquiátrica mucho antes."(p.78).



Rekers:
"Cuando lo vimos por primera vez, el nivel de su identificación femenina era tan profundo… que sugería determinantes bioquímicos y neurológicos irreversibles. Después de 26 meses de tratamiento, se veía y actuaba como cualquier otro niño. Personas que han visto los videos de antes y después del tratamiento han comentado que ´son dos niños distintos´."



Brown:
"En resumen, parecería que el modelo de familia con una combinación de una madre dominante y excesivamente íntima sumada a un padre desapegado y hostil o débil está sin duda relacionado al desarrollo de la homosexualidad masculina… Es sorprendente que no se haya reconocido esta relación entre las varias disciplinas que se ocupan de los niños. Un problema que se presenta con relación a esto es cómo informar y educar a los profesores y a los padres con respecto a la influencia decisiva de la familia en determinar el curso y resultado del desarrollo psicosexual del niño. Pareciera no haber justificación para tener que esperar otros 25 o 50 años hasta poder hacer llegar esta información a aquellos que se preocupan de los niños. Y no hay excusa para que profesionales en las ciencias del comportamiento continúen haciéndole el quite a la responsabilidad de diseminar este conocimiento y estos conceptos tan ampliamente como sea posible". (p.232).



Acosta:
"…mejores espectativas para intervenir en la homosexualidad se encuentran en la prevención, en la identificación precoz y el tratamiento del niño potencialmente homosexual."(p.9).



Green:
"Este estudio longitudinal de dos grupos de niños demuestra que la asociación entre la actividad de género cruzado en la niñez y el comportamiento homosexual en la edad adulta, sugerido por estudios retrospectivos anteriores, puede ser convalidado por un estudio prospectivo de niños identificados en la clínica o referidos por las familias con Desordenada Identidad de Género en la niñez. Sin embargo, no todos los niños con comportamiento transgenérico extenso evolucionaron como homosexuales o bisexuales cuando grandes. Ningún niño en el grupo control evolucionó como bisexual u homosexual." (p.340).


Bieber:
"Los resultados terapéuticos de nuestro estudio justifican el optimismo. Muchos homosexuales llegaron a ser exclusivamente heterosexuales por el tratamiento psicoanalítico. Aunque esta modificación puede ser lograda con mayor facilidad por algunos que por otros, a nuestro parecer un cambio hacia le heterosexualidad es posible para todos los homosexuales que tienen una fuerte motivación de cambiar." (p. 319).




Clippinger:
"De 785 pacientes tratados, 307 —o sea, aproximadamente 38%— fueron curados. Sumando los porcentajes de los otros dos estudios, podemos decir que al menos el 40% de los homosexuales fueron curados, y un 10 a un 30% adicional estaban mejor, dependiendo de qué estadísticas estuvieran disponibles." (p.22).



Fine:
"Ya sea que con hipnotismo… psicoanálisis de cualquier tipo, psicoterapia educativa, terapia conductual, y/o sencillamente medidas educacionales, un porcentaje considerable de homosexuales se transformaron en heterosexuales… Si los pacientes estaban motivados, sea el que sea el procedimiento adoptado, un alto porcentaje dejará la homosexualidad… La información errónea de que la homosexualidad no tiene tratamiento psicoterapéutico causa un daño incalculable a miles de mujeres… Todos los estudios a partir de Schrenk-Notzing en adelante han encontrado resultados positivos, independiente del tipo de tratamiento:. (p.85-86).



Kaye:
Finalmente, tenemos indicaciones de optimismo terapéutico en el tratamiento psicoanalítico de mujeres homosexuales. Encontramos, a grandes rasgos, un 50% de probabilidades de mejoría significativa en mujeres con este sindrome que buscan tratamiento y lo siguen." (p.634).



MacIntosh
interrogó a psicoanalistas que informaron que de 824 pacientes hombres vistos por 213 analistas, 197 (23,9%) cambiaron a heterosexualidad, 703 se beneficiaron significativamente con el tratamiento; y de las 391 pacientes mujeres vistas por 153 analistas, 79 (20,2%) cambiaron a heterosexualidad, 318 recibieron beneficio terapéutico significativo.(p.1183).



Marmor:
"Los clínicos aludidos en este volumen presentan evidencia convincente de que la homosexualidad es una condición potencialmente reversible. Cabe poca duda que muchos de los casos de éxito terapéutico reciente de homosexuales se debe a la opinión creciente entre los psicoanalistas de que la homosexualidad es un problema de adaptación." (p.21).



Nicolosi
estudió 850 individuos y 200 terapeutas y consejeros - específicamente buscando profesionales que dicen haber logrado algunos cambios de orientación sexual. Antes de la terapia o de las sesiones de consejo, el 68% se consideraba exclusivamente o casi enteramente homosexuales, y otro 22% declaraba ser más homosexuales que heterosexuales. Después del tratamiento, sólo el 13% se consideraba exclusivamente o casi enteramente homosexuales, mientras un 33% se describían ya como exclusivamente o casi enteramente heterosexuales. El 99% de los interrogados dijo que ahora creen que el tratamiento para cambiar la homosexualidad puede ser eficaz y tener valor.



Rogers:
"En general, los informes sobre el tratamiento de grupos de homosexuales son optimistas; en casi todos los casos los terapeutas reportaron resultados favorables de la terapia, ya sea que la meta de la terapia fuera alcanzar un cambio de orientación sexual o fuera una reducción de problemas concomitantes" (p.22).



Satinover
revisó la literatura sobre tratamientos y encontró que sólo en los ocho años entre 1966 y 1974,la base de datos Medline (database) —que excluye muchas revistas de psicoterapia— incluía una lista de más de mil artículos sobre tratamiento de la homosexualidad. De acuerdo a Satinover, estos informes contradicen las aseveraciones de que el cambio es imposible. Más aún, sería más acertado afirmar que la evidencia que hay actualmente es muy sugerente de que la homosexualidad se puede cambiar. La mayoría de los psicoterapeutas reconocerán que en el tratamiento de cualquier condición, puede esperarse una tasa de 30%. (p.169).

Throckmorton:
"En síntesis, la pregunta que debe hacerse es: ¿Funcionan las técnicas terapéuticas para cambiar la excitación sexual no deseada? A mi modo de ver, el caso contra la terapia de conversión requiere que los opositores demuestren que ningún paciente se ha beneficiado por tales procedimientos, o que el beneficio, cualquiera que sea, es demasiado costoso, medido en alguna forma objetiva, para ser utilizado aún si funcionara. La evidencia disponible apoya la observación de muchos consejeros de que muchos individuos de orientación sexual homoerótica han sido capaces de cambiar, a través de una variedad de técnicas de consejo". (p.287).



Westresume los resultados de estudios: las técnicas de comportamiento tienen los mayores éxitos (nunca inferior a 30%); el psicoanálisis sostiene que ha tenido mucho éxito (la tasa promedio parece ser alrededor del 25%, pero el 50% de los bisexuales lograron heterosexualidad exclusiva). "Todos los estudios que se hayan realizado sobre la conversión de orientación homosexual a heterosexual ha producido algunos éxitos."



Barnhouse. "Estos hechos y estadísticas sobre curaciones son bien conocidas y no son difíciles de verificar. Además hay mucha gente que ha considerado su homosexualidad como una carga, ya sea por razones sociales o morales, que han logrado,con la ayuda de psicoterapia, librarse de esta síntoma; de entre estos, un número considerable han sido capaces de hacer la transición a heterosexualidad satisfactoria. Además de los estudios publicados por aquellos que se han especializado en el tratamiento de desórdenes sexuales, muchos psiquiatras y psicólogos con una práctica más general (entre los que me cuento yo) han tenido éxito en ayudar a pacientes homosexuales que han hecho una transición completa y permanente a la heterosexualidad". (p.109).



Bergler:"En poco menos de treinta años he concluído con éxito el psicoanálisis de cien homosexuales… 

 

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