Menu



El cordón umbilical

El cordón umbilical
Aquí significa la relación afectiva patológica entre la madre (casi siempre) y la joven esposa (rara vez con el hijo o joven esposo.)


Por: Dr. Alberto Abdala |



Aquí significa la relación afectiva patológica entre la madre (casi siempre) y la joven esposa (rara vez con el hijo o joven esposo). Mucho menos frecuente la dependencia es con un grupo de amigas.

Es muy mortificante para la joven esposa que la relación inmadura sea entre su esposo y la madre de éste.

En jóvenes matrimonios con necesidad de trasladarse por razones de trabajo o por ser trasladados (policías, militares, viajantes, etc.) es un tópico que debe ser perfectamente dialogado durante el noviazgo porque puede traer graves consecuencias para el matrimonio. Con más frecuencia que los traslados se da la convivencia con los suegros en la misma casa o en departamentos muy próximos donde se llega a perder la intimidad por presencia de terceros. Más de un buen matrimonio, más de un buen futuro económico se malogró por esta situación: porque la joven esposa no quiere alejarse de su madre donde es trasladado el esposo.

Casi siempre el joven esposo se angustia porque la recién casada "llora " por su madre porque no sabe hacer frente a su hogar al faltarle la autoridad de la absorbente madre. Inmadurez de madre e hija que no saben "cortar" la dependencia infantil.

La madre debe saber que esa joven -recién casada- debe desarrollar su propia personalidad de mujer y esposa sin su permanente directiva y la recién casada sabe (o debiera saberlo) que su mundo comienza y termina en su matrimonio; que el hogar donde nació es de sus padres, no de ella y esto pasa por varias falencias:

1.- inmadurez afectiva de madre e hija

2.- falta de independencia -en el hogar paterno- del matrimonio de los padres de la familia que formó para que esa hija, ahora esposa, vea, sienta y viva el matrimonio de donde procede que no es de ella, sino de sus padres.

3.- muy frecuente es hija única y delicada de salud.

4.- hogar paterno con desgracias como muertes de hijos, embarazos difíciles, etc. etc.

La vida de este joven matrimonio será muy difícil si a esa esposa no le agrada la ciudad donde fueron trasladados: él vive ponderando las bellezas casi irreales de donde les toca vivir y ella no se conforma con nada y nunca termina de armar su nuevo hogar como si siempre esperara regresar a si ciudad natal. Todo esto es muy grave, desgastante con mal fin.

Peor, mucho peor es que el joven esposo siga dependiendo de su madre, viviendo juntos o próximos; casi siempre en estos casos la joven esposa es mujer de carácter, madura, de buenas decisiones. Aquí todo es lamentable, el desorden afectivo es muy grande y el matrimonio no madura.

Los novios tienen la obligación de dialogar estas situaciones y darle la solución correspondiente si él o ella notaron el problema. Esto es otro de los detalles que se debe observar durante el noviazgo y más en las visitas a las respectivas casas de los padres.

Pasados 20 o más años de casados todavía hay esposos que recuerdan la mucho mejor comida que hacía su madre comparándola con la que hace la esposa que a esta altura de su matrimonio ya recibió más comida de su esposa que de su madre, pero el comentario todavía vive y molesta. Lo que sucede que la comida de la madre fue cuando él era chico y a esa edad el paladar deja un gran recuerdo; pero nunca como para humillar a la esposa en presencia de familiares, amigos e hijos.

Los novios tienen que saber que al casarse inician una nueva vida: todo diferente hasta lo vivido hasta entonces y que su nuevo hogar será en parte mezcla de los hogares de donde proceden y el resto de su propia inventiva; todo será ahora a gusto de ellos.

La joven esposa y más el joven esposo tiene que haber madurado lo suficiente y ser responsables como para tener independencia de la protección materna y ser capaces de hacer su propio hogar independiente y con personalidad: eso es evolución y madurez.

La mujer que se casa sabe que su casa, su hogar, su mundo, todo para ella comienza y termina en su matrimonio; que es exclusivo de ellos dos, ni siquiera de los hijos que pudieran venir.

El hogar de los padres de donde procede esa esposa no es de ella, eso es de los padres porque ellos también forman matrimonio que no se comparte con nadie. Por eso es tan importante que los hijos vivan y sientan la independencia del matrimonio de sus padres en medio de la familia, pero también que los padres sepan y entiendan que el matrimonio de los hijos es independiente de ellos, que tienen la obligación de respetar esa independencia y que su injerencia será solo apoyar, favorecer pero jamás interferir ni disponer porque nadie mejor que el matrimonio de los padres sabe que los esposos arreglan sus diferencias siguiendo conductas propias de cada matrimonio.

VER EVOLUCIONAR EL MATRIMONIO DE LOS HIJOS ES LA MAYOR SATISFACCIÓN DE LOS PADRES Y NO TIENE PORQUE SER A SU GUSTO NI CON UN PLAN DISPUESTO POR ELLOS.
 







Compartir en Google+




Reportar anuncio inapropiado |