Erika Kopp es una abuelita australiana que no ha visto a su primo desde 1979, cuando éste era aún Arzobispo de Munich. Sí, la afortunada abuelita es prima de Benedicto XVI y espera poder encontrarse pronto con él ahora que es el Vicario de Cristo en la tierra. Kopp está orgullosa de su primo con el que creció en Alemania durante la guerra. Su padre era hermano de la madre del Papa, María. En 1955 decidió migrar a Australia junto a su fallecido esposo, Karl.

"Para mí, siempre será Joseph. No sé qué cosa se le dice a un Papa” comenta contenta la abuelita de tres nietos al Australia Herald Sun, al tiempo que recuerda la tarjeta de felicitación que le envió.

No le sorprendió que Benedicto XVI fuera elegido Pontífice. Recuerda también que cuando ambos tenían aproximadamente cinco años, él le dijo a todo el mundo que un día sería obispo. Toda su infancia se la dedicó a la práctica del piano y nunca hizo travesuras.

"Siempre fue muy religioso. Es un buen hombre”, destaca Kopp y agrega que “creo que hará grandes cosas para que más personas se acerquen a la fe católica”.