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Los novios
Jóvenes /Noviazgo

Por: Maria Esther de Ariño | Fuente: Catholic.net

Estar enamorado o enamorada es un sentimiento misterioso y perturbador que nos hace ver el mundo diferente, que nos hace vibrar al oír una voz que reconoceríamos entre un millón y que hace que el corazón nos lata más aprisa cuando estamos en la presencia de la persona de la que nos hemos enamorado. Pero esto en muchas ocasiones son espejismos pues más bien estamos enamorados del amor.

Sucede frecuentemente en las edades tempranas y creo que todos recordamos nuestro primer amor, casi niños. Inocente sentimiento del que guardamos un dulce recuerdo. Pero pasa el tiempo y para llegar al noviazgo el primer paso, claro está, es enamorarnos seriamente.

Enamoramiento y noviazgo van unidos y no puede o no debe ser el uno sin el otro. Son estas dos condiciones indispensables para llegar a conocer y poseer el gran amor, el amor maduro, pleno y profundo.

No sirve para nuestros sueños y anhelos quedarnos en el enamoramiento; queremos algo más y lo sellamos con un compromiso que se llama noviazgo.

El ser novios es la preparación, es la antesala del matrimonio.

Hoy en día tocar este tema y en esta forma casi parece anacrónico pues las parejitas que “ se dicen novios” están solo apoyándose en la atracción física y no le dan la seriedad que merece una relación entre dos seres que dicen amarse y cambian de persona con la mayor facilidad, haciendo de esta relación un “juego” inconsciente y peligroso.

Pero no todos son a si, por suerte. Hay jóvenes rectos y profundamente convencidos de que el noviazgo es una etapa sumamente delicada y valiosa. Los novios deben estar enamorados pero no ciegos. Es la etapa en que se sienten muy felices por la cercanía y el trato con la persona amada, pero deben de aprovechar ese tiempo para conocerse cada día un poco mejor, un poco más a fondo. No pueden hacer de ese tiempo un tiempo frívolo e inmaduro, dedicado solamente a la diversión y al solo gusto de estar juntos.

En el noviazgo es importante tratar temas serios y realistas, buscando las afinidades o encontrando los puntos divergentes del pensar o sentir de la otra persona. Esto irá dando la pauta de si la persona elegida armoniza en el carácter y personalidad, en gustos, en aficiones, en creencias y educación o por el contrario no logra embonar y se discute sin lograr entenderse por mucho que se atraigan físicamente. En esto hay que tener los ojos muy abiertos y más que los ojos, el entendimiento, pues cuando el corazón o la pasión dicen una cosa y la razón otra, ¡cuidado ! Es el momento de reflexionar seriamente. Pensar si es la persona que conviene para caminar a nuestro lado toda la vida y ser el compañero o compañera a quien le vamos a entregar nuestra existencia sin reservas. Esto es muy serio y no es un juego .Quizá por eso al AMOR lo pintan con una venda en los ojos… De la elección acertada o no va a depender que el siguiente paso, que será el matrimonio, sea un éxito o un fracaso. Vale mil veces una ruptura a tiempo, aunque duela, que un matrimonio desgraciado o un divorcio como solución a una equivocación o a un “me caso y … ¡a ver cómo nos va!”.

El noviazgo es para ver si un día, con ese ser que hemos encontrado en nuestro camino, podamos ser una sola persona sin perder nuestra propia identidad, como bien dice la Iglesia católica: -

“Una sola carne y unos solos huesos”, porque así de importante y transcendental es el siguiente paso después del noviazgo: el matrimonio.

Por eso hemos de tratar de asegurarnos de que encontramos al compañero o compañera de nuestra vida, como amigo, como amante ,como padre o madre dignos y responsables de los hijos que hemos de cuidar y amar dentro de nuestro hogar lleno de paz y felicidad.

Todo esto no quiere decir que el noviazgo sea un severo escrutinio de las virtudes o defectos de ambos. Todo tiene que ser fácil y natural, pero dándole la importancia que merece.

Creemos que el noviazgo es la etapa más soñada, mágica y romántica del amor donde el respeto mutuo es esencial y donde los detalles llenos de ternura e ilusión dan un toque sugestivo y único que hacen vivir un mundo de amor irrepetible y maravilloso.

Felicidades para los novios y para los esposos que no han dejado de serlo.