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Educar en la fe: La Cuaresma, Semana Santa y Pascua, explicada a los hijos
Educadores Católicos /La Educación Moral y Religiosa

Fuente: Catholic.net / Varios sitios alidos

La familia es la principal fuente de transmisión de los valores religiosos y espirituales; es ella la encargada de acercar los hijos a Dios y enseñarles la fe. Y esta labor comienza desde las primeras edades, es por eso que los padres deben invitar a sus hijos a celebrar la Semana Santa y Pascua, teniendo en cuenta su nivel de comprensión. ¿Cómo hacer entonces para que vivan el verdadero sentido de esta celebración sin que pase como una semana más de vacaciones? Estas son nuestras recomendaciones.

 

La Cuaresma explicada a los niños

Es maravilloso cuando se comparte en familia los tiempos litúrgicos propios de nuestra formación religiosa. Por medio de la siguiente historia, los hijos más pequeños podrán comprender el significado del tiempo de Cuaresma.

¿Qué es la Cuaresma?

Cuatro, cuarenta, cuarenta y cuatro, cuaresma, son palabras que se parecen entre sí. A lo mejor tú tienes cuatro años, a lo mejor tu mamá tiene cuarenta años y tu papá cuarenta y cuatro.

Y Cuaresma ¿qué significa? La Cuaresma es un tiempo del año que consta de cuarenta días en que los cristianos celebramos y recordamos los últimos días que vivió Jesús antes de morir aquí en la tierra.

Cuando tus abuelos o bisabuelos eran niños como tú, la Cuaresma era un tiempo muy especial, eran días tristes en que en las iglesias se tapaban los santos con paños morados y las señoras iban a Misa con velos negros sobre sus cabezas y los días viernes no se comía carne por nada del mundo. Todo esto para no olvidar que Jesús sufrió mucho y murió por nosotros colgado en una cruz.

La Cuaresma no siempre cae en una fecha exacta. A veces la celebramos entre Febrero y Marzo, otras veces, entre Marzo y Abril. Pero siempre comienza en un día miércoles que se llama Miércoles de Ceniza y termina con el Domingo de Ramos.

Tú te preguntarás qué tiene que ver la ceniza con Jesús. ¿Sabes acaso lo que es la ceniza?. Es un polvo oscuro que resulta cuando el carbón, o la leña o un cartón se queman. Hasta una casa puede convertirse en ceniza después de un incendio.

Se llama Miércoles de Ceniza porque a las personas que van a Misa ese día, el sacerdote les hace el signo de la cruz en la frente con sus dedos untados en ceniza.

Si tú vas a Misa ese día, también te puedes poner en la fila y el sacerdote te pondrá un poquito de ceniza sobre tu frente.

Sugerencia de actividad

Dibujos para la Cuaresma y Semana SantaDibujos y recursos para niños sobre la Cuaresma y la Semana Santa

Destacar en un calendario los cuarenta días que van desde el miércoles de ceniza y el Domingo de Ramos.

Domingo de Ramos

Cuando un rey, o el presidente de un país visita otro país, las autoridades y miles de personas salen a las calles y lo saludan con pancartas, papel picado, banderitas y hasta flores. Y a veces se sube a un auto descapotado muy elegante para que todos puedan verlo desde lejos ¿verdad que sí?

Bueno, algo parecido le sucedió a Jesús. El domingo antes de morir se dirigió con sus amigos a la ciudad de Jerusalén. Le pidió a uno de sus discípulos que consiguiera prestado un burrito para entrar a la ciudad. Montó sobre él y seguido de sus amigos entró a la ciudad. Una gran multitud de gente salió de sus casas al encuentro de Jesús. Habían oído muchas cosas hermosas de Él, de su amor por los niños, por los pobres, de la sabiduría de sus palabras, de que sanaba a los enfermos.

Entonces, cuando lo vieron montado en un asno se acercaron lo más que pudieron agitando entusiasmados ramos de palma y olivo. Y gritaban llenos de alegría: ¡“Viva, viva. Aquí llega el Rey, el Mesías. Bendito sea el que viene en el nombre del Señor”!

Jesús recibía estos saludos con una sonrisa humilde y mucha paz.

El burrito se portó muy bien, no protestó, al contrario caminaba contento de llevar sobre su lomo al Hijo de Dios.

Semana Santa: cómo explicarla a los más pequeños

Dar ejemplo

Lo primero y más importante, es que los padres demuestren con su ejemplo lo que realmente significa este tiempo, es decir, que los hijos vean una actitud y un modo de actuar diferente al habitual.

Explicarles el significado

Es necesario explicarles el significado de cada celebración, pero en el lenguaje apropiado para su edad y nivel de comprensión. Los padres pueden valerse de diversos recursos como videos, dibujos y cuentos que han sido adecuados para los más pequeños, algunos son:

Participar en las actividades de Semana Santa

Es muy valioso cuando se participa en familia de las diferentes actividades características de la época, como por ejemplo la visita a los monumentos, las procesiones, la elaboración de los huevos de Pascua, entre otros, conociendo previamente su significado e historia. Habrán otras celebraciones dirigidas al público adulto, y en este caso, resulta más conveniente buscar opciones especiales para los chicos. Asimismo, la creatividad de los padres será clave en esta importante misión.

Llevar las enseñanzas a las acciones

Debido a que la Cuaresma, Semana Santa y Pascua deben ser una vivencia personal y un camino de desarrollo espiritual, eso mismo se les debe transmitir a los hijos. Regalar juguetes y ropa que ya no se usen, compartir un día con niños de escasos recursos, hacer propósitos de mejora personal (orden, disciplina, obediencia, relación con los hermanos, etc.). Lo importante es acercar a los hijos desde pequeños a la vivencia del amor de Jesús.

Celebración de la Pascua para niños

Los más pequeños de la familia también pueden ser invitados a participar de las fiestas religiosas, pero se debe hacer usando un lenguaje que sea comprensible para su edad. Una buena manera, es usar el cuento como método de enseñanza.

En esta Pascua, hable con sus hijos sobre esta importantísima fiesta. Realicen acciones que permitan la explicación de la Pascua en la vida práctica, como por ejemplo regalar a los demás algún alimento preparado por ellos, como muestra de que compartimos la felicidad de la Pascua con los otros.

 

Actividad para la Pascua

Cuando vayamos a la Iglesia, mostrémosles a los hijos las imágenes de Jesús en la cruz y constémosles que aunque Él murió por amor a nosotros, no se fue para siempre, pues varios días después Él resucitó, y ahora se encuentra en nuestros corazones.

 

Después de hacer esta breve introducción, les contamos el siguiente relato bíblico:

Los amigos de Jesús eran pescadores. Muy buenos pescadores. Ellos subían a la barca y navegaban mar adentro para echar las redes y sacar muchos pescados para venderlos.

Una noche, después de que Jesús había muerto, Pedro, uno de sus amigos, dijo:

  •  
  • ¿Qué les parece si vamos a pescar? Vamos muchachos, cambien la cara, no vale de nada estar tristes. Vamos a buscar las redes y el barco.

Los amigos de Jesús siguieron a Pedro. Buscaron las redes y se prepararon para ir hasta el centro de lago. La luna se reflejaba en el agua y alumbraba como una gran lámpara las aguas. Los hombres trabajaron toda la noche. Tiraban la red esperaban y la sacaban.

 

¿Y saben qué pasaba? Nada. No pasaba nada. Las redes salían vacías.

Una y otra vez, tiraban las redes, esperaban y las sacaban vacías.

Un fracaso total. Ya estaban por volverse cuando vieron que un hombre paseaba por la orilla. ¿Quién sería? Los amigos de Jesús se esforzaban por ver quién los estaba esperando, pero no lograban reconocerlo.

Entonces, desde la orilla se escuchó al hombre que gritaba:

  • Muchachos, ¿tienen algo para comer?
  • No, contestó Pedro a los gritos, no tenemos ni un solo pescado.

Entonces Jesús volvió a decir:

  • Echen de nuevo la red.
  • ¿Qué?, dijo Pedro.
  • Vamos, echen nuevamente la red.

Los amigos de Jesús decidieron hacerle caso y tiraron nuevamente las redes.

¿Saben qué pasó? Las redes se llenaron tanto con los peces, que casi no las podían levantar.

Entonces, uno de los amigos de Jesús llamado Juan dijo:

  • Ese es Jesús.
  • ¡No puede ser! dijo Pedro.
  • Sí, es él. ¡Está vivo! ¡Resucitó!

Pedro no pudo esperar que el barco, que estaba muy cargado, llegara hasta la orilla y se tiró al agua y fue nadando hasta donde estaba Jesús.

Mientras tanto, Jesús había encendido un hermoso fuego, y había colocado sobre él un pan. Cuando Pedro y los amigos llegaron hasta donde estaba Jesús, le dieron los pescados para que los cocinara.

Jesús los puso sobre el fuego y comenzó a conversar con ellos.

  • Pedro, ¿cómo está tu familia? ¿Los molestaron los soldados?, preguntó Jesús.
  • Estamos muy bien ahora que vos estás de nuevo con nosotros, contestó Pedro.
  • Pedro, dijo Jesús: ¿Te puedo hacer una pregunta?
  • Sí, hazme las preguntas que quieras, dijo Pedro.
  • Pedro, ¿me amas?
  • Sí, Jesús, te amo.

Y Jesús preguntó nuevamente:

  • Pedro, ¿estás seguro que me amas?
  • Sí, te amo. Respondió Pedro.

Y Jesús preguntó por tercera vez:

  • Pedro, ¿estás segurísimo que me amas?
  • Sí, Jesús, sabes que te amo. Le reiteró Pedro.
  • Entonces, dijo Jesús: cuida de mis amigos. Y ahora, que estamos todos reunidos y el pescado y el pan están listos, compartamos la comida como lo hacíamos siempre.

Y Jesús y sus amigos se sentaron a comer.

Jesús se quedó un tiempo con sus amigos, pero después, como ya había terminado su trabajo, fue a descansar a la casa de su papá Dios. Por eso nosotros no lo podemos ver.

 

Después de leer el relato, preguntemos a los chicos:

  • ¿Nosotros amamos a Jesús?
  • ¿Qué tal somos como hijos, hermanos, nietos, primos, amigos, estudiantes, etc.?
  • ¿Qué nos propondremos puntualmente a mejorar en esta Pascua?