Una actitud más crítica
Por: Víctor Manuel Pérez Martínez | Fuente: .
La aparición de los modernos medios de comunicación social abrió a la iglesia nuevas estrategias para la evangelización. Si revisáramos el impulso que la radio, la televisión, la prensa escrita y más recientemente los medios digitales le han dado al mensaje de la Iglesia, no nos queda otra actitud sino la de agradecimiento por contar hoy con estos magníficos instrumentos.
No obstante, debemos resaltar el concepto de “magníficos instrumentos”, y precisar que los mismos no tienen ninguna característica humana. Ésta observación, aunque posiblemente innecesaria por ser tan obvia, pasa desapercibida en ocasiones por quienes tenemos una responsabilidad hacia el sector de los medios de comunicación social.
¿Cuál es la formación cristiana que están recibiendo los profesionales y técnicos que desarrollan su trabajo en el ámbito de los medios de comunicación social?
¿Cuáles son las estrategias que se desarrollan para ofrecerles un acompañamiento pastoral a los profesionales y técnicos de la comunicación social?
Estas dos preguntas deben ser respondidas con honestidad por los responsables de las diversas pastorales de la comunicación social. En América Latina se están desarrollando experiencias muy positivas; pero las mismas parecen estar en la clandestinidad por la falta de difusión, de apoyo, de solidaridad y en algunos casos de interés por todos los que conformamos la iglesia.
Es oportuna por otra parte hacer la pregunta ¿tienen los medios de comunicación social de la Iglesia la calidad de imagen, de contenido y de tecnología adecuada para la realidad de hoy? Pero también es válida la siguiente reflexión, ¿cuál es mi contribución desde mi formación profesional para mejorar la calidad de los medios de comunicación de la Iglesia? ¿Cuál es mi contribución desde el ámbito profesional para contribuir a la formación cristiana en los medios de comunicación no eclesiales?
La realidad de los modernos medios de comunicación social es muy compleja, en especial por el alto grado de competitividad que dentro de estas instituciones se genera para lograr pagar tributo a la diosa “audiencia”.
Una dinámica difícil de comprender por quienes evalúan y juzgan, la labor de los responsables de las producciones audiovisuales, radiales o impresas. Aquí se abre también el “talón de Aquiles” de este mundo empresarial de jugosas ganancias para pocas personas. Nos referimos al usuario de los medios de comunicación social. En definitiva el consumismo también ha llegado a los medios de comunicación social y requerimos de un usuario más crítico; inclusive con la programación proveniente del sector eclesial.
Se abre un debate crítico pero constructivo, en donde no podemos olvidar el papel formativo de la familia, la escuela y la sociedad.
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Victor Manuel Pérez Martínez
vmperezmven@yahoo.com