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Mirada Serena
Artículo de Juan Pedro Oriol en el que nos habla de los noticieros y los periodistas que se empeñan por dar una visión negativa de la realidad.


Por: Juan Pedro Oriol | Fuente: .




Una porción grande de lo que se dice en los periódicos, en radio y en televisión, expresa una visión negativa. Las formas son diferentes pero el fondo es el mismo y no deja de reflejar un sabor amargo, incómodo. Por ello es tan frecuente que se presenten con avidez las situaciones penosas y los fallos ajenos. Y si no se encuentran, se inventan o se exageran. Y lo bueno, tanto bueno que existe en las personas y en las sociedades, parece que se prefiere ocultar y, eso sí, jamás se ensalza.

Los noticieros y los artículos de los periodistas buscan polemizar para ser leídos, intentan levantar polvo con el fin de hacerse notar. Si no se provoca la discusión y la polémica se da la impresión de no llamar la atención de nadie. con el fin de hacerse notar.

No digo que esté mal pero la exageración de algunos que parecen tener siempre levantada la mano para tomar la palabra y hablar en contra de algo o de alguien, no me cae en gracia. Creo que las miradas que van buscando qué es lo malo que hay y que nunca hablan de lo bueno, más que curar hieren y más que ayudar molestan. Y hoy quiero decirlo en esta columna.

Y ya nos están o nos estamos acostumbrando a ver siempre el lado malo de lo que pasa. Si el Presidente habla o hace algo, a ver dónde y cómo mete la pata. Si llueve porque no hace sol y ya estamos cansados de tanta agua en vacaciones. Si hace sol porque no llueve y así las presas no se llenan. Si la selección gana porque no juega bien. Y si no gana porque más vale que juegue mal pero que gane. Si las Chivas o el América traen refuerzos, mal porque no dan oportunidad a los jóvenes. Y en fin, ya este vaivén de críticas y de chismes, a mí por lo menos, me tiene un poco cansado.

Los que estamos en este mundo de los medios creo que necesitamos tener una mirada serena. Y no nos cae bien que nos lo digan y que nos lo sugieran. O al menos damos esa impresión. Y nos estamos olvidando de mirar con atención y limpieza, con capacidad de conocimiento y con ánimo de entender.

Una mirada serena logra su fin: ver. Por eso es necesaria y enriquecedora. El lector de un artículo escrito con una mirada así, cuando lo ha terminado de leer, sabe algo nuevo y se queda con un sabor agradable y satisfecho.

Si la actitud de los que estamos en este mundo de los medios de comunicación fuera más inteligente y sincera, la visión de la mayoría sería más noble y positiva. Para el presente y para el futuro. Y todos saldríamos ganando.

La mirada serena ayuda a permanecer fiel a la realidad, sin exagerar lo bueno pero sin enaltecer lo malo. Llamando a las cosas por su nombre, claro y derecho. Sin querer etiquetarlo todo que, en definitiva, es manipular y desvirtuar las cosas que suceden.

¡Ojo! No me quiero prestar a malentendidos: hay gente estupenda en los medios. Y los que hablan y escriben sin esa mirada serena, simplemente no alcanzan a ver la realidad fresca y limpia, sin la contaminación de toda dictadura que quiere imponer su razón.

Los medios tienen, tenemos, una labor de información. Información a través de la opinión. Por eso es esencial la serenidad de la mirada. Es la única que enriquece y que no niega, que se complace en la visión real y no la desfigura o empaña, que ve lo que ha sido y que es capaz de ayudar a que siga siendo como debe ser.

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