Menu


Cristianos y Musulmanes: creyentes en Dios
Agradecemos a Dios y le pedimos para que las relaciones entre musulmanes y cristianos se refuercen siempre más


Por: Cardenal Francis Arinze | Fuente: Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso




Mensaje a los musulmanes con ocasión del final del Ramadán de 1997.

Queridos amigos musulmanes,

Una vez más me es grato, como Presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, presentaros mis felicitaciones más cordiales con ocasión del final del Ramadan
El intercambio de felicitaciones ofrece a los cristianos la ocasión de visitar a sus amigos musulmanes, y esto permite reforzar las amistades ya existentes y crear nuevas. Este mensaje anual es como un nuevo puente que se construye entre cristianos y musulmanes y que no cesa de crecer y de consolidarse. Agradecemos a Dios y le pedimos para que las relaciones entre musulmanes y cristianos se refuercen siempre más.

Durante este mes del Ramadan, es la fe, sumisión confiada y obediente a Dios la que os ha llevado a ayunar. Musulmanes y cristianos, nos definimos "creyentes" y, con los judíos, vemos en Abraham un modelo para nuestra fe.
Por la fe, Abraham puso completamente su confianza en Dios y obedeció a aquello que El pedía: dejó su tierra natal, su tribu, su familia paterna y anduvo hacia una tierra desconocida. Por la fe, no dudó ofrecer su Hijo, cuando Dios lo puso a la prueba. Es por esto que Abraham queda como un modelo eminente de la entrega total de si mismo a Dios.

Bajo el ejemplo de Abraham, judíos, cristianos y musulmanes se esfuerzan por dar a Dios el puesto justo que le corresponde al interno de sus vidas, en cuanto origen, maestro, guía y fin último de todos los seres. Pero ellos saben que existen también otros creyentes y hombres religiosos, todos dignos de respeto. En efecto, es en el nombre de Dios, que el creyente auténtico es respetuoso de cada persona humana. La religión no nos autoriza a adoptar, en nombre de las diferencias, actitudes negativas de unos hacia los otros.

No se trata de negar las diferencias, pues ¿no tenemos comunes preocupaciones? ¿Como trasmitir los valores religiosos a las nuevas generaciones? ¿Como educar a los jóvenes a respetar la fe de otros creyentes? ¿Como dar un testimonio común y creíble a aquellos que no creen en Dios? ¿Como empeñarnos juntos al servicio del hombre, de todo el hombre y de todos los hombres en nombre de nuestra fe en Dios? estas son algunas de las preguntas y desafíos que se nos ponen a musulmanes y cristianos, en el momento en el cual la humanidad se prepara para entrar en el nuevo milenio. Talvez será necesario multiplicar los encuentros entre cristianos y musulmanes, con el fin de buscar juntos respuestas a estas preguntas, bajo la mirada de Dios.
Deseándoles vivir en la paz y la alegría, os renuevo mi amistad a nombre de los católicos del mundo entero.













Compartir en Google+




Reportar anuncio inapropiado |