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Información religiosa: algunas estrategias de manipulación
Exposición de algunas estrategias de manipulación y desinformación empleadas por algunos periodistas.


Por: ConoZe.com | Fuente: ConoZe.com



Puede ser útil recordar algunas estrategias de manipulación, inspiradas en los procedimientos de desinformación a los que alude Vladimir Volkoff en su novela "El Montaje", refiriéndolas a la información sobre la Iglesia.

1. La contraverdad no comprobable

Este recurso de manipulación informativa resulta muy eficaz porque no hay testigos. «El público no sabe nada de aquello, ni posee medios para informarse" (Volkoff). La única garantía es la honradez del informador.

A. Si los periodistas conociesen...

Un periódico madrileño de difusión nacional ofrecía un ejemplo de contraverdad no comprobable el 29.X.83, en una crónica sobre el Sínodo titulada: "Juan Pablo II rechaza un gesto reconciliador hacia los divorciados y los sacerdotes casados". Aseguraba el corresponsal en Roma: "Este gesto de reconciliación con esa parte de cristianos que viven en la irregularidad fue pedido al Papa por el 75% de los miembros del Sínodo, exactamente por nueve de los 12 grupos de trabajo según noticias de buena fuente (...). Pero la respuesta de Juan Pablo II ha sido negativa. Más aún, les ha rogado a los promotores de la iniciativa que no continuaran en esta línea, ya que, de este modo, dijo, ´me obligan a mí a apretar siempre el freno´. Y añadió: ´imagínense si los periodistas conociesen esta petición de ustedes´".

B. Un ejercicio de información-ficción

Martín Descalzo aludía al día siguiente en otro medio a la información de su colega con estas palabras: "Esta noticia -que ya es a priori inverosímil para cualquiera que conozca la realidad de un Sínodo- es, además, de hecho completamente falsa y el informador confunde sus deseos con los hechos. Es, por de pronto, inverosímil que un Sínodo pida ´gestos espectaculares´ (...). Y es inverosímil la negativa del Papa porque cualquiera que conozca el funcionamiento del Sínodo sabe que éste ni asiste ni interviene en las votaciones de grupo y que aún no ha expresado su opinión sobre ninguna de las propuestas formuladas.

Pero sobre todo, es de hecho rotundamente falsa: hemos podido comprobar personalmente que tal tema no aparece en ninguna de las 200 propuestas elevadas por los 12 grupos sinodales, ni vuelve a a aparecer en las 63 conclusiones finales. (...) Mal puede haber negado el Papa lo que, de hecho, ningún grupo sugirió, ni pensó sugerir. La supuesta negativa es simplemente un ejercicio de información-ficción".

2. La mezcla verdadero-falso

La segunda fórmula de desinformación que analiza Volkoff mezcla, en dosis diversas, elementos verdaderos y falsos. "Las proporciones, evidentemente pueden variar. Los chicos de la intoxicación informativa, cuando quieren derribar al adversario le dan hasta un ochenta por ciento de verdadero por veinte de falso, para que ese tanto por ciento sea precisamente el que se tome como verdadero".

A. Adulterio en el corazón

Un diario madrileño (11.X.80) ofrecía un ejemplo de este tipo en su comentario a unas declaraciones del Papa: "No sólo -dice Juan Pablo II- cometen adulterio en el corazón quienes miran con ojos de deseo a una mujer ajena. También si miran de esa manera a esa mujer que es su esposa, cometerían el mismo adulterio en su corazón. Ningún Papa, que recuerde la historia reciente, ha ido tan lejos en sus apreciaciones sobre la limpieza de mirada, exigida por la Iglesia, ni había hecho tan abismales las contradicciones entre amor conyugal e instinto sexual".

B. Con parte de la letra solamente

En otro diario se comentaba, tres días después, esta información: "El Papa no dijo, evidentemente, que ´quien mira a su propia mujer con deseo comete adulterio´. Citando la frase evangélica (...) habló, como lo ha venido haciendo durante casi un año, de la moral matrimonial y dijo: ´Tal adulterio en el corazón puede cometerlo también el hombre respecto a su propia mujer si la trata solamente como objeto para apagar su deseo, su instinto sexual. Esto último, en mayúsculas, no es citado por los que se rasgan las vestiduras.

De donde una defensa a ultranza de la dignidad de la mujer, que no debe ser considerada como objeto, ha pasado a convertirse en adulterio con la propia esposa para unas cuantas mentes pseudoescandalizadas que se quedan no con el espíritu, sino con la letra de la frase. Y encima, con parte de la letra solamente".

3. La deformación de lo verdadero

La tercera fórmula que expone Volkoff es la deformación de lo verdadero: no se miente, pero el conjunto de detalles veraces que se muestran presentan los hechos de tal modo que acaban falseando su sentido.

Hace más de veinte años (14. IX.84) en una crónica de un gran diario sobre el viaje del Papa al Canadá todo lo que se afirmaba era sustancialmente cierto: el Papa tuvo dificultades a la hora de desabrocharse su anorak; algunas bailarinas sentadas junto a él se comportaron con cierta ligereza; se tropezó al salir y durmió en la misma cama que había utilizado Isabel II.

Pero el sentido de la visita papal quedaba desfigurado porque el cronista se había limitado a relatar sólo esos hechos irrelevantes. La selección de datos delataba un deseo de información veraz, o -como sucede en este caso- de deformación.

4. La modificación del contexto

El cuarto artificio que señala Volkoff consiste en la modificación del contexto. TVE ofreció abundantes ejemplos hace años de este procedimiento en los capítulos dedicados a la vida de la Iglesia española en el programa de 22 capítulos "España, historia inmediata". Las sucesivas emisiones provocaron un alud de cartas de protesta en los periódicos de todo el país, que ponían en tela de juicio las declaraciones del director, que afirmaba: "hemos procurado no ser sectarios".

Los procedimientos usados para modificar el contexto fueron de diverso tipo. Uno fueron de carácter musical: las imágenes de unos condenados a trabajos forzados iban acompañadas por la melodía del "Cantemos al Amor de los Amores". En otros casos, las imágenes se «ambientaban» con tonadillas anticlericales, que daban un tono irónico a los hechos.

Otros procedimientos eran estrictamente visuales: mediante imágenes anacrónicas se ridiculizaba la confesión y se componía la imagen de una Iglesia retrógrada, autoritaria, enemiga de la libertad, etc.

El resto de los procedimientos eran de carácter personal. Los testimonios eran manipulados según las exigencias del guión ideológico. Al recortarlos, adquirían un nuevo sentido, no deseado por el autor. Muchos sucesos históricos acababan desfigurados junto a anécdotas personales irrelevantes que se magnificaban y elevaban a la categoría de acontecimientos.

Aunque el director -con un procedimiento similar de negar lo evidente, que se utilizó en el lanzamiento de la película Mar adentro- declaró que habían procurado "no ofender a nadie", la serie suscitó protestas desde los frentes más diversos y consiguió un raro consenso: se pusieron de acuerdo en la repulsa desde la Confederación Nacional de Excombatientes, hasta un antiguo guerrillero antifranquista que denunciaba la manipulación de su testimonio.

5. La difuminación

El quinto procedimiento es el de la difuminación. Consiste en ahogar los hechos verdaderos en una masa de suposiciones. Tiene muchas variantes. Un antiguo editorial de un diario madrileño del 1.XII.79 constituye un buen ejemplo: la cuestión central -la calificación ética del aborto- acaba difuminada en el texto, ya que el editorialista, juega con un elemento que nada tiene que ver: la aspiración de España a integrarse en la CEE.

Se leía: "A la vista de la legislación francesa y de la normativa más permisiva de otros países europeos, aquellos de nuestros compatriotas que no vacilan en calificar de criminales y monstruos sin entrañas tanto a quienes practican el aborto por razones terapeúticas (...) como a quienes no exigen su procesamiento y encarcelamiento, deben plantearse unas cuantas preguntas: ¿es Europa un continente gobernado y habitado por asesinos? ¿qué sentido tiene la aspiración española a integrarse en una comunidad que ha consagrado entre sus principios el crimen?"

El razonamiento no parece tener consistencia: España antes de incorporarse a la CEE ya formaba parte de la ONU y no supone ninguna traición a los propios principios, sino una exigencia de la convivencia internacional, el que un país se alíe con otros de concepciones diversas a las suyas para fines económicos o políticos.

En otra revista de esa misma época (16.3.87, nº 253) se encuentra otro ejemplo de este procedimiento, en el artículo: "De cómo la Iglesia politiza el Evangelio". El autor hacía referencia a diversas actitudes que se daban en el interior de la Iglesia y, dando a todas igual carta de naturaleza, concluye que el Papa "utiliza el Evangelio para medir el compromiso cristiano con dos varas distintas".

El efecto confusión resultamuy eficaz en este caso, porque otorga la misma autoridad al magisterio del Papa que a las declaraciones -estrictamente personales- de un comentarista de la Radio Vaticana, que, según este periodista, ensalzaba a un terrorista.

Una variante de este procedimiento es la que Volkoff denomina verdades seleccionadas. Con motivo de una manifestación en defensa de la libertad de enseñanza a la que asistieron 10.000 personas, una fotografía en primera página de un periódico (17.XII.83) mostraba una calle medio vacía, una monja anciana y una chica joven que exhibía una carpeta con una pegatina en primer plano: "teresianas". La fotografía seleccionada ejercía eficazmente la función contrainformativa.

6. El comentario apoyado

El sexto método es el comentario apoyado que se sirve de un caso particular como punto de referencia universal, según el principio "ab uno omnes". Consiste en extrapolar unhecho concreto y generalizar: el programa de TVE "España historia inmediata" ofreció numerosos ejemplos de este tipo.

Una columnista, al comentar un debate televisivo, precisaba: "que haya un cura fraudulento y marrullero no indica que la Iglesia entera esté podrida", pero ésa era precisamente la impresión que se desprendía tras la lectura de su columna. "Me refiero a los curas, a la Iglesia oficial, a los obispos.

Ahí estaban todos, tan elegantes ellos en la austera negrura de sus ropas, repartiendo lecciones magistrales sobre los intríngulis del alma. Lo cual se supone que es su tema. Porque se pasan la vida sacando sus principios a pasear y tocándonos las éticas a los demás mortales. Ahí estaban en fin, escandalizados una vez más por lo muy mal que nos portamos los seglares.

Eso sí, aún estoy esperando que estos profesionales del escrúpulo se escrupulen así de escrupulosamente con asuntos de índole eclesiástica: con el caso Marcinkus, por ejemplo. Pero nada: estas minucias interiores no parecen tiznar sus impertérritas conciencias".

Una Nota del Consejo Presbiteral de la Diócesis de Orense protestaba en este mismo sentido contra una información escandalosa aparecida en una revista con contenido pornográfico (11.IX.1987): "En una sociedad que se precia de pluralista, democrática y tolerante, no se comprende que algunas personas y medios de expresión -decía la Nota- pretendan presentar una imagen denigrante del conjunto de los sacerdotes de esta diócesis a partir de algunos casos aislados. Sobre todo cuando esos mismos casos, que somos los primeros en lamentar, son a menudo medias verdades, desfiguradas y desorbitadas con clara intención denigratoria".

7. La Ilustración

La séptima astucia, que Volkoff denomina ilustración, es una variante a la inversa de la anterior. Se procede en este caso de lo general a lo particular.

Así, cuando Vaticano incorporó los nuevos métodos informáticos en sus sistemas de trabajo, algunos comentaristas vieron en esa medida nuevos instrumentos de control. "El Vaticano controlará a los ´teólogos de la liberación´» afirmaba en titulares un periódico español (21.VI.87). "El ordenador, que recogerá todos los datos sobre la Iglesia latinoamericana, empezará a funcionar dentro de dos años. (...) será costeado por los obispos alemanes, poco amigos de la teología de la liberación, que donarán con este fin, tres millones de dólares al Consejo Episcopal de América Latina (Celam). El fichero almacenará además, todos los datos personales de cada uno de dichos teólogos, todas sus obras publicadas e incluso el número de asistentes a cada una de las conferencias".

8. La generalización

La octava táctica consiste en la generalización: se dan datos difuminados y dispersos que crean una atmósfera de confusión. En el editorial del 9.III.87 en torno al Documento de la Santa Sede sobre Bioética, un periódico de alcance nacional invocaba unas declaraciones del Papa en Australia, presentándolas como opuestas al documento pontificio; para concluir que con ese Documento es la Congregación para la doctrina de la Fe la que "diseña nuevos, muchos y modernos pecados".

9. Partes desiguales

El noveno procedimiento -de las partes desiguales- consiste en convertir un fenómeno de escasa relevancia en un hecho decisivo.

Un ejemplo de esto lo encontramos en la visita de Juan Pablo II a Chile en abril de 1987. En la prensa española se dio una doble información: la de los que valoraban la dimensión específica -pastoral- del viaje y los que buscaban cualquier anécdota -por ejemplo, una aparición fugaz en un balcón- para presentar al pontífice como un defensor de la dictadura de Pinochet.

Un corresponsal magnificaba (3.IV.87) la presencia del Papa en un balcón. Unos medios resaltaban: «Juan Pablo II pide que la democracia vuelva lo antes posible a Chile», mientras que el corresponsal insistía, por lo del balcón: «El Papa rompe el protocolo a favor de Pinochet».

Dentro de este procedimiento se puede incluir el uso de las declaraciones de unas cuantas celebridades informativas para dar una sensación de generalización de un fenómeno.

10. Partes iguales

La última técnica es la de las partes iguales. Vladimir Volkoff explicaba esta técnica relacionándola con el adulterio: "Encargan ustedes a un profesor universitario polemista competente, querido del público, una defensa de los amantes en cincuenta líneas y piden a un tonto de pueblo una defensa de los mismos amantes, también de cincuenta líneas, lo cual establece su imparcialidad".







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