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Comprobar primero, publicar después
Diego Contreras reflexiona sobre sobre la ética periodística y el caso del diario Avvenire


Por: Diego Contreras | Fuente: Yoinfluyo.com



lunes, 28 de diciembre de 2009

Como suele ocurrir, las rectificaciones tienen mucho menos impacto en la prensa que las noticias a las que pretenden rectificar. Hace unos días, Vittorio Feltri, director de “Il Giornale” (propiedad de la familia Berlusconi), dijo que las acusaciones que había lanzado en septiembre contra Dino Boffo, director del diario “Avvenire” (propiedad de la Conferencia episcopal italiana) eran una “bagatela”, una cosa de poca sustancia. Admite que se basó en un folio anónimo y que la reconstrucción de los hechos muestra que se trató de una mentira.


Hay que recordar, para quien no haya seguido este caso, que las acusaciones eran particularmente insidiosas: un caso de molestias homosexuales, con el que se pretendía descalificar la autoridad moral del diario de inspiración católica. Lo publicado por “Il Giornale” desencadenó una tormenta que llevó a la dimisión del propio Boffo como director de “Avvenire”, para no implicar a la Iglesia en la polémica.

Ahora Feltri dice que “Boffo ha sabido esperar, teniendo una actitud sobria y digna que suscita admiración”. Reconozco que siempre es buena la rectificación. Pero no puedo evitar ver en esa frase un destilado de puro cinismo.

Las reglas periodísticas más elementares, ésas que enseñamos a los alumnos de primero, llevan a comprobar primero y a publicar después. Basta ver los periódicos de esos días para constatar que no fue un simple error. En realidad, Feltri se lanzó a una auténtica cacería humana. Ahora pretende “precisar” (tal vez por miedo a las repercusiones legales y profesionales). Ya lo decía Kapuscinski, "los cínicos no sirven para este oficio".







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