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Internet, la salud y los medios de comunicación
Cada vez es más frecuente, aunque todavía no son mayoría, que nuestros pacientes vayan al médico previo paso por Internet.


Por: J. Mª. Simón Castellví, doctor en Medicina y Cirugía | Fuente: e-cristians.net



Cada vez es más frecuente, aunque todavía no son mayoría, que nuestros pacientes vayan al médico previo paso por Internet. Algunos se presentan con un fajo de papeles fruto de su búsqueda de la salud a través del ciberespacio. Otros son más discretos y guardan la información sólo en la memoria (biológica, se entiende).

Ante esta nueva realidad la pregunta sería: ¿está todo en Internet?

Y la respuesta es: ¡categóricamente NO!

Todos hemos vivido un suceso para después comprobar cómo los medios de comunicación lo reproducían de manera deficiente. Los médicos somos tan conscientes de este fenómeno que ya “pasamos” de los medios de comunicación cuando nos cuentan las cosas de forma surrealista. Y todo eso, a pesar de que los medios preguntan a los profesionales e incluso algunos profesionales de la medicina están a sueldo de los medios.

Como es más fácil ver las ventajas de las cosas que sus inconvenientes, veamos algunos de los problemas que suscitan las búsquedas sobre salud en Internet.

Fiabilidad de la información.

En la red de redes no hay casi nada que nos garantice que la información que recibimos es veraz. Puede haber publicidad comercial enmascarada en forma de ciencia, “vedetismo” disfrazado de profesionalidad, información aún no establecida como auténtica por la comunidad científica, retrasos en la puesta al día de ciertas materias, etc...

Los sinónimos.

En Medicina utilizamos tal cantidad de sinónimos que una búsqueda puede quedar inutilizada por los mismos. Por ejemplo, las palabras “idiopático”, “criptogenético” o “esencial” significan “de origen desconocido”. Y los autodidactas tienen un problema con los sinónimos. Uno puede saber que los habitantes del Japón son los japoneses y leer mucho sobre los mismos, pero si no sabe que también se llaman “nipones”....

Los sinónimos engañosos.

Hay palabras que en Medicina significan algo muy distinto que en el lenguaje común. Así, por ejemplo, los médicos llamamos “constipación” al estreñimiento”; para nosotros “diarrea” no es sinónimo exacto de “ir blando de vientre”; llamamos “exitus” a la muerte y “autolisis” al suicidio... Los anglicismos.

El ejemplo de moda es el ántrax, como detallábamos hace una semana en esta misma sección de E-cristians. Multiplicidad de patologías.

De la misma forma que una persona puede poseer un loro y una bicicleta, muchos enfermos sufren de varias cosas a la vez. La Medicina, en el fondo, es compleja.

La personalización y el humanismo.

Yo no me dejaría operar por Internet. Cada persona es algo distinta y necesita que se la atienda en particular. Además, un robot no puede tratarnos como a seres humanos.

La información y la formación.

No es lo mismo informarse que formarse. Ni leyendo todos los periódicos del mundo podríamos aprender a operar una apendicitis.

La formación y la acción.

Aunque uno sepa mucho de una materia, hay cosas que sólo te las puede hacer otra persona. El ejemplo más contundente es el del cirujano que necesita a otro cirujano para que le opere.

Multiplicidad de tratamientos.

En Medicina existen multitud de tratamientos distintos que a la vez son igualmente correctos. Pero en muchos casos no se pueden mezclar elementos de unos y otros tratamientos.

En definitiva, aunque Internet es una ayuda interesante, no lo es todo. Por ahora, aún necesitamos del profesional que tiene como misión convertir en felicidad el dolor y la enfermedad.

Les recomiendo navegar por www.abctusalud.com como ejemplo de web generalista y www.aecc.es por como web sobre el cáncer.

 







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