El arzobispo de Toledo, cardenal Antonio Cañizares, presidió , la Eucaristía en recuerdo por las víctimas del 11-M y resaltó que éste acontecimiento ha marcado "un hito en nuestra historia" y que "aquellos hechos pesan sobre España como una losa opresora".

"En nuestro mundo de hoy se palpan innumerables signos de cómo este mundo se está alejando de Dios", expresó el arzobispo primado, sin embargo, recalca que "Dios no se aleja de él; tal vez está aún más cercano que nunca, porque
este mundo necesita más de su compasión, de su misericordia, de su sabiduría y de su amor".

Durante su homilía, el cardenal Cañizares alentó a los presentes a volver a Dios, "sino, pereceremos; sin Dios nos destruimos, sin Dios, nos sumergimos en un infierno devorador del hombre" y recuerda que el 11-M "el príncipe del
odio y de la mentira dio un zarpazo sobre España y la sembró de muerte y de llanto, de destrozo y de quiebra de humanidad".

"Desde hace ya muchos, demasiados años, las gentes de España nos sentimos heridas, humilladas y maltratadas por la inhumana y cruel violencia terrorista", continuó el purpurado que reclamó el "poderoso clamor de apoyo y solidaridad con las víctimas que lo han sufrido tan en carne propia".