Menu


La comunicación: recuentos y perspectivas
José Camino Carrera nos ofrece un valioso texto sobre la comunicación en sus distintas manifestaciones.


Por: José Camino Carrera | Fuente: Yoinfluyo.com



Desde los albores de la humanidad, la comunicación se ha caracterizado por ser elemento importante para el desarrollo de la sociedad. Fundamentales elementos han propiciado este contacto. Desde las pinturas rupestres en la Cueva de Altamira, llamada poéticamente “la Capilla Sixtina del Paleolítico”, pasando por los quipus de los indígenas asentados en lo que hoy es Ecuador, hasta la imprenta de Gutenberg, la humanidad ha experimentado importantes y novedosas transformaciones.

La comunicación, en sus distintas formas, ha propiciado el conocimiento, ha desarrollado el pensamiento y ha variado la forma de actuar de las sociedades. Ha permitido avances que han transformado la estructura y forma de vida de los habitantes del planeta Tierra.

Un desarrollo palpable y consistente se originó en el siglo anterior; este se caracterizó por múltiples acontecimientos de trascendencia para la humanidad. Actos sorprendentes, positivos y negativos. Siglo alentador a ratos, aterrador en otros, pero siempre fascinante y con muchas interrogantes.

Políticas nacionalistas de viejo cuño instrumentaron la I Guerra Mundial, que a su vez “permitió adelantos tecnológicos” de suma importancia como la aviación militar, que desde ese entonces se convirtió en arma fundamental para la resolución de conflictos. Estudios profundos lograron dividir el átomo dando paso a la fabricación de la mortal bomba atómica, utilizada posteriormente con fines militares, acelerando la conclusión de la II Guerra Mundial.

Se descubrió la penicilina y la estructura del ADN; se popularizaron el rock y el jazz, tomando como base intensos ritmos africanos; inmensos aparatos cruzaron los cielos impulsados por una nueva técnica: la turbina de propulsión a chorro. Se inventó y difundió en gran escala el transistor; se afianzó el cine y la televisión; el mundo quedó conectado al instante por intermedio de sofisticados satélites de comunicaciones que circunvalan el espacio; el hombre llegó a la luna posibilitando transformaciones tecnológicas nunca antes soñadas y propiciando cambios en la forma de pensar de muchos actores de la sociedad.

Dentro del desarrollo de la tecnología, la informática ha revolucionado el ritmo de vida, de los negocios, de las telecomunicaciones, de la sociedad en general.

Es en este campo donde se han producido los más grandes e importantes cambios. Desde el primer intento de volar como los pájaros de los Hermanos Wright y la mecanización de la transportación con los Ford T –que marcaron una época en la industria–, hasta los actuales sistemas de telecomunicaciones que hacen posible la interconexión inmediata hacia los más recónditos sitios del planeta. Una época totalmente informatizada donde no queda espacio para la improvisación. Una época trascendente donde se habla sin tapujos del “analfabetismo informático”.

Pero lo más sorprendente del siglo pasado fue que a pesar de las múltiples armas de destrucción masiva, pestes y pandemias; de las amenazas y enfrentamientos; rivalidades y desacuerdos, no se destruyó el planeta como muchos lo temían.

Indudablemente, el periodismo también se ha enriquecido de este inquietante siglo. Desde los linotipos, las planchas quemadas para imprimir, las páginas de los periódicos; desde las máquinas de escribir manuales que impedían desarrollar rápidamente las ideas “y las manos”, hasta sistemas de computación sofisticados que permiten diagramar la página y ordenar su impresión totalmente terminada. Equipos automatizados y eficientes en su máxima expresión; con una computadora, un presentador de televisión maneja a su conveniencia las cámaras sin necesidad de los camarógrafos; una computadora debidamente programada hace funcionar eficientemente una emisora de radio.

El periodismo ha variado, no hay duda. Hoy tiene acceso a una función más social, a un periodismo de investigación que transparenta el ejercicio gubernamental y privado, a un nuevo desarrollo de la noticia y la entrevista, a una innovadora presentación de los medios. Se ha puesto énfasis en la ética, en el respeto, en la objetividad y en el tratamiento de la noticia, sin descuidar lo que interesa a la sociedad para hacerle conocer sobre sus derechos y obligaciones.

Las nuevas tecnologías de la información y comunicación permiten un periodismo más ágil y más directo, permiten llegar a sitios donde antes era imposible hacerlo. ¿De qué manera? A través de la superpista de la información: Internet o modernos sistemas satelitales. Millones de usuarios, millones de lectores disfrutan de las páginas de los principales periódicos del mundo, de las grandes y populares revistas y publicaciones de diversa índole; de los principales programas y noticieros de radio y televisión.

Muchas noticias o acontecimientos pueden ser observados o escuchados al instante gracias a la comunicación vía satélite. No olvidemos la “guerra en vivo” transmitida por la cadena CNN desde el Golfo Pérsico, en 1991; o espectáculos deportivos de masas que tanto gustan a los fanáticos dispersos por todo el orbe terrestre.

El correo electrónico, que facilita una comunicación directa e inmediata sin necesidad de recurrir al antiguo sistema de emitir la correspondencia, es una nueva forma de comunicación individualizada. Hoy podemos contar con el videofono, aparato que visualmente nos pone en contacto con otro interlocutor en algún sitio cercano o lejano. O el minúsculo pero eficiente teléfono celular que brinda cantidad innumerable de servicios.

Si diversas situaciones inciden para no contar con el Internet y otros medios electrónicos, existen algunos más fáciles y baratos que todavía siguen en funcionamiento, como el fax, que todavía permite comunicarse oportunamente. La telefonía fija, aunque ha perdido cierta vigencia por el aparecimiento y desarrollo de otros sistemas similares, sigue siendo la fuente más apropiada de interconexión. El teléfono celular y el satelital son elementos muy útiles y necesarios no sólo para el periodista sino para la población en general.

Lamentablemente, todavía ciertos equipos y sistemas de última generación tienen problemas de acceso al conglomerado mundial, especialmente en países donde el costo y la materia educativa y cultural representan un problema; pero dada la creciente demanda y necesidad ineludible de contar con ellos, la técnica debe inventar nuevas, variadas y baratas formas de tener la posibilidad de ser utilizadas por la mayor cantidad de usuarios y en el menor tiempo posible.

Se debe señalar que la televisión, la radio, la prensa escrita y otras formas de comunicación tradicionales nunca dejarán de tener vigencia a pesar de los avances técnicos mencionados. La radio ha ocupado, ocupa y ocupará un destacado espacio en la información, la educación, la ciencia, la cultura y el deporte. Aún hoy en muchos lugares recónditos, donde la alta tecnología tiene difícil acceso por múltiples circunstancias, la radio juega papel fundamental en la recepción de la información y como ayuda para la correcta formación del pensamiento y divulgación de las ideas.

Sin ir muy lejos, la educación ha tenido lugar importante en las emisoras de radio. En Ecuador, las Escuelas Radiofónicas, creadas por Monseñor Leonidas Proaño, tuvieron un destacado papel en la educación de grandes sectores indígenas y marginales.
 







Compartir en Google+




Reportar anuncio inapropiado |