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Los mejores libros infantiles y juveniles de 2007
Selección elaborada por Guillermo Urbizu, recomendaciones para esta navidad


Por: Guillermo Urbizu | Fuente: www.guillermourbizu.com



La literatura de los más jóvenes está conociendo un auge sorprendente. Y no se trata de algo meramente circunstancial o de mercado. Se trata de libros de calidad, de colecciones exquisitas, de autores memorables. Los ejemplos se multiplican en nuestras estanterías. Y no sólo los leen niños y adolescentes. Los adultos nos hemos convertido en lectores habituales de este tipo de literatura. No es que nos estemos infantilizando, es que sencillamente apreciamos un buen libro allá donde esté. Sin ningún desdoro o prejuicio bobo.

Hay que reconocer que desde que apareció en 1997 Harry Potter y la piedra filosofal, de J.K. Rowling (editado en español por Salamandra) el fenómeno de la literatura juvenil entró en una dimensión distinta. Te encontrabas -y te encuentras- chavales leyendo en cualquier lugar los libros de la serie, prefiriendo la lectura a cualquier juego. (Yo he sido testigo con mis hijos). Fue un impulso indudable. Por otra parte, y mucho antes, un escritor llamado J.R.R. Tolkien -literariamente a años luz de los demás- había construido los cimientos y desarrollado las coordenadas de unos mundos que han influido en una gran parte de la literatura juvenil, y de fantasía, posterior a él. Yo no tengo ninguna duda de que El Señor de los Anillos (Minotauro) es una obra maestra de la literatura universal.

¿Y qué decir de la excelencia que atesora C.S. Lewis y Las Crónicas de Narnia (Destino)? Leer El león, la bruja y el armario -que es el segundo volumen de dichas Crónicas- es adentrarse en una espectacular alegoría del alma del mundo, de nuestro mundo actual. La fantasía como acción redentora de nuestra gélida esperanza, de la insatisfacción del hombre. Aslan es trasunto del León de Judá. Las profecías hablan... Y la magia de la escritura nos entretiene, pero también nos hace reflexionar.

¡Son tantos los buenos libros! No puedo dejar de pensar en la colección del Barco de Vapor (SM) o en la de El duende verde (Anaya), con tantos títulos excelentes. O en El castillo encantado, de E. Nesbit (traducido por Anne-Hélène Suárez para Alba Editorial). O en la trilogía de las Memorias de Idhún, de Laura Gallego. O el precioso libro que es Corazón de tinta, de la autora alemana Cornelia Funke (traducido por Rosa Pilar Blanco y editado por Siruela), así como su continuación Sangre de tinta. Y esperando estoy la próxima aparición de Muerte de tinta, que hace muy poco apareció en Alemania. Pero vayamos con los libros de este año.

Es difícil elegir un solo libro entre tanta maravilla. Para mejor libro infantil tengo cinco aspirantes (siempre hablo de libros que he leído). Los cinco son algo muy especial, y se los aconsejo de principio a fin. Son: El viaje de los Reyes Magos, de Federico Fernández de Buján, con ilustraciones de Juan F. García Espínola (Libros Libres); Abecedario de arte, un paseo por el Museo Thissen, de Carlos Reviejo y Ana Moreno Reborditos (SM); A las buenas y a las malas, antología de cuentos adaptados por Teresa Durán (Anaya); Pinocho, de Carlo Collodi, ilustrado por Mattotti y traducido por Armanda Rodríguez Fierro (Valdemar); y Regreso al Reino de la Fantasía, de Geronimo Stilton, en traducción de Manuel Manzano (Destino). Y la verdad, me quedo con A las buenas y a las malas. Teresa Durán ha llevado a cabo en ese libro un trabajo de lo más perspicaz. Un recorrido por culturas distintas y autores distintos. Desde Gutierre de Cetina a J.M. Barrie, pasando por Lope de Vega o Arthur Conan Doyle. La edición es un continuo regocijo. Sus hijos lo agradecerán. Como todos ustedes.

Para chavales a partir de 12 años o entrados ya en alocada adolescencia, he recogido siete títulos. Personalmente son los siete que más me han gustado, aunque la cuestión del gusto… ya saben. Son los siguientes: Cuentos completos (1826-1828), de Wilhelm Hauff (Siruela, en traducción de Juan José del Solar y de Antón Dieterich); la tercera entrega de “La llave del tiempo”, que es La ciudad infinita, de Ana Alonso y Javier Pelegrín (Anaya); la segunda entrega de “El Ejército Negro”, que es El Reino de la oscuridad, de Santiago García-Clairac (SM); el tremendo éxito que está siendo El niño con el pijama de rayas, de John Boyne (traducido por Gemma Rovira para Salamandra); Cuentos populares rusos, de A.N. Afanásiev (traducción de Isabel Vicente para Anaya); Los hijos de Húrin, libro que Tolkien dejó en apuntes y que su hijo Christopher ha resuelto con gran acierto (Minotauro); y por último el muy original Skulduggery Pleasant, un detective para morirse, de Derek Landy (traducción de Xohana Bastida y editado en SM).

Bueno, aunque la decisión es complicada, pienso que el mejor libro juvenil de 2007 es El Ejército Negro, El Reino de la oscuridad, de Santiago García-Clairac, (SM), por su muy personal interpretación del valor de la literatura y de la lectura -de la vida misma- a la luz de la fantasía. Ya he hablado otras veces de él, pero es que creo que es un libro ejemplar. Y mis hijos mayores han votado en el mismo sentido.

Y ahora elijan ustedes su favorito y lean con sus vástagos en Navidad. Es una muy buena oportunidad para adquirir o consolidar todavía más el necesario hábito de la lectura.

Comentarios al autor: guilleurbizu@hotmail.com
www.guillermourbizu.com







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