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Asís, Italia

La casa y la tienda de San Francisco de Asís
Ya en el siglo XIV era conocido también como iglesia


Por: Fratefrancesco.org | Fuente: fratefrancesco.org



1. San Francisco Piccolino: casa natal y paterna

La capilla u oratorio de San Francisco "Piccolino" es uno de los lugares más entrañables de la ciudad de Asís y del mundo franciscano, pues aquí vivió San Francisco la mayor parte de su vida, casi 24 años, desde su nacimiento, en enero o febrero de 1182, hasta la conversión, en 1206. El edificio conserva aún toda la estructura primitiva, aunque el aspecto exterior no lo demuestre, pero no hay que olvidar que la casa tiene más de 800 años y que encima han construído cuatro plantas más.

El pequeño santuario es propiedad del Sacro Convento de Asís desde finales del siglo XIII, cuando Picardo de Ángel de Pedro Bernardoni, sobrino del Santo, lo cedió a los frailes de San Francisco, como demuestran los documentos relativos a la casa de Picardo conservados en sus archivos, equivalentes al título de propiedad.

El arco de la fachada del oratorio lo construyó Picardo entre los años 1281 y 1282, cuando se cumplían exactamente cien años del nacimiento de su tío Santo. Para poder apoyar el arco en un saliente de la casa de al lado tuvo que indemnizar al vecino, según consta en una de las escrituras del archivo del Sacro Convento, del que Picardo fue administrador entre los años 1256-1285.

El arco fue sólo una de las transformaciones a las que el sobrino de San Francisco sometió la casa de su padre Ángel y del abuelo Pedro de Bernardone para convertirla en oratorio. La existencia del "oradorio sancti Francisci" está documentada ya en un testamento del 28 de agosto de 1286. Para su realización, Picardo eliminó el techo que separaba la planta baja (el establo, según la tradición), de la habitación superior, donde, seguramente, nació el hijo de madonna Pica y de Pedro Bernardoni. Pero el hecho de que el establo formara parte del mismo oratorio pudo ser el motivo por el cual, ya en la segunda mitad del siglo XIV, se creía que San Francisco, considerado por todos como "otro Cristo" por haber llevado los estigmas, había nacido también, como Cristo, en el establo. Con todo, no se puede excluir del todo tal posibilidad, pues a mediados del s. XIV, sobre la puerta del oratorio, escribieron con letras góticas doradas lo siguiente: "Este es el oratorio del buey y del asno donde nació San Francisco, espejo del mundo". El relato más antiguo del nacimiento en el establo, de la segunda mitad del siglo XIV, es bastante sobrio y creíble, y dice así:

"Hubo un hombre venerable de Asís, llamado Francisco. Su padre fue Pedro de Bernardone, también asisano. Su madre se llamaba Juana, muy devota y piadosa, que visitó el sepulcro de Crito, el santuario de San Miguel Arcángel y los sepulcros de los Apóstoles, y visitaba con frecuencia otros santuarios. En sus oraciones pedía con mucha devoción al Señor un hijo, si era su voluntad. Habiendo concebido un hijo, como el parto se retrasaba más de lo habitual, y sufría muchas angustias por los dolores del mismo, se acordó de la virgen gloriosa y del lugar humilde donde dió a luz al Señor. Así pues, quiso hacerlo también ella, bajando al establo, donde colocaron, según sus desoes, un buey y una mula, y en medio de ellos dió a luz a su hijo, sin grandes dolores".

Durante todo el siglo XIV y la primera mitad del XV el oratorio era conocido como "Casa de San Francisco", "Casa donde nació San Francisco" o "capilla u oratorio que se llama Casa de San Francisco". Así aparece en muchísimas escrituras notariales, pero ya en el siglo XIV era conocido también como iglesia "menor" o "pequeña" (piccola) de San Francisco, para distinguirla de la gran basílica donde está sepultado el santo. Ese fue el origen de la nueva denominación: "iglesia de S. Francisco Piccolo o Piccolino, donde nació San Francisco", que sustituyó a la anterior a mediados del s. XV. Desde entonces casi nadie volvió a llamarla "casa de San Francisco", lo que provocó que, después de un siglo de guerras, pestes y destrucciones, en que la ciudad de Asís estuvo a punto de quedar completamente deshabitada, algunos dudaran de que aquel establo, venerado por todos como lugar de nacimiento del santo, tuviera algo que ver con la casa de su padre. Sin embargo, de los documentos notariales de los archivos asisanos se deduce facilmente que la casa de San Francisco y San Francisco Piccolino eran un único lugar, pues los vecinos eran los mismos. Además, cuando se fundó la Iglesia Nueva y también después, se siguió creyendo que aquella casa había pertenecido a Pedro Bernardone.


2. Iglesia Nueva, probable tienda de Pedro Bernardoni

En el s. XVII el oportunismo de algunos y la ignorancia de otros llevó a situar la "casa paterna" del santo en un lugar cercano a San Francisco Piccolino, y allí los franciscanos de la Observancia levantaron en 1615 la Iglesia Nueva de San Francisco Converso, que luego fue convento de Reformados. En realidad, sólo una parte de lo que llaman "casa paterna" de la Iglesia Nueva había pertenecido a los sobrinos de San Francisco, y es la parte correspondiente a la sacristía, al altar mayor y a la planta baja. El resto era de unos vecinos. Y es que los sobrinos, además de la verdadera casa natal y familiar del Santo (San Francisco Piccolino) poseyeron también, hasta finales del siglo XIV, la casa del "fóndaco" o tienda que la tradición, ya en el s. XVI, decía que había pertenecido al abuelo Pedro Bernardoni. Al parecer, el sobrino de San Francisco, Picardo, en 1282, la dejó al sobrino Ceccolo, hijo de su hermano Giovannetto, a cambio de conseguir la propriedad completa de la otra casa, para transformarla en oratorio, en recuerdo del nacimiento de su tío santo.

A partir del 1400 la planta baja del "fóndaco" de la Iglesia Nueva fue zapatería de los Ponzani, y el piso de arriba, casa de los Pelagalli, hasta que todo el edificio, ya en ruínas, fue adquirida por el notario Bautista Bini.

Hacia el 1580, fray Ludovico de Pietralunga, fraile del Sacro Convento de Asís, en su guía de la Basílica de San Francisco, la más antigua que se conoce, decía que allí, "junto al palacio de los Priores" de la ciudad, estaba la casa que fue "fondaco" o almacén de Pedro Bernardoni. Y, para mejor identificarla, añadió que tenía delante una especie de "vano". El vano existió y de él dan fe algunos documentos, pero desapareció cuando en 1615 se edificó sobre él el brazo lateral izquierdo de la Iglesia Nueva.

Ese año, Juan Bautista Bini, nieto de Bautista, asediado por los acreedores tuvo que vender la casa del "fóndaco" con otras propiedades, a los franciscanos observantes. Y para darles más valor, las presentó como si fuesen una sola, asegurando que, según tradición immemorial, había pertenecido al padre de San Francisco. En parte tenía razón, pero el señor Bini, no pudiendo negar que San Francisco Piccolino era conocido aún como casa de San Francisco, presentó como única casa paterna las dos propiedades y las demás intermedias, a pesar de mediar tres calles. entre ellas. Por eso, San Carlos de Sezze, unos años más tarde, anotaba en su diario que se había alojado "en la casa paterna donde nació San Francisco, en el establo". Así se explica también que el ministro general observante, después de comprar la mitad de aquella "casa" tan increiblemente grande, escribiera al rey de España y al Papa comunicándoles que había adquirido "la casa donde nació San Francisco". Y se explica mejor también por qué los frailes reformados y observantes siguieron venerando el oratorio donde nació San Francisco, y por qué en la Iglesia Nueva, hasta hace muy pocas décadas, se mostrata a los peregrinos la puerta desde donde, según la leyenda, habría salido madonna Pica para dar a luz en el establo. De hecho, nunca nadie, en los últimos ocho siglos, ha dicho que el Santo de Asís haya nacido en la Iglesia Nueva. Sólo últimamente hay algunos que defienden, sin pruebas y contra toda evidencia, que el Santo nació en la Iglesia Nueva y que el oratorio de San Francisco Piccolino es sólo pura leyenda.








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