Las ideolog? estatalistas, colectivistas, totalitarias y similares consideran al Estado como la realidad m?importante, la ?a capaz de promover justicia y bienestar para la gente, la que podr?construir un mundo mejor.

Seg?stas ideolog?, el pensamiento cr?co, el individualismo, la libertad, ser? enemigos destinados a la destrucci?Por lo mismo, no extra?ue grandes estatalistas como Hitler, Stalin, Mussolini o Mao, hayan perseguido a aquellos intelectuales y librepensadores que pudieran defender ideas propias y pudieran cuestionar los proyectos del “padre Estado”.

Dentro de la mentalidad estatalista es f?l que surja una fuerte oposici?acia la educaci?n familia. ¿Por qu?Porque las familias transmiten de modo personalizado y muy concreto valores y criterios a los hijos, a veces en contra o al margen de los interesen del dictador de turno.

Parece, entonces, que el deseo de “robar” a los hijos e imponerles las ideas del dictador o del partido dominante pueda concretizarse en sistemas escolares donde se manipule y adoctrine a los ni?y j?es para que superen los “prejuicios” familiares.

Existe otro modo, m?sutil y m?dif?l de identificar, de imponer el estatalismo en sistemas que tienen apariencias democr?cas. Ese modo consiste en debilitar la estructura familiar hasta tal punto que los hijos ya no encuentren en casa una referencia s?a y normalizada para desarrollarse, sino que tengan que recurrir a la escuela para lograr su crecimiento humano y psicol?o.

Una vez que la familia ha quedado da?, sea porque los dos padres trabajan, sea porque el hijo vive s?con uno de ellos, sea porque incluso ya no vive con sus padres sino con otras figuras m?o menos claras, cada ni?e encuentra en una situaci?e potencial desvalimiento.

Entonces, “pap?stado” puede aparecer como garante de la formaci?e los hijos, como estructura segura para promover un crecimiento normal. El problema est?n que “pap?stado” puede imponer programas educativos con un claro sabor ideologizante, hasta el punto de manipular a miles y miles de ni?y adolescentes.

Una sociedad en la que la familia ha quedado da? corre el riesgo de ser manipulada por grupos de poder pol?co, econ?o o de otro tipo. Por eso, el mejor ant?to contra adoctrinamientos ideol?os y controles arbitrarios de l?res da?s consiste precisamente en promover familias sanas, dotadas de buenos principios y capaces de defender verdades b?cas sobre la vida, la justicia y el bien com?br>