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12 Preguntas de hijo a padre
Educadores Católicos /Casos Prácticos y Respuestas breves

Por: Francisco | Fuente: www.micumbre.com

12 Preguntas de hijo a padre

ESCUELA PARA PADRES
Continuación al artículo 18 Consejos de padre a hijo (I)

Los hijos, a cualquier edad, son unas máquinas de preguntar. No paran de hacerlo, eso es una parte de su inquietud para su formación. Enhorabuena a los padres, que hayan conseguido hijos preguntones, señal de que hay confianza y comunicación.

Las preguntas suelen ser casi siempre por los mismos temas, aunque expuestas de forma y contenido diferente, en función de la edad, sexo y otras características.

Los hijos están muy pendientes de la forma y fondo, que empleamos para contestarles y muchas veces, hacen suyo el famoso dicho “por las respuestas les conoceréis”, que los padres interpretan, “por las preguntas les conoceréis”.

Hemos preguntado a muchos padres cuáles han sido las principales preguntas que han recibido de sus hijos, relacionadas con la educación que los padres tienen que darles. De ellas hemos seleccionado las que son más repetitivas, quizás no sean las más importantes. ni las más ingeniosas, ni las más profundas en cada hijo y en cada fase de crecimiento, pero definitivamente son las más frecuentes.


1- ¿Por qué tengo que estudiar?
a. Tienes dos opciones, en el caso de que puedas y sepas estudiar. La primera estudiar y prepararte, para la dura lucha que se te avecina, al tenerte que abrir pasó en la sociedad, pero ganado 10 veces más, que los que no estudian. Si estudias, podrás vivir mejor y ofrecer los frutos, de tu esfuerzo y sacrificio a la familia que formes.
b. La segunda opción, es no estudiar y pasar a formar parte, del batallón de los perdedores socialmente y transmitir ese fracaso, a la familia que formes el día de mañana.
c. Si atiendes los consejos de tus padres, tendrás un buen futuro, si sigues los consejos, de algunos de los amigos que tienes alrededor, dejaras los estudios, creerás que vas a tener más tiempo libre y enseguida te arrepentirás, de no haber estudiado.

2- ¿Por qué tengo que obedecer a los padres, maestros y otras personas mayores en edad, dignidad y gobierno?
a. Porque se supone, que te están diciendo lo mejor, te va a convenir para que desarrolles tu vida. Además te conviene aceptar su experiencia, que la han obtenido en la vida, la autoridad que la sociedad les ha dado y las leyes que representan.
b. En los primeros años de vida, hasta que se deja el domicilio paterno, es obligatorio obedecerles, como contraprestación al amor y cuidado que reciben. Después, cuando abandonen el hogar, cada persona puede hacer lo que quiera, pues ya se consideran mayores de edad. Pero no puede haber ese desequilibrio, entre ser menor de edad, para ser mantenido y protegido, y a su vez, cuando conviene al hijo, considerarse independiente y mayor de edad, para no tener que obedecer.
c. También se tiene que obedecer, a los representantes del gobierno y de la escuela, porque sus mandatos, suelen ser beneficiosos para la sociedad en general y así lo exigen las leyes. Si no se obedecen las leyes puede haber castigos.

3- ¿Por qué tengo que ser ordenado, limpio, no mentir, etc. y practicar las virtudes y valores humanos?
a. Además de que estas prácticas, benefician personalmente a los que las realizan, también son el soporte de una buena familia y de la sociedad. Los ciudadanos que no saben comportarse dentro de su casa, ni en el exterior, son los que arruinan a las sociedades. Las sociedades con más calidad de vida, son las que mejor practican las virtudes y valores humanos.
b. Fíjate en determinados grupos sociales, donde se ve reflejado su desorden interno y externo, a través de su imagen, en sus hogares y calles. Mientras no den los primeros pasos, en la adecuada dirección, para que se produzca el cambio, seguirán siendo los perdedores de la sociedad.

4- ¿Por qué tengo que aguantar a personas, que no son mis amigos?
a. Porque algunos de ellos, te aguantan a ti y no protestan. También es posible que haya otros amigos, que no te quieran tratar, pero lo hacen por sus propios principios de convivencia, lo que redunda en tu propio beneficio y sirve como ejemplo de convivencia, en la escuela y en la sociedad.
b. Porque es muy posible, que no les conozcas bien, ya que no te dignas tratarlos. Si los trataras más y mejor, posiblemente empezarías a encontrar la parte positiva, base para una posible buena relación.

5- ¿Por qué tengo que programar mis tiempos de estudios, familia, diversión, descanso, etc.?
a. Para sacar mejor provecho y rendimiento, a tus ineludibles obligaciones, ya que dejar las cosas al azar, para resolverlas, casi nunca traen buenas soluciones.
b. Es totalmente necesario, hacer un programa con las tareas que tienes que hacer, las herramientas que tienes que aplicar, así como los controles que tienes que poner, para evaluar las acciones realizadas y los resultados obtenidos.

6- ¿Por qué no me hablas de las cosas de tu trabajo y de las que ocurren en el mundo actualmente?
a. Voy creciendo y me tratas en las conversaciones, como cuando estaba en la cuna. Parece que se te ha parado el reloj, en aquellos días. Si me cuentas, las cosas en un lenguaje que yo te pueda entender, seguramente será muy provechosos para mí. Si no lo haces, tendré que aprender, esas mismas cosas, en la calle que muy posiblemente, estarán tergiversadas en contra de los valores familiares.
b. Necesito conocer tu opinión, sobre las cosas y noticias que ocurren en el mundo. Dicen que la información es poder y qué mejor información, que la procedente de mis padres, que además incluya sus comentarios y análisis.

7- ¿Por qué no me hablas sobra la economía familia?
a. Si me comentas la situación económica familiar, aprenderé a valorar mejor lo que cuesta conseguir las cosas y a balancear, entre mis necesidades y mis caprichos. No debes pensar, que el hecho de conocer las finanzas familiares, te va a restar ninguna autoridad, sobre la forma de gobernar las finanzas. Muy al contrario, será un acto, de más de confianza hacia la familia, el cual nos unirá más, especialmente en los momentos difíciles. Incluso supondrá un entrenamiento práctico, para el día de mañana, cuando forme mi familia.

8- ¿Por qué cuando te hablo, no me escuchas?
a. Necesito hablar contigo muchas veces, pero siempre dices que estas muy ocupado, o muy cansado o que ya no es hora de hablar. Tengo muchas cosas que preguntarte y como no me atiendes, se las tengo que preguntar a mis amigos. Si tu trabajo o relaciones sociales, te impiden dialogar conmigo, deberías plantearte otras alternativas. Yo estoy dispuesto a perder calidad de vida económica, con tal de ganar calidad de vida humana.

9- ¿Por qué cuando llego a casa, no estás?
a. Siempre llegas muy tarde, incluso cuando ya me he dormido y a la mañana, me dices que has estado trabajando, socializando con los amigos, o haciendo de voluntario en alguna organización religiosa, política o social. Es posible que ya no te acuerdes, si necesitabas o no, convivir con tu padre, pero yo si lo necesito. Me gustaría que nos conociéramos mejor, que me dedicaras más tiempo, no por eso voy a dejar de tenerte el respeto que te mereces.
b. Ojala me pusieras entre tus prioridades, en lugar de la socialización y el voluntariado que tanto haces. Seguramente, allí te sentirás mejor, porque te rodeas de personas, con un nivel diferente al mío, pero te recuerdo tu obligación de criarme y educarme, de la mejor manera posible y eso se consigue entre otras cosas, con mucho dialogo. Yo te prometo, que sabré hacer honor al tiempo que me dediques.

10- ¿Por qué tengo que ir a la Iglesia?
a. El hombre es un ser religioso por naturaleza. Desde los primeros habitantes de la tierra, la religión ha formado siempre, una parte indisoluble de las personas, por lo que la primera obligación de una persona, es mantener una vida religiosa, que le permita conocer las verdades religiosas. El hombre necesita la alimentación espiritual, tanto como la alimentación corporal, para conocer y practicar las virtudes y valores humanos.
b. No seremos nada, si no fomentamos el conocimiento y nuestra relación con Dios. En la Iglesia y en la familia, es donde aprendemos las prácticas religiosas, que nos llevaran por el buen camino en esta vida.

11- ¿Por qué no puedo comprar lo que quiero?
a. Porque tienes que practicar la virtud de la autodisciplina, la de la responsabilidad, la del dominio de la voluntad, la de la austeridad, la de la generosidad y otras muchas. Aunque tengas el poder de hacerlo, hay cosas que no debes de hacerlas. Al fin y al cabo, eres un administrador de los “talentos” que Dios te ha dado, y algún día Dios o la sociedad te exigirán cuentas, de cómo los has gastado o los has invertido.

12- ¿Por qué no me hablas de nuestros antepasados y de los familiares actuales?
a. Necesito conocer de dónde vengo, para saber a dónde voy. Quienes son mis ancestros, tanto los que hayan aportado algo positivo a nuestros apellidos, como los que no lo hayan hecho. También quiero conocer quiénes son mis familiares actuales, aunque vivan lejos o no haya muchas relaciones. Me encantaría saber sus historias, para intentar acercarme a ellos y compartir sus experiencias. Estoy seguro que más de uno de nuestros parientes, estará deseando que nos encontremos, para reiniciar una buena relación. Incluso si conozco algunos antecedentes de su salud, podría ayudarme a tomar determinadas precauciones, por si pudieran tener trascendencia genética.

Es imprescindible que los padres prevean, cuáles son las preguntas que más interés tienen para su hijo, así cuando lleguen, podrán estar preparados para darles las respuestas adecuadas y a su debido tiempo.

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