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¿Es posible encontrarse con Babel?
Reflexión del P. Felipe Santos sobre la Carta Pastoral Effeta, Abrete del Cardenal Martini dedicada a los medios de comunicación social.


Por: P. Felipe Santos sdb | Fuente: .



"Toda la tierra tenía una sola lengua y las mismas palabras" ( Génesis 11,1) El cardenal Martini, con su inteligencia preclara y su preocupación por los medios de comunicación social para toda su inmensa archidiócesis, al escribir la Carta Pastoral "Effeta, Abrete", dice estas palabras: "La Biblia idealiza así aquellos albores felices en los que los hombres se podían entender con facilidad y espontaneidad".

Pero empeñados ante un esfuerzo gigantesco por la omnipotencia tecnológica, los hombres no supieron mantener el equilibrio: se confundieron y se dispersaron. Esta confusión se considera en la Biblia como un castigo divino, que une para siempre el nombre de la ciudad al símbolo de la confusión de lenguas y a la fatiga de los hombres y de las culturas para entenderse entre sí: "Se le llamó Babel, porque el Señor confundió la lengua de toda la tierra" (Génesis 11,9).

Babel representa la imposibilidad de todos los humanos de hablar entre sí una sola lengua.

Representa señales que se entrecruzan, se confunden y eliden la narración. Babel es el lugar de encuentros fallidos: las lenguas no se entienden, los equívocos se multiplican y la gente no se halla.

Todo lo más que consiguen es burlarse, irritarse y lamentarse de que los demás no le entiendan..
Babel es el símbolo de la no-comunicación, del cansancio y de la ambigüedad a la que está sometida la comunicación en la tierra.

Babel es también el símbolo de una civilización en la que la multiplicación y la confusión de los mensajes llevan, a menudo, a la ruina, a la ruptura.

De aquí nace la pregunta angustiosa: ¿cómo reencontrar en la Babel de hoy una comunicación verdadera, auténtica, en la que las palabras, los gestos, los signos vayan por caminos justos, se entiendan los hombres y tengan resonancia y simpatía?

¿Es posible encontrarse en esta Babel, insertarse incluso en una civilización confusa pero que tenga lugares y modos de encuentros auténticos?,¿ es posible comunicar hoy en la familia, en la sociedad, en la Iglesia, en la relación interpersonal?, ¿cómo estar presentes en el mundo de los medios sin caer en un fárrago de palabras y en un mar de imágenes?, ¿cómo educarse en una comunicación auténtica en el marco de una civilización que se caracteriza por la comunicación de masas?

Dice Juan Pablo II: "Un fenómeno que hoy acecha a todas las familias incluso en su intimidad es la vasta difusión de los instrumentos de comunicación social: prensa, cine, radio, TV. Es difícil encontrar una casa en la que no haya entrado al menos uno de los instrumentos".

Por eso, en la misma familia hay una Babel porque falta el diálogo, la transmisión de valores religiosos, familiares y culturales.

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